Capítulo 17

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Silas

Existen dos cosas a las que un hombre no puede resistirse por mucho tiempo: El dinero y una mujer endemoniadamente guapa que duerme contigo cada noche y encima es tu esposa.

Me acosté con Amelia y ¡Joder, fue la mejor noche de mi vida!

¿Como es posible que sea tan guapa, celestial y tan sexi al mismo tiempo?

Yo tenia sed y ella estaba muy mojada.

Me volteo sobre mi eje porque la luz me molesta alguien gruñe.

- ¡Joder Silas, hazte para allá!.- Me empuja y gruño.- ¿No tienes que ir a trabajar Berkshire?

Y es ahi cuando despierto de golpe y me caigo de la cama.

-¡Otras!.- Grito desde el piso y Amelia se parte en carcajadas, ¿Porque ese colchón es tan alto?

- ¿Estás bien?.- Pregunta entre risas.- ¿Te ayudo?

La fulmino con la mirada y ella vuelve a reirse.

- ¿Puedes ser amable y sacarme ropa?.- Pido y ella asiente como un buen conejito.- Luces muy guapa en esa camiseta.

Ella mira lo que trae puesto y me guiña un ojo, esta mujer me va a matar.

Me meto al baño y termino todo en diez minutos, necesito ser rápido o no llegaré a la reunión de las 10:00am. Cuando salgo encuentro un traje negro, una camisa gris y una corbata negra. Me visto y estoy a punto de colocarme la corbata cuando suelto una maldición.

- ¿Quien tuvo la puñetera idea de crear estas cosas?.- Vocifero y alguien rie a mi espalda.- ¿De que te ries tu ahora?

Me giro a ver a Amelia que ahora tiene un albornoz de seda blanco, lleva el pelo recogido en una cola alta y luce muy hermosa, ¿Como es posible?

- Ven, te ayudo.- Le entrego el trazo de tela y ella rie.- Es como si no lo utilizaras diariamente.

Ella levanta el cuello de mi camisa y hace su magia.

- Eso no significa que me guste usarlas.- Mascullo cuando tocan la puerta.- ¿Que es eso?

- El desayuno genio.- Ella va a abrir la puerta y pasa un chico con un carrito, se le queda viendo.- Muchas gracias.

El chico asiente y vuelve a mirarla, ¿Es que nadie cae en cuenta que estoy presente cuando ella esta cerca?

- Joven ya se puede marchar.- Digo y el joven se aclara la garganta antes de salir espaborido de la habitacion.- Esto va a traerme muchos problemas.

Amelia enarca una ceja ycon diversión y acomoda la corbata.

- Guapo.- Dice y me rio.- ¡Niñas, a desayunar!

Y entran dos terremotos empijamados pasan a la habitación y me echo a reir. ¿Asi sera todo desde ahora? Es muy interesante.

- Hola pa.- Ava me besa y luego mira a Amelia.- ¡Oye, que guapa!

Ella se echa a reir y luego viene Laura.

- Para guapo está Silas.- Me regala otro beso en la mejilla.- Amelia necesita un manita de gato aun.

- ¡Ah caray!.- Masculla la aludida y nos echamos a reir.- Va, a desayunar que papá debe irse.

Nos sentamos a desayunar y las niñas comparten todo lo que quieren hacer, es increible lo mucho que unas niñas pueden cambiar un viaje de negocios, es adorable ver los gestos sorpresivos de Amelia cuando Ava dice alguna cosa o derretirme cuando Laura comenta lo bien que la pasa conmigo, ¡Tengo otra hija!

Amelia; anoche soñé contigoWhere stories live. Discover now