VI. Detención señor Potter, señorita Black.

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VI. DETENCIÓN SEÑOR POTTER, SEÑORITA BLACK.





―SE VEN HORRIBLES.―Remus Lupin comentó cuando se sentó frente a ellos en el gran comedor. Peter se sentó junto a él.

―Es bueno verte también, Lunático. Ya sabes, después de no verte en todo el verano.―Aquila gruñó con los ojos cerrados y su cabeza apoyada en el hombro de James.

―¿En dónde estabas anoche?―Peter le preguntó a James.―Remus dijo que no estabas en el dormitorio cuando volvió después de haber hecho sus deberes de prefecto.

Con la barbilla apoyada en la palma de su mano, James le sonrió a Peter y le guiñó un ojo.

Los ojos de Peter se abrieron de par en par, mirando a James y Aquila.―¡¿Ustedes...?!

El cuerpo de Remus se tensó al instante y sintió como si le hubieran golpeado el estómago. Sus ojos se encontraron con los de Aquila, pero ella rápidamente desvió la mirada, preguntándose porqué le había importado la reacción del castaño.

Peter soltó unos balbuceos y Aquila se rió ante el nerviosismo del chico.

―Estamos jugando contigo, Colagusano.―aclaró y después arrugó la nariz.―Además, nunca lo haría con James.

El chico de lentes frunció el ceño.

―No hay necesidad de ofenderse, Cornamenta.―la pelinegra sonrió inocentemente.―Sólo digo que no me atrevería a robarte de tu Lily flor.

James sonrió, mirando hacia la nada mientras pensaba en Lily.―Bien dicho, Garritas, bien dicho.

―Si ustedes no estaban haciendo eso, entonces, ¿qué hacían?―Peter preguntó con curiosidad.

James y Aquila se miraron y al unísono contestaron:―Ya lo verás.

―De hecho,―Aquila habló  inclinándose sobre la mesa, para que solo los dos escucharan.―Pasará en cualquier momento...

¡BANG!

Hubieron algunos gritos y jadeos.

Todos voltearon a la mesa de Slytherin.

Cualquier estudiante que hubiera comido algo de la mesa ahora tenía el cabello color rojo chillón, con algunas líneas doradas. Parecían que estuvieran preparando para un partido de Quidditch de Gryffindor. Las risas explotaron por parte de los Ravenclaw, Hufflepuff y Gryffindor, mientras que los Slytherin se sonrojaban de vergüenza.

Los ojos de Dumbledore chispearon de diversión, mientras que la profesora McGonagall fruncía el ceño y soltaba llamas por los ojos.

―Hermoso.―James dijo mientras limpiaba una lágrima que caía de su ojo.

―El rojo les queda bien.―Aquila sonrió orgullosamente de su trabajo.

Remus negó con la cabeza y Peter los miraba con admiración.

Regulus, que desafortunadamente ya había comido algunas tostadas, hizo una mueca de disgusto y miró a su hermana en la otra mesa. Ella le sonrió y le hizo un gesto con la mano, saludándolo.

Riéndose, el profesor Slughorn caminó hacia la mesa de su casa, para hacer unos hechizos y que las cabezas de sus estudiantes volvieran a la normalidad. Por otro lado, la profesora McGonagall caminó por la mesa de los Gryffindor y se detuvo frente a sus dos sospechosos.

―Buenos días, Profesora.―Aquila la saludó con una dulce sonrisa.

―¿A qué debemos el placer?―James preguntó inocentemente.

Sus finos labios estaban apretados y la mujer no titubeó ningún segundo cuando habló.―Detención, señor Potter, señorita Black. A las cinco en punto en mi oficina.―y sin esperar respuesta volvió a la mesa de profesores.

―¡¿Qué?! ¿Ni si quiera nos va preguntar si fuimos nosotros? ¡Podríamos ser inocentes!―James se quejó.

―¿Acaso alguna vez han sido inocente?―Remus preguntó, tomando un sorbo de su jugo de calabaza. Peter soltó una risita y James se encogió de hombros.

―Valió la pena.―Aquila dijo con una brillante sonrisa.―La cara que puso Regulus...

―No tiene precio.

Aquila se congeló y lentamente se dio la vuelta para ver a Sirius, que le sonreía tímidamente mientras se balanceaba sobre sus pies.

―Ehh... ¿buenos días?

James y Peter miraron a Aquila nerviosos, mientras que Remus los miraba confundidos. Había estado tan ocupado con sus tareas de prefecto que no se dio cuenta de la pelea de los hermanos Black.

Aquila se paró de su asiento.

―Los veré en clases.―la pelinegra dijo a los tres merodeadores sentados y salió casi corriendo del Gran Comedor.

Sirius soltó un suspiro y se dejó caer en el asiento vacío al lado del chico de lentes.

James se mordía la mejilla.

―¿Qué está pasando?―Remus preguntó hacia sus amigos.

James y Peter no contestaron y comenzaron a comer su desayuno con expresiones tensas en sus caras.

Remus frunció el ceño, confundido.

―Uhm... ¿Canuto? ¿me explicas?

 ¿Canuto? ¿me explicas?

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philophobia ━ remus lupin. (1)✓Where stories live. Discover now