INTENCIONES OCULTAS (SHERLOCK BBC Y TÚ)

ESTUDIO EN ROSA (PARTE II)

Greg Lestrade y John Watson tardan un minuto en terminar de subir y alcanzarnos. Para entonces, Sherlock ya ha estado trasteando con el cadáver: mirando de debajo del cuello de su abrigo, observando las joyas, estudiando el paraguas...

Me acerco para ver bien lo que está mirando y aprecio que sólo tiene mojada una parte del abrigo, como si lo hubiese usado para refugiarse de la lluvia... pero tiene el paraguas seco. ¿Viento quizá?

Frunzo el ceño contrariada.

No ha llovido en Londres desde hace cinco días. ¿Cómo puede ser que esté mojado?

Cojo el móvil para comprobar una cosa.

-Sherlock, tienes dos minutos. Ya estoy rompiendo todas las normas dejándoos que estéis aquí.

Sherlock ignora a Greg mientras sigue examinando la pierna de Jennifer. Yo, por otra parte, me agacho a su lado y aprecio unas marcas moradas alrededor de su cuello. Parece que se haya estrangulado...

Pero no es algo natural, no. Es como si alguien la hubiese envenenado.

-John, echa un vistazo al cuerpo -escucho decir al detective.

-¿Por qué?

-Eres médico militar, tienes que entender de estas cosas.

Observo a John sorprendida. ¡Claro! Herido en la guerra; esa sea seguramente la razón de su cojera psicosomática. Él me lanza una mirada, como pidiéndome permiso para examinar el cadáver de Jennifer.

Me levanto del suelo y me retiro para que pueda verlo mejor. Él se arrodila a su lado con dificultad y procede a examinar el cuello, al igual que he hecho yo antes.

-Se ha estrangulado y ahogado con su propio vómito. Creo que ha sido a causa de algún veneno.

-Sí -comienza Greg-. La causa de la muerte ha sido envenenamiento por una pastilla. En todos los casos hemos encontrado frascos vacíos al lado de las víctimas. Pero necesito que me contéis ahora mismo todo lo que sepáis.

-Ha sido una buena deducción John, pero me da la sensación de que TN ha llegado también a la misma -dice Sherlock, clavando sus penetrantes ojos azules en mí.

-¡Sherlock! ¡Lo digo muy en serio! Dime ahora mismo lo que hayas averiguado.

El susodicho pone los ojos en blanco, exasperado.

-¡Pero si es obvio! ¿Cómo no podéis verlo? -guarda silencio unos instantes al ver las caras de Greg y de John- Ah... ya veo... ¿pero qué tenéis en esos cerebritos? Tiene que ser muy aburrido.

Yo carraspeo un tanto incómoda con este despliegue gratuito de prepotencia.

-Cardiff, si no me equivoco -digo mirando a Sherlock.

Él gira la cabeza súbitamente hacia mí, como si se hubiese olvidado momentáneamente de mi presencia. Por un segundo, incluso creo que parece asombrado.

-Elemental.

-¿Elemental? -exclama Greg.

-No para nosotros -responde John, bastante molesto.

-Jennifer Wilson es una mujer con bastante capacidad adquisitiva, se puede ver por su ropa que tiene un buen trabajo, seguramente en los medios de comunicación a juzgar por su conjunto completamente rosa. Había venido desde Cardiff para pasar una noche en Londres con uno de sus muchos amantes; está claro por el tamaño de su maleta. Pero no parece que llegase al hotel... antes la asesinaron.

-¿Qué? Un momento, ¿cómo saber que tenía amantes? -el inspector está para tirarse de los pelos ahora mismo.

Yo cambio el peso de un pie a otro, sorprendida por la capacidad de deducción de Sherlock Holmes y, todo sea dicho, ansiosa por comprender cómo ha llegado a esas conclusiones.