16. Convénceme

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-¿Elliot?- Jordan preguntó tentativamente mientras se aproximaba al banquillo en donde estaba sentado.

No pensé que vendría.

Pero ahí estaba, igual de amable, dulce y preocupado que siempre.

Pensé que estaba preparado para verlo de nuevo, pero mirándolo ahora mismo, me di cuenta de que estaba aterrorizado.

De qué, no sabría decirte.

-N-necesito ayuda con mi tarea de química- mentí a medida que una ola de pánico se apoderaba de mí.

-Oh- dijo, sonando decepcionado. Mi pecho se contrajo dolorosamente ante su tono-. Bueno, ¿dónde está?

Mierda.

-Eh, s-supongo que la olvidé- me sonrojé al darme cuenta de la falla en mi mentira.

-Oh- dijo de nuevo, escondiendo las manos en sus bolsillos-. ¿Quieres que me vaya entonces?

-No- chirrié un poco rápido. Aclarando la garganta, agravé mi voz de vuelta a la normalidad y repetí-. No, ¿solo- podrías- podemos caminar? ¿Por allá? Hay un camino, creo.

Tranquilo, Eli.

-Eh, sí- Jordan dijo con un tono de voz confundido mientras bajaba la mirada para observarme-. Claro.

Poniéndome de pie rápidamente, metí las manos en los bolsillos de mi chaqueta y comencé a caminar. Sabía que me seguiría, y en pocos segundos, estaba justo a mi lado, nuestros brazos rozando entre sí de vez en cuando.

Cada día se hacía más evidente que el otoño se aproximaba. Ya no quedaban muchas hojas en los árboles y los días se estaban volviendo más cortos y fríos.

No era que estaba sintiendo el frío ni nada, al menos no con Jordan a mi lado.

-Nunca he venido por aquí- Jordan comentó mientras seguíamos el camino del bosque. Estábamos completamente rodeados por los árboles, y por alguna razón, me sentía más seguro aquí que en un espacio abierto.

Y a la misma vez, aún más aterrorizado.

-Sí, es bonito aquí- suspiré, rindiéndome ante su intento de iniciar una conversación. Era un tema seguro. Podía lidiar con un tema seguro.

-Es precioso- me corrigió, dejando que sus ojos recorrieran las ramas expuestas y lo que quedaba de hojas amarillas y naranjas.

-Sí- dije mirando alrededor, de acuerdo con él. Cuando mis ojos se toparon con el chico a mi lado, me sonrojé al ver que sus ojos estaban enfocados en mí.

Una sonrisa se asomó sobre sus labios mientras me daba un empujón suave en el hombro-. Te ves adorable cuando te sonrojas.

Claramente, su comentario solo me hizo sonrojar aún más. Intenté lo mejor que pude de esconder mis mejillas detrás del collar de mi chaqueta.

-Elliot- Jordan rió, tomando mis muñecas suavemente y sacándolas de mi rostro. No las soltó cuando las bajó. Inhalé profundamente cuando mis ojos conectaron con los suyos.

-Lo s-siento- dije sin querer, aunque no sabía por qué me estaba disculpando. De todas formas, no podía mirarlo por mucho tiempo debido a la intensidad en su mirada. Decidí mirar el collar de su camisa.

Era color azul marino, un tono que resaltaba el color de sus ojos. Parecía ser de un material suave, y de pronto tuve el deseo de tocarla.

-¿Por qué estamos aquí, Eli?- Jordan preguntó suavemente. Sus palabras me despertaron del trance en el que estaba. Rápidamente intenté pensar en qué decir.

-Yo- bueno- no- quiero- quería decir que- bueno-.

-Eli- rió suavemente, posando sus dedos bajo mi barbilla. Gentilmente, inclinó mi cabeza hacia arriba para que lo mirará solamente a él-. Respira profundo y dime.

Dejé de tartamudear y observé sus ojos caribeños. Eran tan vibrantes y estaban tan llenos de vida. Deseé tener ojos como los suyos. Los míos parecían centavos sucios de hace treinta años con puntos negros en el centro, pero los suyos parecían contener un mundo entero en el pequeño espacio de sus irises.

Observando esos ojos, tomé una decisión.

En una voz tan suave, apenas audible, suspiré la palabra que lo cambió todo.

-Convénceme.

Jordan no necesitó oírlo dos veces. Tan pronto las palabras habían salido de mis labios, los suyos ya estaban ahí preparados para capturar los míos. Simultáneamente, uno de sus brazos rodeó mi cintura, pegándome hacia su pecho mientras el otro acomodó un mechón de cabello tras mi oreja y me acariciaba la mejilla.

Pequeñas cosquillas recorrieron mi cuerpo ante las sensaciones extrañas que Jordan me hacía sentir.

Sus labios se moldearon contra los míos a la perfección, y una cierta dulzura permeaba sus acciones mientras mordía y halaba mi labio inferior.

Creo que nos sorprendí a ambos cuando enterré mis dedos en su cabello sedoso y comencé a besarlo con un anhelo repentino.

En alguna parte de mi mente, estaba consciente de que debería estar avergonzado por mi falta de experiencia, pero en ese momento, no me importaba. No podía pensar en otra cosa que no fuera Jordan y lo que le estaba haciendo a mi cuerpo.

Sentí su lengua trazar mi labio inferior, pero no fue hasta que agarró mis nalgas que me di cuenta de que quería tener acceso completo a mi boca. De todas formas, el suspiro de sorpresa que me causó le dio la ventaja.

Jordan usó su lengua para explorar el interior de mi boca. Era una experiencia extraña para mí, pero también era puro éxtasis.

Un gemido suave burbujeó por mi garganta sin permiso y escapó de nuestras lenguas. Me sonrojé ante el sonido, pero solo pareció alentar a Jordan aún más.

Pegándome imposiblemente cerca de su cuerpo, gemí de nuevo cuando nuestros miembros entraron en contacto. Esta vez, mi gemido fue pareado con uno de Jordan también.

Agarré un puñado de la tela suave de su camisa a medida que se alejaba de mis labios para besar mis mejillas, mi quijada y mi cuello.

Dos lugares me hacían retorcer los dedos de placer cuando los besaba. Uno era la región justo debajo de mi oreja y el otro era el lugar donde mi cuello se conectaba con mis hombros. Les dio mucha atención a ambos lugares. Estaba jadeando tan fuertemente que parecía que había corrido un maratón, y a medida que se movía por mi cuello de vuelta a mi rostro, dándome un último beso en los labios, supe que él se sentía igual.

Descansando su frente contra la mía y jadeando, Jordan preguntó-. ¿Cómo estuve?

Solo pude decir una palabra en ese momento.

-Fuck.

Compañeros de Laboratorio (Traducción de Lab Partners)Where stories live. Discover now