siempre has sido tu (Trilogía Curvas Impredecibles #2)

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POV TRENTON

Sigo sin entender como es que estaba pasando todo esto, me siento como un jodido idiota, el idiota mas grande de toda la historia, ella parecía cada vez hacerme revivir esa noche cada maldito día, y aun así esos bonitos ojos no hacían mas que enseñarme su miedo y dolor, un dolor que yo ocasione, pero sin saber cómo es que paso.

Al día siguiente estaba dispuesto a ofrecerle una disculpa siendo que de verdad no entendía que tenia que disculparme pero aun así lo necesitaba, y mas de media noche Sali de mi habitación hacia su casa después de pasarme todo el día meditando mi disculpa, ella venia con el que se hacia llamar su amigo, pero venia en brazos de el y ella simplemente dormida tan llena de tranquilidad y hermosa, porque en mi mente se reproducía la esponjosidad de sus labios al hablar incluso si parecía querer huir de mi y esos cabellos tan espesos que ondulaban con el viento. Pero mentiría si dijera que verla en brazos de ese tipo sacaba una rabia en mi incluso mas de lo que Connor hacia en mi cuando se trataba de Annie y entendí que no me acordaba de ella en todo ese tiempo que esta chica perduraba en mi mente.

No pude hacerlo, no quería que alguien se entrometiera, necesitaba hablar con ella personalmente y eso no había podido ser, no había oportunidades donde ella estuviera sola agregando el hecho de que llegaba del trabajo y no la veía en su jardín como la había visto la primera vez.

- ¿Podrías dejar ese mal genio, Trenton? – estaba en porche de la casa mirando hacia la de ella con un mal gesto, mi humor estaba por las nubes y no encontraba como mejorarlo.

-Necesito disculparme, debiste haber visto como me pedía que la dejara – su agonía en la voz dolió y mucho, nunca encontré algo que doliera igual, ni cuando tuve mi primera novia y rompimos.

-No lo imagino, esa chica parece estar atormentada y eso te incluye – aunque no quiera admitirlo así parece - ¿Has hablado con mamá o alguno de tus amigos del colegio antes de que te fueras? Quizás ellos puedan darte una pista – comento mientras me pasaba una gaseosa y la mire con expresión interrogativa.

-No, después de eso madre no ha querido hablar, pero estoy casi convencido que ella sabe algo – argumente mirando una vez mas hacia esa casa, esperando que ella saliera y me dejará verla y así poder disculparme.

Cambiamos de tema de conversación porque ciertamente me sentía un tanto irritado y no quería objetar algún comentario que la hiciera sentir mal, es cuando en estos momentos extraño hablar con Annie o alguno de los chicos, extraño los comentarios fuera de lugar de Thomas o lo despreocupado que era Marck o la seriedad de Mika, esos cabrones se habían convertido en alguien en quien confiar. Necesitaba hablar con mi madre, no puedo seguir por mas tiempo con toda esta incertidumbre, necesito solucionar esto, necesito que ella me perdone, nunca había necesitado tanto algo como esto.

Camine hacia mi habitación dejando esa esperanza de que ella saldría, pero no me rendiría tan fácilmente necesitaba encontrar algo que me hiciera justificar o entender su manera de tratarme, al entrar a la habitación me encontré con mi madre en ella con una caja en sus manos sentada en mi cama, al entrar carraspee la garganta llamando su atención a lo que ella se giro asustada y me vio algo alarmada. Mire hacia lo que había en esa caja que parecía estar casi llena de cartas al menos eso parecía.

- ¿Mamá? ¿Qué esta pasando? – camine hasta estar frente a y sus ojos parecían salir de sus cuencas, pero también el arrepentimiento en ellos.

-Creo que es hora de que te cuente que paso, pero también que recuerdes que elegiste irte, aunque eso en parte es mi error – me tendió la mano para que me sentara con ella en la cama.

Al sentarme me paso la caja, de cierto modo parecía incierto que me encontrara muy incómodo por lo que encontraría en esa caja, porque siendo honesto ya casi nadie escribía cartas y las cartas perduran mucho mas que mensajes de texto e incluso las palabras duelen más, no es algo que se ignore con facilidad así que pase el nudo que se había formado en mi garganta sin saber que estaba reteniendo la respiración y saque el primer sobre que mire.