Un Show Sobrenatural

5. El Principe Que Perdio La Llave De Su Corazon.

A Dean le venía valiendo mierda lo que todos pensarán acerca de la "tortura"

¡El no iba a cantar!

El rubio se sentía completamente estúpido mientras estudiaba la hoja con letras negras impresas.

Que estúpido, se dijo Dean, podría hacer algo de provecho en este momento.

Algún pobre diablo estaba tocando la puerta insistentemente.

—¡Pass...!—. Siseo el rubio mientras se quedaba a media frase.

Sam entró corriendo y despotricando cosas sin sentido.

—... Me da la cosa a que comienzo a sentir algo ¿alguna vez has estado enamorado? ¿No?, Es que no comprendo la magnitud de las cosas...— Bla,bla,bla y más bla—. ¿Me comprendes?

—Vale, te comprendo—. Dean intentó con su mejor cara sería

—¿Enserio?

Dean podía jurar que su hermano tenía cara de maniático y ligero Tic en su ojo izquierdo.

—Bueno, no, ¿me podrías repetir todo lo que dijiste, pero más despacio?

Sam lanzó una exclamación de enojo.

—Sammy —Murmuró Dean a mitad del berrinche de su hermano— Sam —Seguía sin responder—. ¡Sam Winchester!

Sam se quedó callado... y siguió hablando.

—... Claro, entiendo que te moleste que te recuerde el amor que sientes por Cass, pero...

¿Amor?¿Cass?... Oh mierda.

El cerebro de Dean se desconecto de su cuerpo.

¡3312, tenemos una emergencia, esto no es un simulacro! —Gritaba una voz de chica en su cabeza, que extrañamente sonaba como la difunta Jo—. ¡Vamos, vamos, vamos rápido, muevanse soldados!

¡Maniobras de evasión número 536!—. Grita otra vocecita, ¿Garth, eres tu?

Entonces su cerebro se vuelve a enchufar.

—No se de que me hablas— interrumpió Dean a todo el vómito verbal de Sam.

La vieja confiable—. Celebra la voz de un chico, sonaba terriblemente a Kevin

—Claro que sabes— Sam se mostró claramente ofendido—. ¿A caso no te gusta Cass?

Su cerebro se desconecto nuevamente.

¡Traegan los refuerzos!

¡¿Alguien a visto mi traje?!

¡Maniobras de evasión!

¡Adelante pelotón!

¡¿Alguien vio mi super traje?!

Dean se volvió a conectar.

—Yo siento amistad por Cass, Sam, ¿a qué viene todo esto?— Pregunto mordiendose la lengua— ¿Tu sientes algo por el?

—¡¿Yo?!— Pregunto incrédulo—. ¡¿Pero qué mierda te...?!

Se quedó callado a media frase.

—¡Ya se que are!— Salto de repente—. ¡Gracias por tu ayuda, Dean!

¿Ayuda? ¿Cuál ayuda?, Dean no estaba ni siquiera seguro de que habían estado hablando el mismo idioma.

(...)