3- Beside your contradictions

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-Te doy este, -señalo las cajas- y la mitad del mío, más una caja grande de Kit-Kats del conbini cuando regresemos a casa.

-Agrega el reciente tomo de Initial D y trato hecho.

-Trato.

¡Gotcha! Mis ahorros sufrirán tremenda
pérdida, pero valdrá la pena, si eso mantiene la sonrisa en el rostro de Akira.

Comemos platicando banalidades y halagos a la cocina de mi madre, el
sashimi es su especialidad. Habiendo
terminado, guardo los utensilios en mi mochila y disfrutamos la brisa, mientras esperamos el anuncio para regresar al
salón.

-Fue mi instinto, no lo hice a propósito. -digo, mirándolo directo a los ojos, su expresión traicionada pesa sobre mí.

-Lo sé, al igual que el estúpido ruido que
yo produje. Ninguno puede evitarlo.

-Sé que puedes defenderte solo, no
necesitas mi ayuda... -formo un puño con la diestra y la estiro hacia él, esperando su respuesta.

-Sé que no te defenderías, ni si tuvieses la habilidad... -chocamos los puños, a la
vez que decimos juntos:

» Sin embargo, ¡siempre estaré presente, aunque no me necesites!

-/-/-/-/-/-

El resto del día transcurre sin percances
en el curso 3-B, nadie ha mencionado lo ocurrido previo al almuerzo, seguro gastarán su cuota de cotilleos durante el
regreso a sus casas. Cada materia es impartida con normalidad.

Al parecer, el graciosito de Yoshida fue llamado a la oficina del director, habrá recibido una advertencia, sólo eso
porque si lo castigaran, tendrían que castigar al 45% del cuerpo estudiantil. Cierta cantidad de alfas pregonan que son superiores a cualquier ser existente, que su dominancia les permite hablar y hacer lo que quieran, que todos tienen que escucharlos y obedecerles; el instinto de liderar, de estar siempre adelante, se sobrepone a los demás
cuando los betas y omegas se encuentran dentro de su radar. Los alfas son complicados en sus manierismos o,
tal vez, soy quien se complica por querer
encontrarle lógica a comportamientos
fuera del control voluntario.

Yo, siendo un alfa, intento reprimirme de
vez en cuando, aunque no siento ese imperioso deseo del que mis compañeros parlotean: perseguir a las personas con olores atrayentes, dulces y pegárseles al
cuello e inspirar hasta saciarse; lo que, por cierto, es acoso y conlleva a originar
miedo, escándalos y, en el peor de los casos, enfrentamientos entre castas. He sido víctima de este deseo casi todos los días desde que mi casta fue revelada, me
siguen hipnotizados adónde quiera que
voy, he recibido declaraciones amorosas,
sin excepción.

Los alfas que se me han declarado, han sido muy agresivos y demandantes a una
respuesta afirmativa, la cual no obtienen, hasta cierto punto es divertido porque no soy yo quien les responde. Los betas,
suelen mostrarse tranquilos y su olor me
transmite la confianza de que mi respuesta negativa no derrumbará el mundo a su alrededor ni insistirán con ello, más que para hablar conmigo en términos de amistad. Los omegas, suelen provocarme ternura, haciendo que mi pecho vibre y el sonido escape por mi
garganta, lo que les pone más nerviosos y expidan un olor a agrio porque creen que me burlo, pero no es así. Mi respuesta siempre es la misma.

Finaliza la jornada escolar, estoy recogiendo mis útiles escolares para
guardarlos, cuando un papel colorido sale de un libro, es una nota que me cita detrás del gimnasio, justo a esta hora. Hago una seña a Akira para que salga sin
mí, luego lo encontraré, le muestro la nota, da la vuelta y sale al pasillo sin voltear ni una vez. Suspiro, no sé si de
alivio o de fastidio. Supongo que tendré
que comprar otra cosa para compensarle
esto.

You don't bleed for me (theGazettE,Slash)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora