La Chica Del 269 | Caché (Terminada)

Capítulo 17. Mario: 1 ; Poché: 0

-Desde hace un tiempo- dirigí mi vista hacía otro punto del lugar. Me incomoda tomar el tema de conversación tan de pronto, me había pillado desprevenida y no tenía otra opción más que contestar a sus preguntas.

-También me gustan las chicas- habló orgullosa, alcé una ceja rápidamente. Eso no me lo esperaba- Mañana cumplo dos años con mi novia- suspiró.
Dude un momento si ese suspiró fue de emoción o tristeza.

-¿Felicidades?- intenté sonar emocionada y solté una sonrisa amplia.

-Gracias- dijo tomando un pedazo de muffín que había pedido- Ella es de Atlanta, es una relación a distancia- asentí lentamente. Comprendía un poco su tristeza y su emoción, debe ser muy difícil mantener una relación a mucha distancia y sobre todo por mucho tiempo. Admiraba esa clase de amor, la que sin importar que tan lejos estén, el sentimiento se mantiene intacto.

-¿No iras a verla?- pregunté y ella negó con su cabeza.

-El trabajo no me lo permite- se encogió de hombros- ¡Pero basta de cosas tristes!- dijo- Mejor cuéntame, ¿Tienes alguna enamorada?- me miró coqueta haciéndome reír.

-Pues...-dije, no tenía intenciones de contarle sobre mi reciente termino de noviazgo, pero no me cerraba a contarle sobre mi reciente atracción física hacía cierta persona- Enamorada como tal, no es.

-¿Entonces?- preguntó acabando de comer lo que había pedido.

-Solo siento una pequeña atracción hacía una chica- dije sin dar más detalles- Solo atracción- le aclaré antes que se precipitara a sacar cualquier conclusion errónea.

-¿Algún día la conoceré?- preguntó divertida.

-Creo que ya la conoces, y hasta más que yo.

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CALLE.

-¿Hablamos en privado, si?- dijo en susurro Paula- Hay muchas orejas escuchando en este lugar-le dedicó una mirada seria a Camila, quién ni se inmuto y caminó donde estábamos nosotras. Aun no entendía porque le caía tan mal Camila si la peli roja, hasta donde yo tenía conocimiento, no le había hecho absolutamente nada.

-No por favor, hablen ahora que de mi boca no saldrá absolutamente nada- habló Camila haciendo un gesto de candado con su boca a lo que Paula frunció el ceño- Y me interesa saber que es lo que tienes que decir de mí.

-No tienes tanta suerte- dijo Paula, rodeé mis ojos, seguía dándole vuelta al asunto ya estaba cabreada. No hay ningún día que no tenga problemas.
El sonido de llamada de mi teléfono resonó en toda la habitación. Pau se apresuró para tomarlo y atender sin mi consentimiento ¿Dónde había quedado la privacidad en esta amistad?

*LLAMADA*

-¿Hola?- preguntó-¡Hola Germán!- habló con emoción. Si mi papá me llama, es señal de peligro- ¿En dónde está Dani?- preguntó Paula, supongo que repitiendo las palabras dichas por mi padre. Rápidamente le hice una seña para que dijera que yo no me encontraba en ese momento. No quería conversar con él y sabía perfectamente que me molestaba tanto como a él, que me llamaran cuando estaba trabajando-¡Sí está aquí!- dijo mi mejor amiga.
Abrí mis ojos completamente, estaba enojada con Paula por haberle dicho eso a mi papá cuando sabía que no quería hablar con él, me tendió el teléfono y frustrada lo tomé.

-Hola papá- suspiré esperando algún regaño de su parte, casi siempre que me llama es para reprocharme o algo por el estilo.

-Daniela- dijo serio- ¿En dónde estás, hija?- alcé una ceja, jamás me preguntaba en donde estaba, siempre iba directo al grano.