Dedica a LaCristiRodriguez
Los ángeles se empezaron a alistarse para poder salir a la pelea.
- ¡muevanse!
Tsunade ya había organizado con Hanabi todo, y por ello las tropas ya estaban saliendo hacia el castillo de Toneri. Deseaban si quiera entrar un poco para que los demás chicos pudieran andentrarse más a buscar a las chicas.
- ¿segura de esto?
Ese era Jiraya, que en cambio, veía como los demonios se alejaban con el mismo cometido.
- sí, confío en Naruto.
- así veo...y dime, ¿qué harás cuando volvamos?
- ¿me estás invitando a una cita en estas circunstancias? ¿acaso estás loco?
- no pero...quisiera que me acompañaras a un lugar, como para tener una buena cita en sí, ¿quieres?
- idiota, como quieras.
Este solo sonrió, y antes de irse, le dio un pequeño beso en la mejilla.
- ¡adiós hermosa!
( ... )
Naruto estaba en la entrada contraria con los chicos, observó de lejos al ejercito venir hacia el castillo.
- atentos chicos, pronto será nuestra hora.
- sí...
( ... )
- ¡ataquen!
Ordenó la gran comandante y rayos con luces empezaron a penetrar el campo de fuerza que se había formado: no se rendirían, nunca.
Pero ante ella, salió Toneri, con una sonrisa en los labios.
- ¿de verdad...pensaste en enfrentarme y salir con vida? ¿de verdad lo pensaste? - preguntó.
- yo no te tengo miedo, ¡nunca le tendría miedo a un estúpido como tú!
- coste, ¡te lo advertí!
De su mano salió una torrente de frío y nieve, que empezó a congelarlo todo. Tsunade intentaba resistir, pero su escudo se estaba rompiendo poco a poco, no iba a resistir por mucho.
Inclusó pensó que iba a morir de la forma estúpida en manos de ese gran bobo.- ¡TSUNADE! - oyó y sintió que algo la protegió y se puso en su delante cuando el escudo se rompió.
- Ji.¡Jiraya! - exclamó cuando él sonrió.
Balbuceó algo que ella entendió al instante, la empujó y esta salió rodando del lugar.
- ¡Jiraya! - volvió a exclamar al cogerlo justo a tiempo, ya convertido en estatua de hielo - ¡Jiraya!
- ¡te dije que nadie salía vivo de combatir conmigo! ¡ahora muere!
Iba a mararla cuando un golpe de fulgo rojo lo hizo chocar contra la pared lo detuvo, haciendo un hueco.
- ¡nadie se mete con mis senseis! ¡¡¿lo has entendido??!
Era Kushina,con su gran espada legendaria. Minato apareció detrás de ella con la otra gran espada. Naruto obtuvo la señal y entró por el agujero: iba a recuperar a su novia y punto.
( ... )
Mientras tanto, Shion caminaba de un lado a otro, en la celda, golpeando todo lo que podía se desesperaba.
- calma, calma, así no lograrás nada - explicó Sakura.
- ¡cómo quieres que me calme! ¡Toneri está siendo posecionado!
- pero con la cabeza así no lograrás nada, tonta - reclamó Ino viendola de forma exaustiva - todas estamos tratando de dar una solución.
- yo...yo de verdad quiero enmendar mí camino, y sé que de algún modo, si salvo a Toneri, podré hacerlo - explicó con una enorme sinceridad - cuando Minato-sama me dijo que quería espiarlo, yo acepté sin saber que eso comprometería mí corazón. Queria saber porqué me enamoré de él...al final la única conclusión a la que llegué es que ambos somos almas solitarias...
Sí, era Shion, la misma chica que fingía odiar a Naruto, que le había puesto una maldición a Hinata sin querer (o de lo contrario, queriendo), y que siempre se resguardaba en Minato, aunque no fuera su padre.
Esa misma chica estaba allí, arrodillada y suspirando porque no podía salvar a alguien.- ¿de verdad te importa tanto? - le preguntó Tenten.
- sí, y a pesar de todo lo que haya hecho, lo amo, tal y como es.
Sabía que estaba abriendo mucho sus sentimientos, pero...era tan débil como los humanos: diferentes, sentimentales, pobres, tristes, etc.
- de verdad que lo amas - bromeó Temari - pero y dime, ¿desde cuando él está de ese modo?
- desde hace un mes, cuando estabamos justo estabamos aquí, sentados observando el atardecer. Una estela cayó en el jardín y de ahí salió Kaguya, y empezó todo.
Naruto:
Cuando entramos, pude ver a Kushina-san luchar junto a Minato contra ese loco de Toneri. Me asusté un poco la verdad, pero no me podía detener: muchas personas confiaban en mí.
- ¿Naruto? ¿estás bien?
Asentí y volvimos a correr. Hanabi me había dado las cordenadas del lugar en donde posiblemente estaban las chicas, así que utilicé mí vista especial para encontrar sus auras y lo hice.
《¡Hinata! 》dijo mí corazón.
- por aquí - susurré.
Los chicos también estaban anciosos, y realmente mis nervios crecían cada vez al acercarme. Por fin, por fin mí tortura se estaha acabando al acercarme a la puerta; la abrí de un solo golpe.
- ¡Hinata! - exclamé al entrar, y fue cuando topé con sus ojos perlas delicados y cristalizados.
El tiempo parecía lento, su expresión fue de total sorpresa y se acercó a los barrotes de la jaula.
- ¡Naruto-kun!
Que bien me hacía volver a escucharla.
Podía volar contal de alcanzarla.- ¡te voy a sacar de ahí no te preocupes!
Era casi todo perfecto, hasta que algo se me atravesó en el frente y me impidió el paso.
- hola Naruto, nos volvemos a ver...
Su rostro era pálido, albino, y sus ojos eran plomos. Su cabello tan claro no me recordó nada.
- ¿quién eres tú?
Su rostro se frunció.
- ¿no me recuerdas?
- ni siquiera te conozco.
El silencio reinó por segundos, que me parecieron eternos.
- ¿no te acuerdas de mí? Pues te daré unos datos para que lo hagas.
Abrió las rejas y atrajo a las chicas a un círculo creado por ella. Quise oponerme pero me congelé en el suelo.
- ¡no la toques maldita sea! - la amenazé.
- no le estoy haciendo nada, tranquilo - me observó y luego se sentó en medio salón - ¿reconoces mí rostro?
- no - Sasuke estaba detrás y apoyó su mano en mí - no me vienes para nada en mí mente.
- ja, ya se me hacía raro que esa vieja de Tsunade no haya intentado nada para evitar esto - cruzó los brazos - cuando eras ángel, me viste por primera vez cariño.
- ¿cuando yo...era ángel? ¿a qué te refieres?
- yo soy la cosa blanca que viste en la biblioteca querido: yo soy la causa por la cual eres lo que eres ahora.
ΔΙΑΒΑΖΕΙΣ
Mi Demonio
Fanfiction-- dí mi nombre -- reaccioné. -- ¿qué cosa? -- le pregunté. -- dí mi nombre -- sus ojos se clavaron en los míos -- se que te conozco. Dí mi nombre. -- no se como te llamas -- mentí. -- no juegues conmigo... / -- Hinata -- pronuncié -- dilo. Alzó la...