•Capítulo ochenta "Último suspiro" •

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Gritaba a mas no poder, Aria hacia lo mismo.

—¡Espera...! —grité y Vasile levantó la mano haciendo que los demás se detuvieran.
—¿Si? —se acercó levantando su vista pues al estar colgada era más alta.
—Lo..lo hará. —susurre mientras agachaba mi cabeza.
—¿Disculpa? ¿Qué dijiste? —sabía que si me había escuchado solo quería que lo dijera de nuevo.
—Dije que lo hará. —aseguré en tono alto. Linn me volteó a ver negando repetidamente. —Hará el hechizo, pero déjalos en paz. Ellos no tienen que estar aquí, me tienes a mí haz lo que quieras y también deja libre a mi hermana —tragué saliva.
—¿Qué? ¡No! Ni de coña te dejaré ____, estamos en esto juntas. ¡Hazlo! —Aria me dio una mirada de "Te apoyo".
—Ya las oíste, comienza con tu trabajo —ordenó a lo que Linn nos volvió a ver entonces ambas le asentimos dando nuestro consentimiento.

Linn se posicionó al centro donde había una gran mesa, todo lo que era necesario para el hechizo estaba ahí, cuencos llenos de sustancias raras a excepción de tres.

—Necesito su sangre...—susurró pero Emil la escuchó. Con ayuda de un soporte, cortó con una daga mi mano izquierda para que de ella saliera mi sangre llenando el cuenco para enseguida hacer lo mismo con Aria solo que la mano derecha. —Y la tuya —le dijo a Vasile quien no tuvo problema y rápidamente mordió su muñeca.

Prosiguió con el hechizo y cada que pronunciaba el conjuro sentía como mi cuerpo se debilitaba, cerré los ojos por el dolor que sentía, era como si me estuvieran quemando. Trataba de no gritar soportando lo más que pudiera.

Omnisciente.
El conjuro estaba funcionando, las hermanas se debilitaban más y más hasta sentirse incapaces de mover un solo músculo, su color de ojos desaparecía; el rojo que antes había en ellos ahora no existía más, el café claro tomaba su lugar haciéndolas parecer como humanas nuevamente, Vasile, en cambio, sentía como su cuerpo producía otra nueva sensación. Pero a la mitad del conjuro algo pasó, Linn se detuvo y las hermanas sentían como el dolor cesaba.

Fuera, los Salvatore habían llegado y con ellos Chanyeol quien tras insistir múltiples veces terminó convenciendo de que lo dejarán ir con ellos, debía salvar a sus amigos a como diera lugar; no era fuerte en comparación con ellos pero serviría como distracción. Se introdujeron silenciosamente dentro de la cabaña haciendo que unas que otras tablas rechinaran de lo viejas que estaban, Lea interrumpió el conjuro que anteriormente citaba Linn más a fuerza que de voluntad propia, obligada por Vasile quiso continuar pero notó por medio de Lea que no lo hiciera e impidiera el conjuro, apoyada por Lea entre las dos brujas citaron otras palabras que Vasile no pudo entender dando a entender que seguía el conjuro cuando en realidad estaban haciendo lo contrario, revertian el conjuro.

—¿Qué está pasando? ¿Qué hiciste? —Vasile le dio una bofetada a Linn quien por el impacto cayó al suelo mientras su labio sangraba.
—Lo que debí hacer desde un principio —dijo ella desde el piso. —Nunca lastimaría a mi familia —hizo que Vasile se enfureciera y la golpeará.

(MÚSICA MAESTRO 🔊PONGAN LA CANCIÓN DE MULTIMEDIA Y SIGAN LEYENDO ⤵⤵)
Fue entonces cuando los Salvatore entraron abriendo de golpe la gran puerta de madera que al chocar con la pared hizo un estruendo previniendo a todos los presentes.

—¿Qué...? ¡No! ¡Ataquen! —ordenó furioso. De todo el lugar aparecieron vampiros los cuales se lanzaron sobre los hermanos.

Uno de ellos trato de atacar a Lea quien ayudaba a Linn a levantarse del piso, Lea hizo un movimiento con su mano haciendo que de los ojos y nariz del vampiro saliera sangre le había provocado que su cerebro explotará. Chanyeol entró valiente pero al toparse con un vampiro y éste le mostró sus colmillos se arrepintió y salió corriendo refugiándose detrás de su novia.

" BLOOD" (Sehun y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora