«49»

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—Gracias por venir.

Aunque Benny sonaba sincero, él no se sentía del todo feliz por estar ahí. Se limitó a darle un corto asentimiento antes de sentarse junto a él en la banca, manteniendo su distancia.

—¿Por qué me querías aquí?

—Yo...

Como si no fuera suficiente, Benny parecía no tener palabras. No es que Castiel fuese alguien impaciente y cruel, pero de por sí se sentía mal por haber dejado a Dean tan confundido.

—¿Tú...?

—Solo quería agradecerte. Por todo.

El ceño de Castiel se suavizó ante sus palabras.

—No tienes que...

—No, sí tengo que hacerlo. No sé qué hubiese sido de mí si tú no hubieses aparecido.

Benny suspiró, sonriendo débilmente.

—Me hiciste saber que yo valía, Castiel. Yo... no sé por qué estaba pensando en todas esas cosas. Hasta el día de hoy me sigo preguntando cómo es que pude menospreciarme de esa forma.

Castiel sonrió también. Ahora se sentía mucho más calmado que en un inicio.

—Somos muy complejos, Benny.

—Ni que lo digas.

Ambos dejaron salir risitas tímidas. El ambiente, para su fortuna, se había tornado agradable.

Pero esa reunión seguía siendo extraña.

—Benny, ¿por qué me dices todo esto ahora?

Ahí estaba. Aunque Benny estaba bastante consciente de lo incómodo que aquello podría llegar a ser, no se encontraba del todo preparado para decir lo que quería.

—Me iré.

Castiel se vio alarmado al instante.

—Benny, no irás a intentar nada de lo que luego puedas arrepentirte, ¿verdad?

Benny lo miró igual de sorprendido.

—¿Qué? ¡No! Yo ya no pienso en hacer esas cosas, ¿sí?

Castiel asintió poco convencido.

—Voy a mudarme a otra ciudad.

—Oh.

Un incómodo silencio reinó entre ellos.  Estaban lo suficienteme desconcertados para quedarse sin palabras, eso sin mencionar el miedo que sentían de toparse con la mirada del otro. Sí, habían sido "amigos" hace un tiempo, pero el mismo tiempo fue el encargado de oxidar todo lo que formaron.

—Lo siento.

—No es tan malo como suena.

—Pero... ¿qué hay de tus amigos? ¿La escuela? ¿No te entristece dejar todo eso?

Benny miró fijamente el suelo, jugando con sus dedos.

—¿Dean lo sabe?

—No, pero se lo diré a él y a Lucifer.

Castiel se sintió aún más confundido.

—¿Por qué me lo dices a mí antes que a ellos?

Casi había olvidado que no estaba hablando con cualquier persona, entonces, la realidad pareció aún más pesada. Castiel no era el simple novio de Dean, tampoco el Rarito. Estaba junto a la persona que se molestó en escuchar sus problemas por varios meses. Quien le había asegurado que su vida era tan valiosa como la de todos. Quien se había convertido en el protagonista de sus pensamientos...

—Porque...

Castiel le gustaba. Le gustaba lo suficiente para sentirse nervioso teniéndolo a su alrededor. Él iba a irse y, aunque le doliera admitirlo, era poco probable que ambos volvieran a verse.

Castiel le gustaba. Él iba a irse. Benny tenía algo que decir. Tenía algo que hacer si quería estar en paz.

—Porque quería darte esto.

Benny se inclinó escasos centímetros hacia él, sin embargo, esa cercanía había despertado una ola de pensamientos angustiantes en la mente de Castiel. Estaba a punto de levantarse para caminar lejos de él, pero al ver a Benny sacar algo de su bolsillo y retroceder a su posición original, pudo volver a estar en calma.

Castiel recibió tímidamente la pulsera que Benny le tendía. Ni siquiera tuvo que mirarla mucho tiempo como para reconocerla.

—Benny, esta es tu pulsera favorita.

—Y confío en que vas a cuidarla.

Aún no estaba muy convencido de recibirla. Las películas de Van Helsing eran las favoritas de Benny, y aunque Castiel jamás comprendió su estúpido fanatismo por los vampiros, sabía lo mucho que Benny se había esforzado por encontrar esa pulsera con dijes de las películas.

—Gracias, Benny.

Castiel se sintió en esa vieja confianza que ambos habían tenido alguna vez, por eso no tuvo problema en abrazar a Benny. No tenía ningún conocimiento de los sentimientos de Benny por él, pero estaba bien, porque Benny se sentía tranquilo.

—Voy a extrañarte

Benny rió en su oído.

—Cuida bien de Dean, ¿sí?

—Ten por seguro que lo haré.

Estaba bien, lo estaba. Es cierto que sus sentimientos por el chico que alojaba entre sus brazos estaban más vivos que nunca, pero no era tan egoísta como para arruinarlo a él y a su mejor amigo. Ellos estaban felices. No dejaría que sus sentimientos interfirieran en eso.

Benny no haría nada que lo hiciera ver como un peligro para ellos. No para su mejor amigo. No para el chico del que se enamoró.

Y estaba bien.

Fue en verano cuando Benny y Castiel le dieron un cierre a su historia.

It was on summer ❴DESTIEL❵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora