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Si con este capítulo se quedan con muchas dudas, no se asusten. Se aclararán en el próximo 🌞

Cuando Lucifer le informa de la desaparición de Castiel, Dean se esfuerza por no soltar los vasos que trae en sus manos.

—... y luego salió corriendo.

—¿A qué te refieres con que salió corriendo?

—¡Maldita sea, Dean! ¿Debo escribir un informe de 50 páginas para explicarte paso a paso cómo es que Castiel salió corriendo y lo perdí de vista? ¿O preferirías una presentación en Power Point?

—Preferiría que me ayudes a buscarlo.

Lucifer se cruza de brazos, aún receloso por la actitud de Dean. Benny le anima con un leve empujón y ambos siguen a Dean por la sala, atentos a cada persona que presente un parecido con Castiel. Luego de un rato sin tener éxito, Benny dice:

—Quizá tiene dolor de estómago y está en el baño.

Lucifer hace una mueca de desagrado.

—¿Estás diciendo que Castiel tiene diarrea? Eso es asqueroso, Benny.

—¡Estoy diciendo que puede estar vomitando? Tú eres el de la mente perversa, no yo.

Dean deja de prestar atención a la discusión entre sus amigos cuando ve a lo lejos a una persona tambaleándose entre la gente. A medida que se acerca, comienza a percatarse de su compostura afligida, su mirada perdida y la pérdida de color en su rostro. Dean se mueve velozmente entre la gente y llega justo a tiempo para presenciar como Castiel choca con un sujeto cuya bebida termina derramada sobre otra chica, quien parece ser su novia. No hace falta más que su enfurecida expresión para predecir lo siguiente, así que Dean se adelanta para recibir el empujón dirigido a Castiel.

—¡Arruinaste la ropa de mi novia!

A su lado, la chica hace un puchero con los labios mientras observa el desastre extendido por su torso.

—Compré este brasier hoy. Era de Victoria's Secret...

La ira del chico parece aumentar aún más, pero antes de que pueda lanzarse sobre Dean, su novia lo toma de la mano e insiste en querer irse a su casa. Dean aprovecha la distracción para llevarse a Castiel hasta el ante jardín de la casa de Lilith.

—Cas, luces terrible. ¿Estuviste vomitando? Estás pálido y Benny dijo que...

Con la voz aún en un hilo tembloroso, Castiel lo detiene.

—Tu madre llamó. Tenemos que ir al hospital ahora mismo...

Para ese entonces, Dean ya se encontra conectando los puntos. Castiel luciendo como un desastre. Una llamada de su madre. Hospital.

Algo malo. Hospital.

Castiel sigue hablando, pero su voz se vuelve lejana. Las lágrimas se acumulan en sus ojos y todo se vuelve confuso, como si la vida hubiese perdido sentido en un abrir y cerrar de ojos. Segundos, minutos, quizá horas transcurren hasta que recupera la capacidad de procesar los eventos a su alrededor.

—¡DEAN!

Sus ojos se enfocan en la figura borrosa frente a él. Poco después cae en cuenta de que Castiel está sacudiendo sus hombros desesperadamente.

—¿No lo entiendes? ¡Tenemos que irnos ahora! ¡Sam está despierto!

La noticia hace que todo su cuerpo vuelva a funcionar correctamente.

—¿Q-qué?

—¡Tu madre está en el hospital con él! ¡Despertó hace unos minutos!

Esta vez su cabeza parece estar a poco de colapsar, pero la adrenalina es aún mayor. Dean corre hasta su auto con Castiel pisándole los talones y se pone en marcha apenas el motor despierta con un rugido. Conduce tan rápido como puede con Castiel recordándole constantemente de la existencia de los semáforos en rojo y de lo importante que es para ambos mantenerse con vida, especialmente ahora.

Durante todo el trayecto, Dean sonríe. Su Sammy está despierto. Su Sammy estará muy pronto en casa.

It was on summer ❴DESTIEL❵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora