Prologo

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Han pasado 17 años desde que Lucia D'Angelo sonrió de verdad, han pasado muchos años en los que ella creyó en la promesa, han pasado años en los que por las noches camina dormida entre los viñedos y cuando abre sus ojos grita con dolor, años en los que su mejor amigo intento ser su pareja y darle la felicidad que ella se merecía, pero no pudo y ella tampoco se lo permitió así que solo se conformó con ser su salvavidas.

Le cuesta hacer amigos o siquiera mirar a las personas a los ojos y no sentir que entrara en un ataque de pánico, no conoce y no habla con más hombres que no sean su padre y su mejor amigo, Chris. Admite que le sienta muy bien su compañía es como si fuera el oxígeno que necesita cuando siente que todo el mundo la abruma, lo quiere tanto que no quiere separarse de él.

No recuerda cuando fue la última vez que pensaba en ese niño o hombre ahora, no quiere recordar sus ojos, su voz o siquiera su nombre, de solo pensarlo o que se lo mencionen comienza a temblar y a gritar. Su madre no sabía qué hacer cuando por las noches salía a llorar y gritar en los viñedos de aquella familia, la familia de la persona que volvió a su pequeña y única hija en alguien con demasiado miedo a la sociedad y a las personas, no permitía que nadie la viera a los ojos nada más que su familia y su mejor amigo, bueno aparte de sus alumnos, pero poco a poco había al menos controlado estar cerca de las personas y actualmente se había convertido en maestra de preescolar.

Pero nadie contaba con que, el hijo mayor de los Humphrey regresara, nadie tenía planeado que él la viera, muchos menos ella, ella aun recordaba su nombre y el color de sus ojos, pero él ni siquiera recordaba su nombre.

siempre has sido tu (Trilogía Curvas Impredecibles #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora