Differences [ɴᴀᴍᴍɪɴ]

🥢[13] Molestia.

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Después de dos días en los que NamJoon descansó de todo y de todos -incluido su novio- se bañó y vistió como una persona decente.

Antes de caminar a la casa de JiMin, caminó hacia el otro lado, en busca de una floreria en la cual comprar un gran ramo de rosas para arreglar las cosas, y cuando lo obtuvo comenzó a apurarse.

Se había insultado todo el tiempo por tratar así a su bebé, pero estaba hecho.

Y cuando llegó a la casa, se encontró con YoonGi recargado en la puerta.

-YoonGi...

-Eres un bastardo.

Se sorprendió por el golpe que recibió en su mejilla, pero se dejó golpear por el pálido chico, lo merecía.

-No quiere salir de casa desde que fuiste un idiota. ¡No tengo idea de si por lo menos ha comido algo! Soluciónalo o no me detendré y romperé tu cara.

Le entregó el ramo a YoonGi, que lo sostuvo aún mirándolo con odio. Tocò el timbre y esperó impaciente, hasta que escuchó casi un susurró del otro lado.

-Si he comido, Hyung. Lo prometo...

-JiMinie...¿Puedo p-pasar?

-N-No- su voz estaba rota y dolida, y NamJoon se sintió aún más mierda.

-Yo... lo siento. No vine hasta ahora porque no quería tratarte mal. No me sentía bien, nunca quise gritarte, JiMin. Y es que, mierda, no sé que sería de mi vida sin tu voz. Por favor... ábreme- rogó, dejando las lágrimas caer.

-No quiero s-ser una molestia...

-Jamás lo serás, bebé. Tenemos cosas de las que hablar, pero necesito que abras la puerta y me dejes besarte hasta que nos quedemos sin aire.

Se escuchó una pequeña risita del otro lado.

-¿Y m-me darás mimos?

-Lo que tú quieras, precioso.

Y JiMin abrió la puerta, entrecerrando los ojos por la luz y observando a su novio, que traía los ojos rojos y su cara estaba húmeda.

Río por la ternura que esa imagen le causaba, y abrazó al alto chico.

-Te amo, JiMin. Perdóname por esto, y por cualquier estupidez que pueda decir.

-Eres un tonto.

-Lo sé, mi amor.

-Un idiota y... Y también eres el chico al que amo.

-Estabas bajando mi autoestima, Príncipe.

-Aún no te perdono completamente...- susurró JiMin, comenzando un beso con el moreno, que acarició su espalda hasta llegar a sus piernas y lo levantó, enredándolas en su cintura.

Sonrieron entre el beso y entraron a la casa, dejando a YoonGi sosteniendo el ramo.

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