You don't bleed for me (theGazettE,Slash)

3- Beside your contradictions

-En este momento, no estoy interesado en el noviazgo, lo siento. -ya es como un acto reflejo. -Eres muy bonita, tu olor es agradable como la ventisca matutina,
pero no te conozco, es la primera vez que te veo y aceptar una relación amorosa con alguien que no conoces, no me
parece una decisión acertada. -Halagarles funciona para que no se
molesten con lo siguiente. Normalmente,
agachan la cabeza y murmuran decenas
de disculpas, lo cual me enoja en demasía y se hace notar en mi olor a
madero añejo. -Basta. -gruño, apenas.

»-No lo hagas, nunca inclines la cabeza
ante nadie, no mereces ser vista hacia abajo ni reducirte ante la mirada de alguien. Se tú, quien, vea hacia arriba y se
eleve a la altura de cualquiera que trate
de minimizarte.

Mis palabras parecen afectarle, ya que emite un sonido distintivo de
complacencia. Avergonzada, cubre su
boca con las manos, las mejillas sonrosadas y los ojos grandes le dan un
toque aniñado; de verdad, es bonita, pero
no es mi tipo. Agradece mi consejo, mi tiempo y se va corriendo, casi resbala al girar en una esquina.

Bueno, mi labor aquí está hecha. Marcho
rumbo fijo en dirección al dōjo de kendo, no está lejos. Asomo la cabeza a través de las puertas para asegurarme que
todavía no ha iniciado la práctica, hay algunos chicos calentando los músculos, uno de ellos me ve y me invita a pasar.

-Hey, tardaste en venir. -saluda alegre -Akira entró echando humo, olía a brasas. No pensé que se pudiese oler así. -cuenta dudoso, curioso por lo percibido.

-Sí, Aki, a veces huele a lo que parece imposible.

-Oh, interesante. -su tono no me agrada, tampoco que dirija su mirada a los vestidores, cuando el resto del equipo sale.

-Ni lo pienses, Yutaka. -advierto, a lo que sea haya en su mente loca.

-Yo no pienso en nadita de nada. - sonríe inocente, antes de correr a la formación y dar inicio a la práctica.

Bufo a lo dicho. Yutaka Tanabe es un buen chico, excelente alumno del curso 3-A, alfa y capitán del equipo de kendo. Ajá, yo nací ayer para creer en la bondad y altruismo de este jovial ángel. Sí, como no. Es un ángel caído, camuflado entre
humanos cegados por sus poderes lóbregos. No es tan fantasioso, pero su comportamiento brillante engaña a
cualquiera.

Akira no me voltea a ver durante el entrenamiento, su atención fijada en repetir los movimientos y gritos de Yutaka, igual que el resto, siguen
rigurosamente las órdenes, empuñando el
bokken. Yo me encuentro sentado detrás de la formación, observándoles solícito,
detallando sus posturas; soy una estatua en el tatami, un ornamento del montón.

No soy integrante de este club, mas, consienten mi permanencia en la
habitación debido a... la verdad, no sé muy bien por qué, puede que sea porque Akira está aquí o porque le agrado a
Yutaka, o porque a Yutaka le gusta verme
perder los estribos cada que le coquetea a mi mejor amigo. Soy su maldito juguete, con el cual se entretiene cuando considera aburrido agitar un palo de madera.

Mi club es jardinería, nos reunimos tres días a la semana, hoy es libre, he ahí la razón de que interprete el papel de
cámara de vigilancia. Todo lo que toco perece, no soy muy hábil cuidando de otras vidas, por el momento, tengo un grupo de cactus a mi cargo; oro todas las noches al espíritu de mi abuelita, que use sus contactos en el más allá para que cuide de ellos y no permita que yo los
mate.

El aire del lugar no tiene ningún olor, esto es debido a que usan supresores de olor para evitar distracciones, ya que aquí hay de las tres castas y la combinación de sus sudores podría ser un K.O . Estas cápsulas tienen una duración de cinco horas, ellos las toman antes de cada entrenamiento y yo también tengo que, si
quiero quedarme. El reglamento escolar, dicta la prohibición de estas cápsulas en los períodos de clases, únicamente
autorizadas en los clubs; en cuanto a los supresores de celo, son admitidos el tiempo necesario, mas, es recomendable evitarlos y reposar en casa.