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" 😱 Primera conversación 😱 ".

Como lo habían dicho antes, al salir de la escuela fueron directamente a la heladería de Jiae. Quién a penas verlas las recibió con una sonrisa.

"Si vinieron" -Jiae les sonrió.

"Por supuesto que si, este lugar es nuestro segundo lugar favorito en todo el mundo" -Admitió Yujin con una gran sonrisa que contegio a Jiae.

"¿Y cuál es el primero?" -Les preguntó con curiosidad la mayor.

Las menores se miraron, se dieron unas sonrisas cómplices logrando que Jiae se asustara por un mini segundo.

"Lo siento unnie, es un secreto" -Dijo Sohee colocando un dedo en medio de sus labios mirando a todos lados.

Jiae sonrió. Incluso ellas tenían sus propios secretos, eso estaba bien mientras no se metieran en cosas indebidas.

"¿Donde esta Kei Unnie?" -Sohee miraba en todo el lugar sin encontrar rastros de su Unnie.

"Jiyeon no tarda en venir" -Comentó la mayor viendo el gran reloj de la pared- "Fue a descansar un poco y luego volvía".

"Oh, entendemos" -Dijo Yujin.

"Entonces, ¿Podemos ayudarla a trabajar Unnie?" -Pidió Sohee con una sonrisa inocente.

"No creo que Myungsoo este muy contento con la idea" -Se negó Jiae pensando en su mejor amigo triste.

"Por favor Jiae unnie" -Pidió esta vez Yujin.

Las dos menores juntaron sus manos, y pudieron sus mejores caras de cachorrito que lograban que la mayoría de las veces nadie les diga que no. Incluso sus propia familia.

"Ay, esta bien".

"¡Gracias unnie!" -Gritaron al unísono las menores.

"Vayan a colocarse el uniforme para que no se ensucien sus uniformes escolares".

Las travieras menores corrieron hacía la sala del personal. Donde buscaron sus uniformes. Como no era la primera vez que trabajaban ahí los padres de Yujin les compraron los uniformes. Como un regalo por sus buenas notas a ambas.

Salieron de la sala del personal con una sonrisa.

"¿Lista, Yujin?".

"Nací lista, Sohee".

"A trabajar entonces".

Se separaron para atender a los clientes con unas lindas sonrisas. Había gente que ya conocían porque no era la primera vez que iban, a veces charlaban con ellos. Tal vez por eso el lugar era cálido para las personas.

El sonido de la puerta anunciando que alguien entraba llamo la atención. Pero no lo suficiente para que las menores se dieran cuanta de quién entraba. Sin embargo, como Sohee estaba más cerca de la mesa donde el nuevo cliente se sentó se acercó con una linda sonrisa.

"Hola cliente, soy Kim Sohee hoy lo atendere, ¿Qué desea pedir? Si aún no se decide por el helado aquí tiene el menú" -Le extendió el menú sobre la mesa.

"Mmm.... Quiero un bote de helado de Kiwi por favor" -Pidió dulcemente llamando su atención.

"Eunbi-sunbae" -Dijo sorprendida Sohee.

"Oh" -Eunbi le sonrió- "Tú eres una de las de segundo".

"Si".

"¿Trabajas aquí?".

"No, pero me gusta ayudar a Unnie Jiae".

"Oh entiendo".

"Enseguida traere su orden".

"Gracias Sohee".

Sohee se fue lentamente controlando sus emociones. Fue a con Jiae dándole la orden. Mientras esperaba que estuviera listo fue a recoger la cuenta de los demás.

"Sohee, la orden de Kiwi esta lista" -Anunció Jiae con una dulce voz.

Había chicos que iban por Jiae y claramente se quedaron embobados por su voz. Sohee de acercó y tomo la orden, se la llevo a Eunbi.

"Siéntate por favor, si es que puedes".

"Claro".

Sohee se sento. Tenía un poco de tiempo porque ya no había tanta gente. Hablaron de la escuela, sobre sus gustos de helado y gustos de música. Las dos la pasaban bien hasta que la menor se fijo en la hora.

"E-m lo siento, tengo qué irme Eunbi Sunbae. Tengo que hablar con mi hermano mayor, últimamente está muy triste y me preocupa. Como soy la menor no va a decirme nada pero conseguiré que me diga todo" -Sohee sonó segura de si misma. A veces los roles de hermanos cambian cuando son necesarios y ahora lo es.

"Tan linda" -Eunbi le sonrió- "Ve a casa y habla con él. Tiene suerte de tenerte" -Eunbi se acerco a besar su frente.

Sohee abrió sus ojos como platos al tener a su Crush besando dulce mente su frente. Se sentía cálido recibir un beso ahí, no es que sus hermanos no la besaran pero el beso de Eunbi era diferente y su corazón palpitante lo sabía.

SunshineWhere stories live. Discover now