El recuerdo de su mirada perdida vagando por mi cuerpo seguía consumiéndome poco a poco. Incluso cuando abría los ojos la sensación seguía en mi piel, erizándola como si el realmente estuviese frente a mí. Sin embargo, no importaba cuantas veces repitiese esa escena en mi cabeza, su mirada siempre tenía un deje de algo diferente. A veces era su tristeza intacta, otras veces era miedo, rabia, inseguridad, rechazo, asco, traición, a veces incluso sentía su mirada tan vacía como yo.

Iba a volverme loca en cualquier instante si no hablaba con él, si no me quitaba esa sensación de su mirada que tanta energía me arrebataba. El ultimo recuerdo que tenía suyo era ese intento de despedida en medio de la universidad donde el dejó bastante claro que no me quería cerca de él. Lo poco y nada que sabía su vida era lo que me contaba SeoYeon y realmente moría por tomar mi celular y llamarlo o dejarle mil mensajes.

Pero entonces sus palabras me atacaban obligando a mis dedos a quedarse congelados.

"¿Qué crees qué haces? ¿No te había dicho que no quería estar cerca de ti?" 

Él no quería que lo molestara.

Pero era tan injusto, incluso los asesinos van a juicio ¿Y yo no merecía la oportunidad de dar mi pobre, pero no por eso menos importante, versión de los hechos?

¿Yo no tenía derecho a pedir disculpas? Aun si después de eso no volvíamos a hablarnos nunca, necesitaba disculparme y sacarme tan solo un poco de este peso que tenía en el pecho. Aliviar, aunque sea un poco mi desesperación y calmar mis ansias de una vez por todas.

Vi al reflejo del espejo con una gran mueca de disgusto en el rostro mientras miraba el desastre que había hecho con el conjunto de ropa que había elegido. Hacía el calor suficiente como para poder usar una pollera sobre una calza fina, solo que mi habilidad para elegir un suéter que le quede bien al corte acampanado de la pollera negra era terriblemente baja. Finalmente desestimé la prenda color violeta, negando con la cabeza en un movimiento tan frustrado que me despeiné por completo.

Pero mi pelo mí no fue lo único que se alborotó con fuerza. Mis ideas comenzaron a rebotar completamente descontroladas dentro de mi cabeza, como si las hubiese revuelto y ahora trataban de acomodarse a duras penas y, mientras me miraba al espejo tratando inútilmente de arreglar mi pelo, un sentimiento de vergüenza me invadió.

No era la primera vez. Ciertamente, era un estado que iba y venía. Solía llegar en los momentos menos esperados y aleatorios para marcharse y dejarme hecha un mar de inseguridad.

Me daba vergüenza pensar en la forma en la que algunos estudiantes me miraban, como si ya supiesen toda la historia detrás de mi trabajo, me daba vergüenza que todo el mundo me haya leído en un estado de vulnerabilidad aun si nadie sabía realmente todo lo que había detrás de mis palabras, me daba vergüenza saber que alguien de mi ex-grupo de amigos podía leerlo porque de esa manera sería muy evidente para ellos saber a lo que me refiero.

Me aterraba la idea de saber que Taehyung podía leerlo, odiaba el hecho de que también podía llegar a las manos de EunJi, ya que, aunque estuviese escondido, hablaba abiertamente del plan que Jungkook y yo habíamos hecho.

Y finalmente el gran problema, la gran incógnita que me dejaba muda por horas y horas mientras me perdía dentro de mis pensamientos y teorías: ¿Jungkook lo habrá leído?

El solo pensar en la idea me aterraba completamente.

Y es que, al momento de escribir el trabajo estaba demasiado alterada, ni siquiera me había tomado un tiempo para pensar las cosas en frío, solo destilé todo el enojo, decepción y una gran confusión por unos sentimientos que acababa de adoptar creando así un trabajo que lo había retratado como a una mala persona.

FRDZ: Friendzone |J.JungkookWhere stories live. Discover now