❝ Baby Lips ❞ Reddie ©

❦Chapter twenty two

CAPÍTULO FINAL.

Tip: Oír canción mientras leen.

P.O.V Eddie

Otro día más. Otro día más sintiéndome más que una degradante mierda.

Cada minuto que transcurría era como si transcurriese en cámara lenta, me sentía verdaderamente débil, sensible, no comía, no dormía, no leía, no salía a la calle, e incluso llegaba a no beber agua, me estaba muriendo poco a poco, de manera bastante lenta y sumamente dolorosa.

Las cosas que solían hacerme realmente feliz les perdí el gusto.

No quería saber de absolutamente nadie, nadie sabía de mi, nadie sabía de lo ocurrido más que los presentes de aquella terrible noche.

Ya no quería vivir más. Y no lo decía solo por decirlo, ya no deseaba vivir más. No quería seguir robando oxígeno en este planeta tierra.

Ese momento no podía alejarse de mi mente, si trataba de hacerlo, el momento llegaba de la manera más inoportuna y traumática a mi mente, podía vivir ese momento al menos 50 veces al día.

Mirarme al espejo me causaba repudio, vergüenza, suciedad, asco, me daba pena ajena.

Sentía miedo, un miedo verdaderamente indescriptible, un gran temor al simple hecho de pensar en salir al aire libre, vivía totalmente aterrado, vivía con el miedo de que alguien me tocara o me hiciera daño. Si antes era frágil...sin duda ahora era aún más frágil, o más bien, ya no estaba frágil porque ya estaba desecho por dentro. No podía romperse más algo que desde hace mucho tiempo ya estaba roto.

El perturbador suceso se mantenía en mi mente, mientras más trataba de evadirlo más volvía a mi de la peor manera, haciéndome sufrir de maneras indescriptibles, era una tortura la cual sentía eterna, cada segundo transcurría tan jodidamente lento.

Me sentía tan solo, desorientado, realmente aterrado, tenía tanto miedo.

A dos puertas mías se encontraba Richie Tozier, en su habitación, tenía desde aquella noche sin verlo, había transcurrido ya una eterna semana y yo aún no salía de la habitación, me encontraba encerrado en su totalidad, en la casa se sentía un silencio inmenso e incluso aterrador.

Ninguno tenía el valor de salir y dar la cara, era claramente imposible.

Pero el momento más terrible del día era la noche, cuando Richie lloraba de manera desaforada en su habitación. Me partía terriblemente el corazón escuchar los gritos y dolorosos llantos de Richie todas las noches, el sufría tanto y yo me sentía verdaderamente culpable,.

Estaba totalmente cansado de romper en llanto cada cinco minutos, mis ojos ardían terriblemente, mi cabeza dolía terriblemente, vomitaba al menos cada dos horas del asco que sentía al pensar en ese momento, también me miraba al espejo, mis ojos se reflejaban totalmente hinchados, mi rostro rojo, desaliñado, mi rostro ya no era el mismo de antes por más que tratara de verle el lado bueno.

Yo ya no era el mismo de antes, algo en mi murió. Desde ese día algo dentro de mi se rompió, me arrebataron mi integridad de la manera más dolorosa para cualquier ser humano. Y no solo la integridad, también me arrebataron la felicidad.

Cada día que transcurría era como estar muerto en vida, no sentía absolutamente nada, solo me encontraba ahí, respirando. Solamente respirando.

Desde ese día no podía dejar de temblar, mis nervios estaban sumamente destrozados, mi mente se había tornado de color negro, para mi, mi vida ya estaba desecha. No encontraba ni siquiera un motivo más para vivir, no quería vivir esta triste melancolía ni muchos menos quería recordar ese momento tan doloroso que marcó mi vida.