" BLOOD" (Sehun y tú)

•Epílogo•

Narrador Omnisciente.
Muchos dicen que los vampiros no pueden "enamorarse" ni mucho menos sentir cariño por alguien más, todos son creyentes de los mitos que la gente creo sobre éstos "seres" como los  llaman la mayoría de las personas y tal vez si lo sean pero no porque ellos hayan querido sino porque estas personas hicieron lo posible para no desaparecer, tampoco escogieron serlo. A los Salvatore como muchos conocen fueron engañados totalmente por Katerina Petrova, una vampiresa a la cual no le importaba si ellos estaban bien o por lo menos manejaban esa nueva sensación, hasta que las hermanas Hopkins se atravesaron en su camino. No en el mal sentido, sino al contrario les ayudaron en su martirio.

Los vampiros, no siempre son como la gente cree, sí, son seres que se alimentan de sangre pero cabe destacar que no todos son iguales, así como ellos también existen más especies; por ejemplo: los demonios, los licántropos, las brujas, los magos, híbridos, etcétera.

En fin, está familia la cual fue creciendo más y más hasta lograr tener un lazo que los unía como tal, así no fueran del mismo linaje ellos la crearon. _____ y Sehun nos demostraron que a pesar de la barrera que les impedía ser uno mismo, como ella siendo un vampiro y él un humano que por ella fue capaz de darlo todo incluso su propia vida, lograron sobrepasar cada una de los obstáculos que se los impedía hasta que finalmente lograron estarlo.

—¡_____! ¿Estás lista? —le llamaba su hermana menor desde el piso de abajo.

Todo estaba listo, en el patio trasero todo decoraba el ambiente, aún no podía creer que Lea fuera a unirse en matrimonio con su hermano mayor. Finalmente ambos se habían declarado el amor que se tenían mutuamente y que ninguno quería aceptar.

—¡_____! —nuevamente escuchó a su hermana y tuvo que responderle o sino gritaría por ella otra vez.
—¡Ya voy! Deja de gritar, joder —respondió bajando las escaleras con cuidado. Un mal paso y se iba de bruces al suelo con los tacones que Lea le había obligado a ponerse e incluso un vestido poco digno de ella, digamos que no eran muy de su agrado. Ni mucho menos si éstos se trataban de vestidos largos.
—Entonces apúrate sino quieres que siga gritando, venga mujer tenemos que posicionarnos en nuestro lugar antes de que Lea entré —le dijo su hermana ayudándola a bajar.

La mayor bufó rodando los ojos, esto de las bodas definitivamente no era lo suyo por suerte Sehun estaba ahí con ella acompañándola. Ambas caminaron un poco despacio pero apuradas, esos vestidos no les permitía moverse con rapidez. Pues Lea las había elegido como sus damas de honor junto a Blair y Linn quien ya vivía con ellos y se había echo muy cercana a la otra bruja, y por lo tanto llevaban el mismo vestido.
Llegaron lento pero seguro, los tacones no eran muy buenos amigos con el pasto que había por suerte habían puesto una plataforma donde sería lo demás.

En el lado izquierdo estaban ellas, posicionadas en el orden que Lea les había asignado un día antes la primera era ___ seguida por Aria, Blair y Linn. Todas traían su pequeño ramo en las manos; frente a ellas se encontraban los acompañantes de cada una, por descarté debemos saber que habían escogido a sus respectivas parejas Sehun, Baekhyun y Chanyeol yacían al costado de Damon quién ya estaba impaciente esperando a su prometida, Linn como no tenía pareja Stefan fue el caballero que se ofreció a acompañarla ese día tan especial para su hermano mayor.

La espera se hacia larga, que incluso Damon ya dudaba de si su prometida se aparecería.

—¿Y sino viene? ¿Y si se arrepintió? —decía desesperado hasta que su hermano lo tranquilizó.
—Damon, va a venir. Lea te ama con toda su alma y no sería capaz de hacer eso, tranquilízate —repetía hasta que la música de entrada sonó y todo el mundo se puso de pie.

Frente a él, aparecía la mujer más hermosa que jamás había conocido en su larga vida, para él era como un ángel entrando a su vida. Verla vestida de blanco era simplemente un momento perfecto que no evitó que pequeñas lágrimas salieran. Definitivamente ella era la indicada, y cuando le propuso matrimonio ella no dudó en aceptarlo, dios fue el momento más preciado para él. Venía acompañada de Dominik, ambos tenían una enorme sonrisa en el rostro mientras caminaban hacia el altar. Lea saludaba a sus invitados evitando hacer contacto con el hombre frente a ella o se pondría más nerviosa.