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Parte 2

—Antes de que entres, debes saber que eres la primera persona a la que le muestro esto, así que siéntete honrado.

Castiel apenas pudo asentir y forzar una sonrisa nerviosa a la que Dean no le dio mayor importancia, no podía pensar en otra cosa que no fuese su hermano y la sonrisa que se formaría en su rostro cuando por fin conociera a Castiel.

Dean le extendió una mascarilla blanca.

—Debes ponerte eso, él está algo enfermo.

Abrió la puerta con lentitud, como era de esperarse, lo que Castiel vio en el interior lo dejó completamente desconcertado e incluso algo asustado, pero no podía perder la compostura con Dean ahí.

—Sammy, ¿recuerdas que te hablé de Castiel? Bueno, él está aquí para conocerte.

Movió la silla de ruedas hasta unos pocos metros de Castiel. Dean vio a su hermano sonreír con timidez.

—Cas, él es Sammy.

El mencionado siguió al pie de la letra las instrucciones, incluso con los nervios a poco de tomar el control de sus acciones. Castiel se agachó y saludó al frente.

—Es un verdadero gusto conocerte, Sam.

—Sam, ¿por qué no le dices nada?

El niño no dijo nada, Castiel tampoco.

—Sam es un poco tímido.

—No hay problema.

El niño se volteó a ver a su hermano con incomodidad.

—Dean, deberían irse.

—¿Te ocurre algo?

—Me gustaría estar solo un rato, es todo, pero dile a tu amigo que fue un gusto conocerlo.

No quería abandonar esa reunión tan pronto, que por cierto, llevaba tanto tiempo queriendo llevarla a cabo, pero tampoco quería molestar a su hermanito, aunque eso significase suspender todo...

—Cas, Sam no se siente muy bien ahora pero ten por seguro que le agradaste.

—Vaya, me siento halagado.

Una vez más, Castiel forzó una sonrisa.

—Él también me agradó mucho.

Y pese a todo, Dean se sintió en paz. Su mejor amigo y su hermano, dos de las personas más importantes en su vida por fin se habían visto... o eso según él.

Ambos caminaron fuera de la habitación, Dean caminando por delante de Castiel. El ojiazul se volteó a ver una última vez la vieja y vacía silla de ruedas sobre la que Sam Winchester estuvo sentado alguna vez.

Alguna vez, hace seis años, antes de que el niño de apenas 11 años muriera atropellado tras cruzar un semáforo en rojo, mismo día que Dean faltó a la escuela y no estuvo ahí para cuidar de su hermano...

A quien seguía viendo...

Fue verano cuando Castiel conoció al fantasma que habitaba en la mente de Dean.

It was on summer ❴DESTIEL❵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora