Abrió su casillero, metió sus libros y sacó uno para la clase que le tocaba en media hora. Miró a su alrededor, se sentía algo raro estar aquí mismo. Hace unos meses se sentía tan débil, entendía porque no había luchado nada cuando ese hombre lo atacó. Él sólo se había cansado de luchar.
Suspiró. Cerró el casillero.
Ahora las cosas parecían estar bien. Su relación con Wade estaba en los mejores términos, pero tenía miedo, tenía miedo de volver a caer, de volver a sentirte tan débil.
-Pon una sonrisa en tu rostro, Peter.
Sonrió volteando a ver a la rubia.-Gwen, estoy sonriendo.
-Gracias a mí. ¿Por qué tan apagado?
Se encogió de hombros. Tenía una buena amistad con la rubia, pero en verdad no quería hablar sobre lo que le pasaba.-Sólo estoy cansado. ¿Y tú? ¿Por qué tan feliz?
-Mi padre finalmente dejó de preguntarme sobre con quien salgo, a donde voy.
-Así que ya no está tan encima de ti.-Sonrió.-Bueno, ¿Qué dices de ir por un helado en el receso? Se debe celebrar que tu padre ya no te pregunte cada segundo donde estás y con quien.
La rubia se rió, pero asintió.-Eso suena bien. Quiero un helado de...
-Vainilla con chispas de chocolate. Lo sé.
Gwen sonrió.-Tú y tu buena memoria.
-Siempre.-Se rió.-¿Nos vemos en la salida bien?
-Bien, te esperaré ahí.-Gwen asintió.-Nos vemos. Debo correr a comer algo y luego ir a mi clase.-La rubia le dio un beso en la mejilla.
Miró a su amiga hasta que desapareció al entrar a un pasillo. Se apoyó en el casillero.-Sólo una clase más y ya.
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-¿Quién es la niña preferida de Tony?-La niña se rió en los brazos del mayor haciéndolo sonreír.-Oh si, eres tú. Si, es Frigga.
El castaño sonrió viéndola.
-¿Tony?
Se dio la vuelta encontrándose con su esposo.-Steve, ya volviste.-Caminó hasta él.-¿Quieres cargarla? Yo ya me aburría cuidándola.
El rubio negó, pero aún así tomó a la niña entre sus brazos.-No parecías aburrido.
-Pues lo estaba.
-¿Por qué no admites que amas a los niños?
-Porque no lo hago.-Sonrió.-¿Qué tal la misión esa? ¿Golpeaste a muchos idiotas o no?
Steve asintió.-A muchos con la ayuda de Sam. ¿Qué pasó aquí mientras no estaba?
-Bueno, Peter ya decidió el departamento al que se irá, Visión casi nos intoxica con una comida y Harley andaba preguntando de sexo.
-Wow.-El mayor suspiró.-Dime que todo resultó bien.
-Si. Inesperadamente todo resultó bastante bien.-Sonrió.-Nuestros hijos son unos grandes chicos. Uno ya se va a ir de aquí.-Hizo una mueca.-No quiero.
Su esposo se acercó a él.-Tony, ¿No haz pensado que te afecta aún más ver a los chicos con sus hijos?
Se encogió de hombros sin responder nada.
-Tony.
-Puede ser. ¿Qué importa eso, Steve?
-Vamos a cumplir un año de casados, Tony. Te conozco lo suficiente para saber que si te afecta esto.
Miró a su esposo.-¿Qué se supone que diga, Steve? Tenemos tres hijos y si, cuento a Visión a pesar de que sea más maduro que todos aquí, pero no puedo sólo decirte que tengamos a otro hijo porque sería demasiado ¿No crees?
Steve con su mano libre tomó su mejilla.-Anthony, me casé contigo al mes de estar juntos, aún no nos casábamos y asumí ser un padre para Harley como para Peter, Visión puede cuidarse solo.-Un beso fue dejado en su frente.-¿Crees que no puedo entender que quieras otro hijo? Además vamos a tener un año desde que nos casamos, amor.
Asintió.-Entonces, suponiendo que yo te pidiera adoptar ¿Tú que dirías?
-Bueno, si me lo dices...
-Suponiendo que te lo diga.
-Ok. Suponiendo que tú me lo dijeras, yo aceptaría.
Sonrió.-¿De verdad?
-Si, Tony.
El castaño sonrió y le besó la mejilla a su esposo.-Te amo.-Acarició la mejilla de la pelinegra.-Si, a ti también, niña.
Frigga sonrió tomando su mano.-Creo que a ella le agradas demasiado.
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Se rió del pésimo chiste de Gwen.-Eso fue patético.
-Fue el mejor chiste de la historia, Peter.-Ella le tiró su servilleta a la cara.-Sólo estás celoso de mi humor tan increíble.
-Si, claro.-Se rió y su celular sonando los interrumpió. Sacó el celular de su chaqueta en la pantalla se leía.
Llamada entrante de "Amor"
Contestó de inmediato.
-¿Wade, pasa algo?
-¿Dónde estás?
-Salí con una amiga. ¿Qué pasa?
-Peter quedamos en que te iría a buscar para ir a ver lo del departamento.
Oh. Se había olvidado completamente de eso.-Yo...
-¿Lo olvidaste no es así?
Rodó los ojos.-Lo lamento. No es tan malo, Wade. Podemos ir otro día.
Escuchó el bufido de su novio.-Te dije que mañana tengo una misión.
-Vamos otro días, entonces, no es el fin del mundo, Wade. Es un maldito departamento y ya.
Gwen suspiró y se paró de su asiento.-Iré al baño.-Susurró.
Asintió.
-Si, sólo un departamento. Lo entiendo.-Cerró los ojos.-Bien. Nos vemos en una semana, Peter.
-Wade yo...-La llamada llegó a su fin.
Bloqueó el celular, dejándolo en la mesa.
Entendía porque Wade había cortado, no quería empezar una pelea y él menos, pero no pudo evitar hablarle de esa manera, él nunca era tan cortante con su novio.
-¿Peter? ¿Todo bien?
Abrió y los ojos encontrándose con la dulce sonrisa de Gwen, esa sonrisa que lo volvía loco cuando habían sido novios. Siempre había hecho todo lo posible para verla sonriendo a pesar de que su relación no había sido nada fácil por el padre de la rubia, a él no le agradaba para nada y nunca había entendía el porqué de eso.-Si, todo bien.
Gwen se sentó frente a él.-Mi madre me envió un mensaje, en unas horas irán a comer a un restaurante de comida china. ¿Quieres venir? Prometo que mi padre no te dirá nada malo esta vez.
-Si, me gustaría. Amo la comida china.
-Creí que te gustaba la comida mexicana.-La rubia lo mira confundida.-Ya sabes, siempre te veía comiendo esa.
Si, esa comida tenía un lugar especial para él.-Si me gusta, pero no me haría nada mal cambiar un poco.
-Bien. No hagas burlas sobre mi padre o su trabajo.
Bufó.-No me quites las ganas de ir.-Se rió junto a la rubia.
