C47: ¡Luz, cámara, acción!

Beginne am Anfang
                                    

—De acuerdo. —Asiento, exhalando despacio antes de mirar a mis compañeros—. Hagamos esto, muchachos.

El sol ya está a punto de ocultarse y los reflectores por encenderse. El cielo es una mezcla de colores que he intentado imitar demasiadas veces en mis lienzos, y bajo este se encuentran centenares de personas alentando a todo pulmón a pesar de que vamos perdiendo.

Inhalo fuertemente mientras troto a mi posición y Larson junto a Elvis se me unen.

—¡Preston, apresúrate! ¡No tienes todo el jodido año para caminar dos metros! ¡¿Te crees una tortuga golfina?! —grita el coach desde el lateral del campo, rodeando su boca con las manos para imitar a un megáfono—. ¡Más rápido que me vuelvo viejo, señoritas!

—¿Soy el único que cree que el entrenador tiene un problema conmigo? —indaga el estudiante de literatura en cuanto aceleramos, con una ceja arqueada—. Porque estoy seguro de que es el tipo de persona que en lugar de darme un abrazo en mi cumpleaños me daría una granada envuelta en papel de regalo y un infarto.

—El coach parece odiarnos a todos, bueno, menos a Hensley —reflexiona Khalid—. A él por lo menos no le dice que le meterá su propio brazo por el trasero.

Si supieran.

Sonrío un poco por eso a la vez que me pongo en posición. Sin embargo, me tomo un segundo para apreciar a mis amigas en primera fila: Ingrid sostiene a Louis Vuitton, con quien tienen trajes a juego, y a su derecha está Akira luciendo el rostro pintado de blanco y verde y sosteniendo un cartel que dice ¡Vamos! dado vuelta. Glimmer agita en una de sus manos un gran dedo de hule y Mei ling es la única que permanece sentada agitando con desgano una pequeñísima bandera de los Sharps.

Solo falta alguien ahí.

—¡Retomamos este emocionante partido con la ofensiva de los locales en el campo, quienes han perdido los últimos dos juegos y parecen no poder resistir ni un minuto más! ¡¿Tendrá Bill Shepard un as bajo la manga para que su equipo se alce con la victoria esta noche o padeceremos otra derrota a manos de los visitantes?! —Claire hace que el público enloquezca y la inquietud se instale en mi interior.

—¡¿Listos?! ¡¿En sus marcas?! —Gabe Hyland suma más presión. Siento cada músculo de mi cuerpo tensarse mientras fijo la mirada en los feroces rostros de los Giants—. ¡Hora de la masacre, señores! —brama en cuanto el silbato suena nuevamente.

El balón que sostiene Shane pasa a manos de Steve, quien se ubica tras él. Nuestro quarterback retrocede y rodea la barrera, en su carrera por la izquierda me pasa rápidamente el balón y me lanzo a correr por la derecha mientras el estudiante de nutrición hace lo mismo del lado opuesto del campo. Los Giants, quienes ya estaban tras Steve, se percatan de esto y vienen por mí.

—¡Corre como si te estuviera persiguiendo tu madre, Hensley! —grita Bill al mismo tiempo que esquivo a un visitante y Larson llega a pisarme los talones—. ¡Y si eso no es lo suficientemente aterrador corre como si te estuviera persiguiendo yo!

Los músculos de mis piernas queman mientras me aferro al balón y aumento la velocidad. Siento el corazón latiendo violentamente dentro de mi pecho, a punto de alcanzar su punto máximo mientras oigo los gritos de los contrincantes acercándose. Larson me rodea y se enfrenta al cuarenta y tres que estaba por cargar conmigo, convirtiéndose a sí mismo en un obstáculo y dándome tiempo suficiente para que corra diez yardas más.

—¡Por todas las hamburguesas del mundo, ¿ves eso, Ciro?! —La voz de Hyland llega con frenesí y hace eco junto con los alaridos de los fanáticos dentro de mi casco—. ¡Así es como se hace un touch...! —Con un brusco golpe alguien barre mis piernas y lo siguiente que sé es que estoy aplastado e inmovilizado contra el césped, con la zona de anotación a menos de un metro de distancia—. ¡Eso debió doler como el infierno, damas y caballeros! ¡Así es como se detiene un touchdown y se destrozan todas las costillas de un hombre! Aprende, hijo mío, ¡eso es justamente lo que hay que evitar! —le dice al bebé.

Extra pointWo Geschichten leben. Entdecke jetzt