Capítulo 6

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Nota: Es buena idea reproducir el vídeo (varias veces, hasta que termines de leer el capitulo) mientras lees.

Capitulo seis

~Golpe bajo

El arrepentimiento es un sentimiento de decepción causado por el hecho de no haber hecho algo o de haberlo hecho mal. A menudo fugaz, este pesar puede no obstante ir acompañado de un fuerte sentimiento negativo susceptible de derivar en un descontento crónico. Y es que nuestras acciones a veces comportan resultados que quizá hubiéramos podido evitar y que nos conducen a vivir acontecimientos dolorosos. El arrepentimiento invade todos los ámbitos de la vida y varía según las personas, pero a mí me ha tomado de una forma bastante peculiar, asi como tener que aguantar que Erixander me esté ignorando en todo el camino.

La feria queda en una de las costas, es decir, muy salido del centro, por lo tanto, Erixander lleva una hora y treinta minutos sin hablarme, sin dirigirme la palabra. Adentrado en sus propios pensamientos sin dárnoslo a conocer a mí y a An.

—Eres tan bonita — le digo a una An muy sonriente que se encuentra sobre mi regazo.

—Bonita— me sonríe nuevamente. — Robin bonita.

—Gracias — le respondo para luego besar su mejilla. An se pone de pie sobre mi regazo y comienza a saltar mientras yo la agarro por la cintura. — No creo que sea buena idea que estés de pie mientras estamos en marcha.

—Hambre — se sienta para luego hacer morritos con sus labios.

—Mañosa — escucho como Xan le dice y yo no puedo evitar reírme al ver a An sacarle la lengua.

—Mentira — se queja la niña haciendo puchero.

—Cuando salimos de casa te tomaste un jugo de uvas y además comiste papilla — Erixander se defendió aun con la mirada puesta en el camino. — Gordita mía.

—Papi mio — le sonrió Anyara para luego tirarle un beso.

*

El trascurso se la paso con una Anyara muy animada la cual no paraba de parlotear. Yo pensaba que la beba, por tener dos años, no hablaba casi, pero, sin embargo, con Erixander aquí, no se aguanta nada de lo que tenga por decir.

Eran las cinco cuando llegamos a la feria, las luces de esta aun apagadas, pero con bastante gente circulando por los juegos.

Anyara, ahora en los brazos de su padre, estaba inquieta al ver todos los juegos mientras yo solo miraba la comida. Realmente, yo si tenía hambre, al igual que An. Lo primero que hiso Erixander fue comprar dos algodones de azúcar y acercarse a un tiro al blanco para ganar un peluche a Anyara, lamentablemente, fueron más de cinco intentos los que tuvo que realizar para ganar a Angel, la novia rosada de stitch el cual me fue regalado a mí. Lo bueno es que no eran tan grandes, median menos de medio metro.

Ya habíamos jugado en los carritos chocones, bueno, yo había jugado ya que An estaba con su papá en uno aparte sin chocar con nadie. Nos subimos en los avioncitos, pensaba que Anyara lloraría, pero sin embargo está riendo y quería seguir montando los juegos. Subimos en todos los juegos donde era aceptable que subiera An. Pero Erixander la llevo a un pequeño lugar donde los niños se podían jugar mientras lo cuidaban, por lo tanto, nos encontrábamos solos.

Xan tomo mi mano y nos dirigió a los juegos donde podíamos subir. La última ronda la tomamos cuando ya eran las siete y media, Erixander me dirigió hacia el tragadá y agradezco mentalmente a Lehia por haber elegido por mí un pantalón.

Luego de haber hecho la fila, y pagar por nuestros boletos, tomamos asiento uno al lado de otro.

—Esto será divertido — escuché a Erixander hablar, dirigí mi mirada hacia él y lo encontré mirando hacia una chica la cual traía un vestido suelto que le quedaba más arriba de las rodillas.

Bajo el mismo Cielo⨇ (BEMC)Where stories live. Discover now