Cariño, amor, nena, panda y cada apodo cursi el cual olvide porque lo cursi no es lo mío, lo sabes.
Me dijiste que creías no tener nada de especial.
No es así.
¿Te preguntas porque me fijé en ti cuando habían muchas otras lectoras?
Si, hay muchas lectoras y la mayoría de ellas me ha acompañado desde el principio y tienen un lugar especial en mi corazón. Y las amo.
Pero, tú eres diferente.
Siempre lo fuiste.
No recuerdo nuestra primera conversación, no sé si te dije algo estúpido o algo absurdo, no lo sé.
Sólo sé que te ha convertido en alguien tan especial para mí que les dije a todos que eras mi prometida.
Amé cada comentario tuyo.
Yo sólo quería hablarte, pero jamás me atreví, lo hice luego de mucho tiempo.
Algunos de mis capítulos sólo los subía para ver tus comentarios.
Respondo casi lo que comentas porque me da la oportunidad de hablar contigo aunque sea unos momentos.
Dejo de escribir por estar pendiente de lo que comentas o lo que me respondes.
Adoro esa forma tan hermosa que tienes de expresarte.
La cursilería en nuestras conversaciones.
Tus celos, los amo.
¿Como no iba a fijarme en quien me comentaba tanto?
¿Como no fijarme en la persona que me hace sonreír con un sólo comentario?
Te adoro.
Hice una absurda actividad en uno de los chats, sólo para saber tu nombre. Y desde ahí no lo olvidé.
no podría olvidarme de ti.
Te adoro.
Me haces ser tan cursi, empalagosa, no soy yo misma.
¿Como puedo escribir cosas malas si sólo estoy feliz?
Arreglas mis días malos y los buenos, los mejoras aún más.
Y una cosa, sólo sonríe bien.
Te amo.
Mira lo cursi que acabo de hacer y escribí esto porque lo mereces.
Tú mereces cada palabra cursi mía.
Todas.
Y gracias por quedarte a hablar conmigo hasta tan tarde.
Espero estés sonrojada, amo el sonrojo, más si tú lo tienes, amor.
Te amo, Joana.
¿Ya entendiste lo especial que eres para mí o debo escribir más?
