Capítulo 25

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Silas

He conocido muchas mujeres en mi vida: latinas, europeas, asiáticas, rubias, morenas, castañas, pelirrojas e incluso mestizas, de cuerpos menudos y otros exuberantes pero entre todas esas solo dos han llegado un poco mas allá.

Monique y Amelia; dos mujeres tan distintas y que de solo pensar que han podido ser mías me han un jodido capullo engreído pero feliz.

Desperté con el pelo de Amelia en medio de mi cara, su cabeza en mi pecho y nuestras piernas entrelazadas, ese exquisito olor a canela y vainilla que siempre usa, su menudo cuerpo encanjando a la perfeccion en la curvatura del mío y la placidez de su respiración me robó rápidamente la mia y de paso, una sonrisa.

Nathan tiene razón, no le propuse que se casara conmigo en ese momento de debilidad solo porque necesitaba ayuda, lo hice porque esa doctora que mi hija tanto alaba es verdaderamente especial y me embrujo desde el primer día.

Con sumo cuidado la dejo de su lado de la cama y me meto al baño, luego a vestidor y como era de esperarse ya cuando regreso al cuarto, ella está saliendo del baño.

Es tan madrugadora incluso cuando tiene dias post-guardia y eso me encanta.

- Buenos dias.- Digo cuando la veo tomar un jean de su lado del vestidor algo adormilada.- ¿Dormiste bien?

Ella asiente con la cabeza y suelta un bostezo, eso me hace sonreír, me acerco y dejo impulsivamente un beso en su cabello, es tan pequeña que la hace adorable.

Se coloca el jean y me deja ver su torso bien formado con un sostén beige, ni siquiera se como lo hace si no acude al gimnasio, luego se echa por encima un sueter gris y se coloca el pelo en lo alto de su cabeza, todo sin mirarse en el espejo y luce perfecta.

- ¿Que vas a hacer?.- Pregunto cuando la veo calzarse unas ballerinas, me mira y sonríe.

- Alguien debe despertar a Ava.- Ella es tan dulce, ¿Porqué la estuve tratando tan mal este tiempo?.- Y si Laura está bien, se que querrá ir al colegio.

Asiento y termino de abotonarme la camisa para luego hacerme la corbata, tantos años de practica y odio ese nudo, Amelia se coloca frente a mi y toma el trazo de tela, hace un nudo perfecto y sonríe.

- Guapo.- Eso me hace sonreír aun más.- Vamos, yo despierto a las niñas y tu abres el diario.

Le pego un pequeño azote en el trasero y salimos juntos de la habitación, ella se va al lado de las niñas y yo bajo las escaleras hasta la cocina.

Se siente como una familia funcional

- Buenos dias señor.- Saluda Mila en cuanto entro en la cocina.

- Buenos dias Mila.- Respondo y procedo a preguntar por Laura en serio me preocupa la salud de esa chiquilla.- ¿Como está Laura esta mañana?

- Bien, pasó muy bien la noche.- Mila continua ayudando a Gina a preparar el desayuno y yo empiezo a leer en diario hasta que siento presencia en el comedor, Monique ya está aqui, ¿Porqué no esta arriba? Se supone que deberia acercarse a Ava, por eso dijo que está aqui, ¿No?

Saluda y asiento no muy interesado hasta que llega Amelia y se sienta a mi lado, Gina coloca los cafes y el desayuno en nuestros lugares hasta que Amelia habla.

Amelia; anoche soñé contigoNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ