Harley entró a la oficina de Harry y lo encontró revisando unos documentos.-Buenas tardes, Harold.
-Harry.
-Es lo mismo.-Se sentó sobre el escritorio y le quitó el documento que leía.-No firmes este, es un mal acuerdo, ganan ellos más que tú. Una mierda de acuerdo, si me permites decirlo, espera... ya lo dije.-Sonrió y tiró al suelo el papel y tomó otro.-Firma este, ganas más tú que ellos, me gusta.
Harry suspiró.-No puedo hacer, quiero un acuerdo justo.
-Bien, si quieres eso, haz que ellos no te den tantos recursos, así ellos no perderían tanto y todos contentos, de hecho puedo enviarte el nuevo acuerdo en la tarde por email.
El mayor sonrió.-Eres bueno para los negocios.
-He ido algunas veces con mi papá a su empresa.
-¿Él te enseñó a manejar esto?
Se rió.-No, fue Pepper, ella es quien maneja la empresa, mi padre va en ocasiones.
-¿Ella es la ex de tu papá?
-Aja.-Siguió leyendo los documentos.-Cuando nos conocimos estaba con ella.
Harry sonrió.-¿Cómo lo conociste?
-Oh, llegó a mi casa y cuando llegue a ella, él sólo estaba ahí, necesitaba arreglar uno de sus trajes y me obligo a que le hiciera un sándwich.
-¿Tu madre?
-Trabajando.-Sonrió al recordar a su mamá.-Intenté que él me trajera, pero no quiso. No le importó que estuviéramos conectados.
-¿Lo chantajeaste?
Miró a su novio.-Yo sólo tenía frío. A él no le importó y me dejó ahí. Es un asco este acuerdo.-Tiró el papel al suelo.-¿Sabes algo?
-¿Qué pasa?
-Sólo diré que tu novio va a cumplir 17 años pronto, así que...-Se encogió de hombros.-Esta vez, te quiero temprano allí, no a ultimo momento, haciendo que yo sienta celos porque podrías estar teniendo sexo con alguien y por eso no me enviabas ni un mensaje.
Harry tomó su mano y la besó.-Te prometo que estaré allí y nos besaremos en la entrada de la torre como aquella vez.
-Un muy buen plan, Harry.-Sonrió.-Esta vez tendrás que besarme tú.
-Con gusto.
**********
-¿Antonia?-Miró la caja y no veía a su niña.-¿Antonia? Clint, ¿Dónde está?-Le preguntó a la hormiga con la pequeña cámara.-No sabes, no sabes.
Scott entró a la habitación y miró raro a su esposo. ¿Por qué estaba gritándole a las hormigas? Ellas no le entenderían.-¿Sam, amor?
-¿Dónde está?
-¿Dónde está quien?
Sam suspiró.-Antonia, ¿Quién más?
-Pues ahí.-Apuntó la caja.-¿Dónde más?
-No está. Scott, mi hormiga desapareció.-Sam negó.-Ella debe estar por aquí, en algún lugar, lo sé.
Scott miró como Sam recorría la habitación llamando a la hormiga, pero no había rastros de ella por ningún lugar.-¿Sam?
-No está.-Sam se sentó en la cama.-Perdí a mi niña.
Su esposo se sentó a su lado.-Está con Hope.
-¿Qué? ¿Por qué mi hormiga está con tu ex, Scott Lang?
-No me mires así, Sam.-Scott suspiró.-Es una de las hormigas que más uso en mis misiones, su padre va a hacerles unos trajes para que estén más seguras y quiso empezar por Antonia porque sabe lo mucho que aprecio a esa hormiga en particular, así que no desapareció ni nada parecido, así que deja de alterarte.
-¿Por qué no me dijiste eso? No sé. "Tranquilo, Sam. Ella está bien, sólo le harán un traje para que nada malo le pase."
Scott sonrió mirando a su esposo.-Ahora dime que es divertido ver a alguien llorar por su hormiga.-Le pegó con la almohada.-Vamos, Sam, dímelo.-Le volvió a dar con la almohada.-Dilo.
-Nunca.-Agarró una almohada y se la tiró a la cara a Scott.-Heriste mi corazón.
-Lo siento, Simón.-Se rió de la cara de Sam.-Oh, te amo.-Acarició el rostro de su esposo.-Y también amo que tú me ames y que ames tanto a mis chicas, Cassie incluida.
-¿Cómo no voy a amarlas, Scott? Son parte de ti.
**********
Wanda suspiró mientras leía su libro de cocina, en ningún momento volteó a ver a Visión, aún cuando éste la miraba fijamente.-¿Puedes dejar de mirarme? Me asustas.
-Wanda...
-No.
Visión se sentó a su lado.-¿Sigues enojada?
-No, Visión, si estoy que saltó de la alegría.
Él la quedó mirando.-¿Eso era sarcasmo? Sabes que no lo entiendo.
-Obvio lo era, no me ves saltando.
-¿Eso quiere decir que los conejos brincan de alegría? Ese dato no lo sabía.
Ella miró a su novio.-Los conejos brincan porque se les da la gana.
-Oh.
Cerró el libro.-Visión, seamos claros sobre algo. Tú a veces dices las cosas sin pensarlas, eres un jodido Stark.-Le pegó con el libro.-¿Por qué tienen que ser iguales, malditos?
-¿Qué dije ahora?
-¿Qui diji ihiri?
Visión la miró.-¿Qué?
-Nada, Visión.-Ella suspiró.-Mira, yo te adoro, pero no te adoro cuando vienes a decir que sabes más que yo en la cocina o creas que tienes derecho a opinar sobre mi vida.
-Soy tu pareja. ¿Por qué no podría opinar de tu vida, Wanda?
-No cuando vas a criticar todo lo que he hecho.-Ella se colocó un mechón tras la oreja.-Hice lo necesario para vivir y sé que la idea de que mi hermano y yo quisiéramos herir a Tony no te agrada, pero debes entender que desde que era una niña, pensé en él como el hombre que me arrebató a mis padres y destruyó mi vida.
Visión tomó su mano, pero ella se soltó.-Wanda, por favor.
Ella lo miró con los ojos llorosos.-Es que tú no entiendes, Visión. Oírte decir que fui una persona horrible en mi pasado, me dolió. ¿No entiendes eso?
-Si, lo entiendo, Wanda.-Borró la lágrima que caía por su mejilla.-Lo lamento tanto, es que sabes que no suelo medir las palabras en ocasiones. Tú eres la persona más hermosa que he conocido, pero tienes un pasado duro, lo sé, lamento decir eso.
-Te amo, sabes eso.
-Te amo, también.-Visión besó su frente.-No tienes idea de cuanto.
Wanda sollozó.-Te odio también.
-Puedo con eso.
Ella se rió.-Si vuelvas a hacerme llorar voy a romper tu capa.-Lo apuntó.-Y sé cuanto la amas, Visión.
-No, todos menos la capa.
