Get some - Eunhae

Catorce

- Ya te dije que no tenía señal - se lo he explicado una y otra vez, sin embargo parece no escucharme

- No solo fue ayer, te he estado llamando y mandando mensajes desde hace días y nunca respondes, y cuando lo haces parezco no importarte

- He estado muy ocupado con la universidad

- Ni siquiera me felicitaste, soy tu novia no tu juguete ... - no llevo ni media hora de despertarme, la cabeza me duele, Jessica me grita y el suéter de cuello de tortuga me aprieta. Estiro el cuello de la prenda tratando de darle algo de libertad a mi cuello, Jessica se calla de repente - ¿Qué es eso? - lleva sus finos dedos al cuello del suéter que Hyukjae me ha prestado, intenta bajarlo pero se impido moviéndome hacia atrás.

- ¿De qué hablas?

- Tenías una mancha roja en el cuello, déjame ver - vuelve a acercar sus manos a mi cuello, no sé que hacer, me congelo pensando en que verá las marcas de HyukJae.

- ¿Sica? que emoción, ¿qué haces aquí? - Yesung sale de la cabaña fuertemente, pareciera como si alguien lo hubiera empujado, HyukJae, seguramente.

Jessica desvía la atención hacia Yesung, me acomodo el suéter y meto mis manos en los bolsillos delanteros de mi pantalón.

- ¿Quién más está aquí?

- Pues ya sabes, Heechul, Siwon y los demás

- ¿Eso quiere decir que también está HyukJae aquí?

- S-s-ss... digo, no

Jessica duda ante la respuesta de Yesung, yo lo miro tratando de que se calle.

- Más te vale que ese maricón no este aquí - me amenaza Jessica, alzo los hombros y finjo inocencia.

Si supiera.

Hace un frío terrible, la temperatura parece no subir y Jessica parece no irse, insiste en entrar a nuestra cabaña, pero si lo hiciera descubriría a HyukJae dentro de ella.

Nos la hemos ideado para que no se entere nada, tapé todas las marcas que HyukJae dejó en mí.

Cuando por fin Jessica se va, entro de nuevo a la caliente cabaña.

- No entiendo por qué no terminas con ella y ya, no es tan difícil - Hyukjae se encuentra sentado en un sofá, con el pijama aún puesto y un paquete de bombones en manos.

- Sí lo es, su papá fue el mejor amigo de mi papá en vida, y tú sabes la influencia que él tiene sobre nuestra universidad, gracias a él estoy ahí, no puedo hacerle daño a su hija

- Como digas, solo te digo que entre más se lo ocultes, peor será cuando se entere

Asiento con la cabeza, no tengo muchas ganas de hablar sobre el tema, el paquete de bombones está casi recién abierto, recuerdo mi idea cliché de asar bombones en una fogata y me emociono.

- Podemos asar bombones? - le pregunto con una sonrisa en el rostro, de verdad me emociona la situación

Él también me sonríe aunque con un poco de ternura.

La chimenea calienta la sala de una manera muy rápida, poco a poco las capas de ropa dejan de ser necesarias.

Los bombones saben bien, demasiado dulces para mi gusto, pero a fin de cuentas es algo que hacen siempre en las historias de amor.

Nadie nos molesta, nadie llama a la puerta, los demás parecen no estar ya que no se ven por ningún lugar.

En la chimenea ahora solo descansan las cenizas de la madera, una bolsa medio llena de bombones está frente a nosotros que estamos sentados en el piso a lo indio.