XXIII: Pasión

1.4K 76 5
                                    

Aquí tienen otro capítulo muy esperado. Disfrútenlo y no olviden votar 😏❤
________________________________

------------------------ Elise ----------------------

Desesperada y con ansias esperé a Nat. Compré comida y después de bañarme me arreglé para ella.
Opté por un vestido algo casual pero que lucía bien.

Seguía sin poder creer que estábamos saliendo; aún recuerdo cuando la vi por primera vez, se veía tan sexy en sus pantalones de cuero audicionando tan segura, como una profesional.
Hubo una sensación tan diferente en mí, algo que jamás había sentido con solo ver a alguien.

De pronto mi celular sonó y era ella, diciendo que ya estaba en camino a mi hotel. De inmediato serví la comida y esperé junto a la puerta.

La escuché tocar y abrí la puerta tan rápido como pude. La ví ahí parada en mi puerta con una rosa en la mano y una sonrisa tan hermosa.
La abracé tan fuerte como pude y la jale hacia dentro para poder besarla.

Ella respondió a mi beso convirtiéndolo en uno más apasionado, llevó sus besos a mi cuello y entonces me separé.

—No no no, alto ahí —traté de respirar. —Compré algo de comer

—Mmm... Eso suena bien, muero de hambre

Tomadas de la mano caminamos hacia la mesita dónde estaba ya la comida servida.

—Espero te guste, no supe que pedir realmente, ¿está bien eso? O podemos pedir otra cosa, algo mejor... —hablé con rapidez y nerviosismo.

—Shhh... Basta linda —habló con suavidad. —Esto está bien, no hay problema

Nos sentamos y comenzamos a comer. Charlamos un poco, le pregunté sobre su día y ella me respondió con honestidad.

—Fue un buen día, Dominique y yo hacemos un buen trabajo. Ambas estudiamos nuestros guiones por aparte y sabemos encajar al momento de la grabación

—Si, ella es muy profesional —bebí de mi limonada.

—Por cierto amor, debo decírtelo...

Rayos, esas palabras me asustaron.

—Dime... —traté de parecer calmada.

—Mañana grabaremos las escenas de besos... Ya sabes, las protagonistas se vuelven pareja... —me miró esperando mi reacción.

—Oh... Bueno... Trabajo es trabajo y no debo ponerme celosa...

—Sabes que no hay besos como los tuyos linda, sólo tú me vuelves loca —susurró seductoramente.

—Eso espero —la miré amenazante.

—He terminado —pasó una servilleta por sus labios.

—Si yo igual —me levanté para tirar la basura.

De pronto sentí sus manos en mi cintura y sus besos sobre mi cuello.
¡Dios! Esta chica está matandome.

—Vamos a descansar —susurró con ternura.

La seguí hasta la cama, donde ella se recostó y encendió el televisor.
Me recosté junto a ella y colocó su brazo al rededor de mi espalda, abrazándome.

Miramos una película y platicamos hasta que ambas necesitábamos un beso. Como si nos hubiésemos leído la mente volteamos a vernos y comenzamos a besarnos.
Algo cambio desde ese momento porque no podíamos parar.

Sus besos eran tan irresistibles que era imposible separarse.
El ritmo disminuía pero con él aumentaba la pasión, eran besos más largos y exquisitos.

Pude sentir su mano acariciar suavemente la piel de mi espalda.
Mi cuerpo se erizó por completo; era increíble lo que llegaba a provocar en mí con sólo una caricia.

—Vaya, ya es noche —dijo al separase y mirar el reloj de la pared.

—¿Pero te quedarás cierto? Porque no pienso dejarte ir... —la abracé con fuerza.

—No te preocupes por eso linda, es sólo que contigo ni siquiera siento el tiempo —suspiró.

Cuando Nat se pone romántica se vuelve aún más irresistible y mis hormonas  se descontrolan.
La necesitan cerca, yo la necesito cerca.
¿De verdad podré dormir tan tranquila teniendo la tan cerca?

--------------------- Natasha --------------------

Elise parecía nerviosa cada que acariciaba su piel, podía notar el deseo en sus ojos.

Pequeñas gotas de lluvia comenzaron a caer sobre la ventana, las oímos por unos segundos antes de hablar.

—Me encanta que llueva por las noches —dijo. —Me arrulla

—A mi también —respondí y me levanté para meterme bajo las cobijas. Ella me siguió.

Volvimos a nuestra posición y entonces le deseé buenas noches y le di un pequeño beso.

—Pero... no tengo sueño —susurró.

—¿Ah no?

—No... Sólo quiero permanecer así, abrazada a ti, besándote —se acercó a mis labios hasta que los unió.

Su mano acariciaba mi abdomen haciéndome estremecer hasta que se colocó sobre mí y comenzó a acariciar mi cuello.
Mis labios respondían a los de ella; nuestros besos eran cada vez más apasionados y necesitábamos más.

Sentí sus manos levantando mi blusa y entonces llevé mis besos a su cuello mientras la empujaba hacia atrás para colocarme sobre ella.
Bajé mis manos hasta sus piernas donde subí lentamente su vestido y ella se giró para que pudiese bajar el cierre.
Lo hice y le ayudé a quitárselo.

¡Maldita sea! Estaba usando un encaje rojo bastante tentador y sexy.
Me empujó contra la cama y desabrochó mi pantalón, tiró de el y lo arrojó al piso.

Ambas estabamos en ropa interior besándonos y acariciándonos.
No llevábamos prisa, queríamos disfrutarlo.

Sin resistirme más desabroché su sostén y llevé mis besos hasta sus pechos. Sus jadeos me volvieron loca en segundos, la deseaba tanto.
Desabrochó el mío e hizo lo mismo pero lentamente bajo hasta mis bragas donde acarició suavemente con sus dedos mientras besaba mi abdomen.

Me hizo jadear y quedarme sin aliento. Esa mujer sabe lo que hace.

Finalmente se decidió por deshacerse de mis bragas para arrojarlas también al piso.
Llevó sus besos a mi boca mientras presionaba su cuerpo contra el mío.

Acaricié su espalda hasta llegar a sus glúteos y me deshice de su ropa interior.
La deseaba demasiado, necesitaba escucharla gemir por mi culpa.
Rápido me giré sobre ella y acaricié su centro con mis dedos dando suaves masajes.
Podía sentir sus gemidos ahogándose en nuestros besos. Sus uñas rasguñaban mi espalda mientras yo continuaba complaciendola.

Pronto comenzó a ponerse más húmeda permitiendole a mis dedos entrar.
Dejé de besarla para escucharla gemir y respirar aceleradamente. Yo estaba bastante excitada.

Una vez que la escuché gritar y encajarme las uñas supe que había sido un buen orgasmo.
La dejé respirar y esperé a que se recuperara. Fue entonces cuando ella llevó sus dedos hasta mi centro e hizo lo mismo conmigo.

Nos esperaba una gran noche de placer y estábamos dispuestas a aprovechar cada segundo.

No me importó que al día siguiente tuviese que ir a trabajar pues para cuando despertara ya tendría bastante energía.

Cada parte de mí la deseaba tanto desde que grabamos aquella escena, la situación y los personajes eran otros, pero las sensaciones y los deseos eran nuestros y finalmente se habían liberado.

Jamás dormí tan agusto en mi vida.

Una Caricia | Negovanman FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora