Compañeros de Laboratorio (Traducción de Lab Partners)

9. Novio

-¿Qué pasa Idiota?- burló Morgan mientras él y Nate me empujaban de un lado a otro como una muñeca de trapo-. ¿Tu novio no está para protegerte?

¿Novio? ¿De dónde rayos vino eso?

La Sra. Dailey le pidió a Jordan que se quedara luego de clase para explicarle el material del curso que se había perdido durante el comienzo del año. Probablemente ya Jordan sabía el material. Era increíblemente talentoso con las ciencias.

Cole tiró de mi mochila, arrancándomela de los hombros para abrirla. Luego, comenzó a sacar mis carpetas individuales y a sacudir los papeles, tirándolos al suelo. Mientras tanto, Morgan agarró un puñado de mi camisa y me lanzó contra los casilleros.

Solté un gemido al sentir dolor irradiar en mi cabeza a causa del impacto.

-¿Ese es el sonido que le haces a tu novio, marica?

¿Qué rayos?

-No soy gay- dije, atragantado, mientras Morgan volvía a halarme y lanzarme contra los casilleros.

-¿Eres uno de esos maricas de closet?- Nate burló mientras me golpeaba en el estómago.

-No soy gay- dije de nuevo, molesto al notar lo estúpidos que eran. ¿Cómo podrían pensar que Jordan y yo estábamos... juntos de esa manera? Ni siquiera me gustan los hombres.

-¿Por qué no ponemos a este marica con la basura a la cual pertenece?- Cole se volvió hacia sus amigos con una sonrisa malvada.

Su sonrisa me dio un mal presentimiento.

Morgan tiro de mi camisa, halándome hacia el frente. Luché contra él mientras él y sus amigos me arrastraban por los pasillos y a través de la puerta lateral al exterior de la escuela.

-Chicos- traté de llamar su atención, pero solo continuaron arrastrándome-. ¡Chicos! ¿No podemos arreglar esto mediante diplomacia?

-Cállate, marica- Morgan me soltó, dejándome caer al pavimento con un gruñido disgustado.

Un golpe rápido a mi costado me hizo agarrar el área adolorida, pero eso no los detuvo. Otro golpe impactó mis costillas, otro mi espalda y otro la piel delicada de mi estómago. Uno de ellos tuvo la valentía de inclusive patear mi cabeza causando que mi visión se nublara.

Sentí que me volvían a arrastrar, y al intentar ver a dónde me llevaban, pude ver el contorno de un contenedor de basura.

-Qué original- burlé, arrepintiéndome instantáneamente cuando Morgan me dejó caer de nuevo. Un dolor cegador se regó por mi cabeza cuando su puño conectó con mi quijada. Ese golpe sí me dejaría un moretón.

-¿Qué dijiste marica?- amenazó Morgan.

Me reí de nuevo, incapaz de contener mi sarcasmo luego de ese golpe en la cabeza.

-Mi abuela católica puede lanzar mejores insultos que tú.

Era una mentira. Mi abuela era luterana, aunque bastante demente. Aún siento la necesidad de correr y esconderme lejos de ella cada vez que viene a casa de visita sorpresa.

El rostro de Morgan se retorció con ira, y la última cosa que pude ver antes de desmayarme fue un puño acelerando directamente a mi rostro.

***

Un sonido estridente perforó mi subconsciente y casi me causó un infarto. Abrí mis párpados pesados gracias a la oscuridad relativa de mi entorno, pero retiré las gracias cuando caí en cuenta de que sentía como si una camioneta me hubiese atropellado y me hubiera dado una ducha con ácido.