EP. 1 "¡¿Hiatus?!"

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El espacio en la nueva sala de prácticas era considerablemente amplio, demasiado habría que destacar.

Desde una sala con el tamaño de un baño portátil a una habitación con el tamaño de 10 buses, era una diferencia choqueante, pero grata.

Hoseok ni siquiera podía hacer una vuelta de carro en la sala que solía usar hace 5 años, antes de su debut, pero ahora, como la figura más famosa internacionalmente de Corea del Sur es tenía esos privilegios. Algo que aún no podía tragarse por completo.

¿Estaba soñando? ¿Se había desmayado de tanto practicar y todo eso es producto de su ambiciosa imaginación? ¿Es posible que no tenga las miles de maravillosas fans que siempre lo apoyaban y coreaban su nombre, junto con el de sus compañeros?

No, ¿Cierto?

Después de todo era la mera evidencia de que todo era verdad, hasta el último detalle estaba pasando. Sentía miedo, pero al mismo tiempo una gran alegría.

—Hey, ¡Hobi! —saludó de forma enérgica y alegre. Taehyung era el que más se acoplaba a su manera alegre y brillante de ser, aunque.... Naaah, todos estaban igual de locos —¿Estás esperando que la sala se convierta en chocolate derretido o por qué la miras de manera tan fija? —cuestionó el menor, pasando sus brazos por los hombros de su amigo e intercambiando miradas entre la pared, con el logotipo de su compañía, y el rostro concentrado de el mayor.

—Me pregunto —comenzó con la respuesta — si algún día despertaré y todo esto va a desaparecer, como si nunca hubiese exis...

—¡¿Hablas en serio?! —interrumpió obviamente impresionado, sin poder creer lo que oían sus preciosos oídos—. Hobi, en estos momentos no deberías ser humilde con respecto a lo que te mereces. Has trabajado hasta el cansancio para llegar a la cima, todos lo hemos hecho. Hemos trabajado hasta los huesos para tener todo esto —le dijo el castaño, tratando de sacar esas ideas de la cabeza de su amigo—; fans, dinero, comebacks seguros, nuestra familia sin dificultades financieras, ¡la señora Min finalmente pudo abrir su restaurante café gracias a Suga! —le hizo entender. Porque era cierto, todo lo que veía se lo había ganado con su sudor y esfuerzo. —Te mereces tenerlo y disfrutarlo, Hobi.

Hoseok no es el tipo de personas que dejaba que algo así se le subiera a la cabeza; su amigo tenía razón con respecto a que todo eso se lo ganó, pero tampoco quería sonar como un maldito ególatra diciendo "me lo merezco", lo mejor era no dejar de ser humilde, pero tampoco debería llegar al extremo de decir que no se merecía nada de lo que veía, después de todo, aquello lo logró gracias a ARMY, ARMY se lo dió a él, y él lo va a aceptar con mucha gratitud.

—Bien, ya entendí, Tae.

—Ojalá que se te meta bien en esa cabecita de caballo, Hoseok.

—Por qué me consuelas y luego me lastimas.

—Supongo que es parte de mi ser —dijo sonriendo con diversión.

—Tu ser de alien.

—¡No deberías tratar así a tu amigo, Hobi! —dijo fingiendo estar ofendido y triste.

—Yo soy tu hyung, Taehyung. Si juegas con el toro te tocan los cuernos.




Luego de haber estrenado un poco esa sala de baile entre los dos, Jungkook se les unió y después de unos minutos Jimin, quién dijo que su líder los necesitaba con el CEO. Aunque poco le hicieron caso, ya que luego de 30 minutos sin uno de los cuatro haber sacado un pie de la sala invadida en música y chicos bromeando, sudorosos por bailar, divirtiéndose, un Seokjin rojo y molesto azotó la puerta. Ninguno iba a tener cena ni desayuno después de cómo los llevó hasta la oficina del CEO, especialmente Jimin a quien le habían confiado el deber de traer a los demás a la oficina, no unirseles.

Cuando finalmente llegaron a la oficina, Jungkook, Jimin, Taehyung y Hoseok traían sus orejas rojas por los tirones que Seokjin les daba si se quedaban atrás o se ponían a hablar.

Seokjin tocó a la puerta, y enseguida abrió: —¿Bang PD-nim? Ya están a... —Jin se quedó a mitad de frase cuando abrió de par en par la puerta y vio a su CEO, aquél hombre mayor tan maduro y serio que era casi como un tío o un padre para ellos... Besando un trofeo.

Todos lo quedaron viendo como si fueran niños de cuatro años viendo una película para adultos mientras el señor Sihyuk despegaba lentamente sus labios de la pieza de metal color dorado, y la dejaba lenta y suavemente sobre el estante que le pertenecía. Se aclaró la garganta y dijo:

— Pasen. — Les indicó con los ojos que lo que acababan de ver, debían guardarlo en las profundidades de su ser porque si no les iba a costar. — Esperemos por su líder, no debe tardar. —sugirió, aunque los chicos al no poder oponerse era más bien una orden.

Todos miraban asombrados esa oficina, pues comparada con las anteriores, esta triplicaba el tamaño con el que inicialmente comenzaron, la habitación en la que por primera vez habían sido llamados para decirles que iban a debutar como un grupo, ahora en sus recuerdos era tan pequeña como una caja de zapatos, y esta tan grande como el comedor de un restaurante 5 estrellas. El sillón de terciopelo rojo tenía al menos tres metros de distancia con el escritorio de su CEO, los otros sillones individuales color azul príncipe y naranja ocre.

Aunque al final, todos terminaron observando de manera incómoda aquel trofeo, con marcas por su cuerpo entero.

— Ya dejen de mirarla de esa manera, —amenazó su CEO, para terminar su advertencia con un susurro celoso bastante audible, en realidad.— degenerados.

Si no fuera porque el líder de ese grupo llegó justo a tiempo esos 5 chicos habrían estallado en carcajadas.

—Estoy aquí, Bang PD-nim. — Cerró la puerta.

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2018 ⏰

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No llores, hermosa. [Jung Hoseok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora