Mi Demonio

Capítulo veinte y siete: Sentimientos Conectados.

La noche había pasado y el día llegó.
Las chicas despertaron poco a poco, preguntandose en que momento llegaron a sus cuartos, el día anterior habían estado investigando sobre la energía neutra.

- que cansancio - dijo una rubia - necesito un día de spa.

- Ino...todas necesitamos un rato en el spa - le dijo su amiga pelirosa.

- bueno, bueno, el desayuno no se hace solo - dijo la otra rubia saliendo del cuarto - ¡muevanse!

- ¡va..vamos Temari! - dijeron todas cambiandose y corriendo detrás de ella.

Al bajar las escalera, encontraron a los chicos en la cocina, haciendo un poco de desastre los trastes, pero sirviendo la comida.

- ¿qué se suponen que hacen? - preguntó Tenten.

- las ayudamos - aclaró Sasuke - ustedes...bueno, ayer se quedaron hasta muy tarde y nos mandaron a dormir...

- ¿un poco de culpa? - insinuó Sakura.

- e..eso no se los explicaré - aclaró el azabache - solo sientense y coman.

- ha..hai - la Hyuga sonrió - mu..muchas gracias...

- de nada, Kakashi-sensei nos llamó, disfrutenlo - dijo Naruto con una sonrisa tranquila.

- ¿para qué? - preguntó Temari antes de meterse una tostada a la boca.

- hmm...si no estoy mal, para una misión - le respondió Shikamaru.

- ¿una misión? - silencio - nah, no creo que sea nada.

- yo no estaría tranquilo, Neji - reprendió una voz detrás suyo.

- ¡Hanare-san! - dijo Hinata - ¿desea comer?

- no, ya lo hice - respondió - pero Kakashi los llama, así que deberían moverse.

Todos apresuraron comiendo y las chicas subieron a coger las carpetas con información que había pedido Kakashi.

Temari:

Con las carpetas en manos, llegamos al lugar que Kakashi nos citó, y ahí estaba, conversando con Obito y Rin-sensei, esos creo que son familia.
Yo quisiera volver a ver a mí familia.

- de veras, seguro que mí sensei llamó a Gaara - me detuve.

- qué dijiste, ¿Naruto? - pregunté.

- eh, nada - se puso serio - no dije nada.

Crucé los brazos, y le di las carpetas a Sakura, Shikamaru me tomó del brazo y me llevó a parte.

- ya volvemos - gruñí y él sonrió.

- sueltame, quiero saber sobre mí hermano - aclaré.

- no pasa nada con tú hermano - lo miré - sé que es dificil verlo lejos, siendo un demonio, pero está bien.

- ¿me lo aseguras?

- si, no te preocupes - me desarregló el cabello - deja de ser próblematica y volvamos con los demás - me detuve.

- ¿cuándo lo veré?

- pronto, pronto - me negué.

- es que... es que...Kankuro y Gaara están lejos de mí, ¿crees que eso no me afecta? - se acercó y me besó la frente.

- te entiendo...

¿Por qué...?

Flasback:

- ¡onee-san! ¡onee-san! - me giré.

- si, ¿Gaara? - respondí.

- ¿me das más pudín? - asentí. Le serví un poco más en su vaso, y se lo dí - ¡gracias!