siempre has sido tu (Trilogía Curvas Impredecibles #2)

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POV TRENTON

*Rihanna: Acassia Humphrey hermana de Trenton*

Había olvidado la sensación de regresar a casa, 17 años habían pasado desde que me fui de Italia, no soy natal de Italia, pero nos habíamos mudado allá cuando tenía pocos días de nacido, puedo hablar su idioma, pero ya estoy fuera de práctica. Se de antemano que me harían bien unas buenas vacaciones a lado de mi familia, por eso aproveche en tomar rápido la decisión cuando mencionaron que había problemas financieros en cuanto a los viñedos.

Necesitaba tiempo para saber qué es lo que exactamente sentía por Annie, creo que me aferre tanto a su cercanía que incluso me enamore de ella, pero siempre con la sensación de que era un error sentir eso, pero también sabía que yo no era dueño de su amor, joder que eso me daba rabia.

Despeje mi mente cuando se empezaron a sentir turbulencias en el avión "pasajeros por favor de permanecer en sus asientos estamos por aterrizar, gracias por volar con aerolíneas Cook" el copiloto anunciaba a través de la bocina, realmente que me sentía ansioso por llegar y ver a mi familia, casi no hablábamos mucho por mi trabajo pero sabía que tenía un sobrino en casa, mi hermana Acassia había decido ser madre soltera después de que su prometido la hubiera engañado con su mejor amiga me jure que en algún momento de su puta vida se iba arrepentir por lastimar a mi hermana, siempre habíamos sido ella y yo por lo tanto nuestra relación era muy fuerte. Las turbulencias dejaron de sentirse y pude desabrochar mi cinturón de seguridad, tome mi móvil y lo guarde en mi bolsillo trasero de mi pantalón negro con bolsas y sus diferentes compartimentos, al bajar las azafatas te dedicaban un "gracias" y una sonrisa amable había procurado que el viaje fuera en clase comercial y de las aerolíneas más tranquilas que existen. En el aeropuerto seguí mirando las personas caminar de allá para acá sin detener su vista de móviles o documentos en sus manos, otros solo disfrutando de encuentros felices con sus familias así que sin detenerme seguí mi camino hasta estar frente a la banda de equipaje. Solo tomé la bolsa o más bien mochila del ejército y me dirigí lo más rápido posible a una agencia de coches, no me sentía a gusto tener que hacer uso frecuente de un taxi.

El tramite había sido muy tranquilo y un poco vergonzoso, ¿Había dicho que mi italiano era muy gastado? Bueno pues eso, aunque el gerente y su secretaria habían sido muy pacientes entendieron lo que necesitaba y que es lo que quería. Así que no me demore tanto en tomar camino hacia mi destino, era de noche lo cual las calles y la carretera estaban menos transitadas que en el día, la vista de los viñedos de mi familia se hacía cada vez más presente en mi campo de visión así que en menos de lo que pensé ya había estacionado la camioneta que había comprado. Al bajar pude apreciar que todo seguía en su orden, recordaba que de niño corría por estos largos viñedos en su pleno apogeo, pero sabía que estaba olvidando algo, pero no sabía que era.

- ¡Hijo mío! – esa era mi madre que venía corriendo hasta estrecharme en sus cálidos brazos.

-Mamá, te he extrañado tanto – la apreté tanto como me fue posible sabiendo que era más grande físicamente que ella y podía lastimarla.

-Hijo, ¿Cómo fue tu viaje? – mi padre había esperado a que mamá dejara de gritar eufórica y se acercó a darme un abrazo fuerte.

-Bien, no recordaba que este lugar fuera tan grande – comente mientras me giraba y miraba los viñedos.

- Tantos años fuera de casa, creo que debes conocer a tu sobrino – comento mamá con una sonrisa culpable en su rostro.

- Estoy ansioso por verlo – comento viendo como ellos caminan delante de mí.

En la insólita noche escuché una dulce y tranquilizadora risa, pero incluso tan rápido como llego se fue dejándome consternado no quise voltear y seguí hasta estar dentro de la casa de mis padres donde se podía escuchar en la sala un programa televisivo infantil y a mi hermana sentada en el sillón.