fucking jew [kyman]

01| Omega

Era un mundo en donde los alfas eran los jefes predilectos, eran los que gobernaban, los fuertes, y en cambio, los omegas eran los sumisos que les proporcionaban crías, eran inferiores y débiles.

Eric odiaba esa ideología.

Él no era débil, él era fuerte y seguro, él simpre conseguía lo que quería cuando lo quería, era genial, apuesto, inteligente y astuto. No era para nada el típico estereotipo de un omega, porque sí, Eric Cartman desgraciadamente había nacido siendo un omega.

Quería tener poder y ser respetado, así que se hizo pasar por un alfa. Al principio fue difícil y más tras su primer celo, el cual fue horrible, pues parecía una puta necesitada. Pero gracias a su madre, quien había sobornado a un médico para venderle supresores a un menor de edad, pudo ocultar su aroma y controlar la extrema excitación y dolor que le producía el celo.

Parecía que medio pueblo había crecido, menos él. Todos eran más altos que él, hasta Butters, quién bochornosamente era un omega al igual que Eric. El judío de Kyle siempre se burlaba de él, diciendo que era muy enano y débil como para ser un alfa.

Cómo odiaba a ese judío.

Broflovski era un alfa, cosa que hacía hervir en rabia y celos a Cartman, ¿Por qué él no pudo nacer siendo un alfa y no un mugriento y sumiso omega?

Incluso Stan y Kenny eran superiores a él, Marsh era un beta y McCormick un alfa, ¡Cómo odiaba ser un omega!

Gruñó molesto, ese día no se sentía de buenas como para lidiar con Kyle, quien lo molestaba diciendo lo enano, gordo y débil que era.

-Vamos, culón, admite de una vez que eres el alfa más débil del pueblo-Insistió el pelirrojo.

-K-kyle, no molestes tanto a Eric.-La voz sumisa de Butters interrumpió al judío, el rubio jugaba con sus dedos, un poco nervioso por la reacción del alfa.

-Kahl, ¿Por qué no te metes tus palabras por donde no te da la luz?-Estaba irritado, el aroma intenso que desprendía el pelirrojo lo mareaba, era un olor a chocolate, le agradaba cuando era dulce, pero aveces se volvía amargo.

Eric no lo sabía, Kyle Broflovski estaba loco por él, pero los alfas no pueden estar con alfas, está mal visto ante la sociedad, posiblemente esa era una de las razones por la que no se atrevía a estar con él.

Se levantó de la mesa, sintiendo náuseas y un poco de calor, el olor que Kyle desprendía se volvía cada vez más intenso y no entendía la razón, o tal vez sus sentidos se estaban agudizando, sí la segunda opción estaba pasando, sólo podía significar una cosa.

Había entrado en celo.

Se alejó rápidamente de la mesa, dejando a sus amigos con las palabras en la boca y a un judío muy preocupado. Por alguna razón, su sentido protector se había activado, pero eso no tendría sentido, después de todo, Eric era un alfa y no un omega ¿no?

Se levantó de la mesa, excusándose diciendo que debía buscar algo en su casillero y se dirigió rápidamente al baño, al entrar escuchó jadeos proviniendo del último cubículo, y un aroma que nunca había olido se hizo presente, olía a vainilla, era un olor muy agudo, y sin querer, un bulto se hizo presente entre sus pantalones.

Era un omega que había entrado en celo.

Mordió su labio tratando de no dejarse llevar, quiso salir del baño y dejar en paz a aquel pobre omega, pero su instinto animal no se lo permitió, la puerta del cubículo fue abierta, mostrando una cabellera castaña, de inmediato se acercó y acorraló al chico olfateando un poco su cuello, el mismo aroma de antes seguía presente y cada vez le excitaba más.

-K-kyle..-Murmuró el chico, y el nombrado de inmediato se alejó.

Eric.

Abrió los ojos sorprendido, Eric Cartman, el mal hablado, maleducado, antisemita y manipulador era un omega.

-Nos mentiste a todos.-Su voz sonó fuerte y molesta, haciendo sentir un poco cohibido al castaño.-¿Por qué?

-No tienes ni idea de lo que es ser un mugroso omega.-Habló con el mismo tono, no se iba a dejar intimidar por el judío.

El pelirrojo se apartó un poco, estaba molesto, pero eso no quitaba el hecho de que tuviera una puta erección gracias al "fuertesito", Eric al notarlo levantó una ceja incrédulo.

-No pensé que fueras tan marica, Kyel.-Dijo con un tono burlesco, pronto sintió nuevamente esa oleada de calor, debía salir de ahí antes de cometer alguna estupidez.

-Gracias por notarlo luego de tantos años, Eric.-Respondió irónico rodando los ojos.

-Sí, lo que sea marica, yo me voy, jódete.-Hizo un ademán con su mano, pasando de lado dispuesto a irse, pero se detuvo en seco antes de abrir la puerta.-Sí te atreves a contarle a alguien sobre esto, me encargaré de destruirte con mis propias manos, judío.-Lo miró de reojo, sus ojos reflejaban ira, y se marchó.

El castaño eran tierno cuando trataba de ser dominante.

Kyle se miró en el espejo del baño, agradeciendo que el bulto en sus pantalones ya había bajado, sonrió al pensar en un par de cosas.

Sí Eric se atrevía a amenazarlo, no estaría mal hacerlo también.