-Miren,solamente soy una persona que sigue ordenes sus problemas no son asuntos mios.-Con el labio inferior reventado y con el cansancio por todo mi cuerpo me recargue en la pared.-No creo que les sirva demasiado todo esto,si quieren puedo darles el nombre de quien me contrato y...
-Su sangre esta en tus manos.
-¡Claro que no! las e lavado despues ¿ya no hay nada,vez? -Alce las manos e hice un mohin con desinteres dejandolas colgar a los lados de mi cuerpo al punto del colapso.-Como sea,dejen esto ya,soy muy joven cometo errores.
-¿Le llamas errores?
No se que es mas triste,el echo de que mis últimas esperanzas se basen en tratar de salir de esto con humor,bromeando e intentando ganar tiempo o que ellos ni se inmuten en mis intentos.
-Bien.-Me resigne con todo el cansancio de mi vida.-mátenme ya.
La verdad es que,este tiempo asesinando gente por dinero me hacía odiar más mi vida,incluso morir parecía buena opción,de nuevo.
Mire al cielo esperando la muerte,esperando la muerte rápida y fácil,esperando la solución a todos mis problemas y a la vida de mierda que estaba siguiendo,devolví el rostro a las dos personas frente a mi y con la impotencia invadiéndome escupí con todo lo que tenía.
-¡Háganlo ya!
-No es tan fácil chiquilla,no lo puede ser para ti.
Incluso morir era un completo martirio,pues bueno,yo así lo quise y no pasó,si no pasó es por que la vida me quiere aquí aún y sus órdenes son órdenes,me agache despacio con las fuerzas que aún tenía,de mi calcetín tomé la pequeña navaja y la lancé directo a su pecho con la esperanza de asesinarlo,pero no sucedió.
Me tomaron por el cuello y la verdad es que no dure demasiado pues las manchas de colores vivos invadieron mi visión como si de agua se tratase.
Pasos rápidos tomaron al tipo frente a mi y este cayó muerto conmigo encima suyo,con la respiración agitada levante el rostro asustada,no había absolutamente nadie,me puse de pie tan rapido como mi cuerpo me lo permitió y me acerque al tipo con la navaja en el pecho para retirarla,este estaba realmente horrorizado.
-Sácame de aquí.-imploró.
-Hoy no es tu día de suerte.-Susurre ausente,caminando por la casa intentando encontrar al causante de detener mi estupida muerte.
-Entonces corre.-Me susurro con miedo puro.-Por que esa cosa...
Fue interrumpido por alguien que a rajado su cuello y un escalofrío me invadió cuando giré para mirar y no ver nada.
Jeff era lo único que se me venía a la mente,tenía que ser el.
-¿Jeff?
Lo sentía por aquí,sentía su presencia mirarme,asecharme tal como una presa débil y fácil de comer.
-Sal de una vez Jeff...
La ansiedad se estaba haciendo presente,mis manos temblorosas sosteniendo la navaja y mis piernas flaqueando de lo débil que me encontraba.
-Ya basta Jeff.
-Oh no cariño.
Mire sobre mi hombro,una sombra recargada en la mesada.
