-¿Qué dices de un pastel de chocolate?
James sonrió mirando al menor.-Acabas de leerme la mente, Bruce Banner. Nada como terminar una salida en bicicleta con un pastel.-Sonrió.-¿A dónde vamos a ir?
-Al local ese que te gusta.-Bruce sonrió.-Noté que amas mucho su pastel, así que vamos ahí, además tienen un té de menta que amé.
Una vez llegando al local, ambos dejaron sus bicicletas en la pared. Se sentaron en una de las mesas de afuera, así podían mirar las bicicletas, no querían que se las robaran.
El mayor al sentarse comenzó a jugar con el servilletero, Bruce no se sorprendió en esas semanas había notado que James era como un niño en algunas ocasiones, era adorable la forma en que reaccionaba cuando descubría algo nuevo.-Tony me ha contado que te gustó ir a la biblioteca.
-Si, leí algunos libros de historia. No sé mucho que pasó en todos estos años y quise descubrirlo. No sabía que había más guerras.-James apoyó su cabeza en su mano.-Es interesante todo lo que ha pasado. ¿No crees?
-Si, lo es.-Bruce sonrió.-¿Qué hay de las películas? ¿Haz visto algunas?
James negó.-No. No sé que ver en realidad, no quiero una película muy cursi o aburrida.
-Podrías pedirle a Viernes que te seleccione las mejores películas de estos años, seguro encontrarás algunas muy buenas.-Le quitó el servilletero a James.-Deja eso. Estás rompiendo todas las servilletas.
James tomó el servilletero haciendo que su mano chocara con la del menor.-Lo siento.-Quitó su mano.-Es sólo que....nada. ¿Cómo vas con lo de Nat?
-Aún no me lo creo.-Bruce soltó el servilletero y suspiró.-Pensé que lo mío de ser padre ya no pasaría nunca, pero ahora es real y es difícil de aceptar.
-Eres feliz. Se nota.
Bruce asintió con una sonrisa.-Lo soy. Tendré un hijo con la persona que amo, eso es algo increíble.
-Si.-Susurró.
-Hola. ¿Qué puedo servirles?-Una chica rubia les sonrió.
-Oh, si quiero un té de menta, dos pasteles de chocolate y un café doble.-Bruce sonrió.-Y algunas galletas.
La chica asintió.-Perfecto.-Ella anotó las cosas en su libreta.-Y sólo quiero decirles algo.-La rubia sonrió.-Hacen una hermosa pareja.
-Oh, no...-La chica se fue antes de que pudieran decir algo.-Wow.
James se rió.-Deberías sentirte halagado, Bruce. Te acaban de decir que nos vemos hermosos. Ya lo sabía de mi parte, soy hermoso.
-Me siento así.-Bruce se rió.-Me gusta que al fin notes lo que eres, James.
-Si ya entendí. Nada de sentirme menos persona por los problemas que tenga.
El menor asintió.-Eres increíble así tal como eres. Aunque tengo curiosidad sobre algo.
-¿De qué?
-De como lucías antes.
-Tenía mi cabello más corto.-James sonrió.-Y un brazo.
Bruce estiró su mano y tocó los dedos de su brazo de metal.-No lo sé, creo que me gusta el brazo. Es algo distinto, pero se ve bien en ti, James.
-Creo que eres el primero que me dice que el brazo se me ve bien.-James movió su mano de metal tocando la mano del menor.-Lo genial de esto es que puedo golpear a alguien muy fuerte.
