¿Taehyung?

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La semana pasó tan rápido que la sorpresa en su rostro no se hizo de extrañar al escuchar que le habían dado de alta. Después de tantos exámenes y análisis de sangre, en los que varias veces reprocho por el dolor, terminó exhausto. Por otro lado, la presencia de Jimin le ayudó a recuperar, según el doctor, su estado emocional.

—¿Desde cuando sonríes tanto?— preguntó curioso al ver la radiante sonrisa del ahora pelinegro.— Extrañaba que sonrías de esa forma.

—El hecho de estar junto a ti supongo— soltó con simpleza y picándole un ojo.

—J-Jimin... —volteo a otro lado con rapidez, su rostro ardía y el color rojizo no tardó en pintarlo.

—¡Ya he terminado!— anunció emocionado al haber acabado de acomodar las pocas cosas que tenía, en el bolso.— ¿Qué te parece si vamos por un bubble tea?

Miró nuevamente a Jimin y asintió con una sonrisa, antes de articular alguna palabra el doctor entró y los miró a ambos con una sonrisa.

—Veo que ya se van— alegó con gracia, recibiendo una mirada divertida de ambos chicos.— Bien, pasaba por aquí para recordarte— le miró directamente.— Que debes seguir la medicación y realizar las terapias cada mes, no te esfuerces mucho para acordarte de ciertas cosas, de a poco vas a ir adquiriendo los recuerdos.

—Gracias doctor— expresó Jimin y anotando mentalmente lo que decía el hombre.— De verdad, le agradezco por salvar a Jungkook.

—Es mi trabajo— dijo con amabilidad y le entregó un papel antes de irse.— Ahí están los nombres de los medicamentos y las indicaciones del tratamiento, que tengan buen día.

Ambos se despidieron y a los minutos salieron del hospital, tomaron el bus y fueron hasta la tienda bubble tea, como lo había prometido Jimin. Pidieron dos bebidas y se ubicaron en una mesa cerca del amplio ventanal que mostraba la transitada calle, de personas, en la zona.

—Extrañaba estas bebidas también...

—Estás extrañando muchas cosas, me preocupa— habló divertido y mirándole con curiosidad.— ¿Algo más?

—Si —dió un sorbo a su bebida.— Extrañe tambie-..

—¡¡Jungkook!!

Esperen, ese era... No, no puede ser...

—¿Taehyung?

—¡¡Me alegra mucho verte así!!— emocionado se acercó para dejar su bebida en la mesa y abrazarle con cariño.

—¿Como, bebiendo un bubble tea?— intervino Jimin con un tono burlón.

—Después de lo que ocurrió, yo... —su tono de voz se fué disminuyendo pero suspiró y le miró con ternura, por otro lado él seguía confundido.— Eso ya no importa, ¿Cómo te sientes?

—Hola, yo muy bien, gracias por preguntar— volvió a intervenir sin recibir un ápice de atención de parte de su "amigo".

—Bien, ¿supongo?— la timidez en su voz no pasó desapercibida para ninguno de los otros dos.

—Creo que será mejor que hablemos después, tengo que irme— dió un mirada a su reloj y su cara se contrajo.— Se me hace tarde, nos vemos.

—Vaya amigo... —habló con fingida decepción haciendo una cara dramática, logrando hacerle reír.

°•°•°•°

Todo se veía distinto a como lo recordaba, algunas cosas no estaban y otras estaban rotas. Se perdió por unos minutos en sus pensamientos, no sabia cuanto pero parecía haber pasado un rato y Jimin aún no aparecía, había ido a preparar una cena pero se sentía curioso y desesperado por no poder estar cerca.

Con cautela entro en completo silencio a la cocina encontrando al pelinegro, con un delantal y picando unos vegetales, dándole la espalda. Una sonrisa apareció sin aviso y con el mismo cuidado se acercó tomándolo por sorpresa al rodearle con sus brazos el abdomen y dejar su mejilla en la espalda de este.

-¿Kookie?- pregunto sorprendido y con una sonrisa.- Pequeño me asustaste..

-De verdad.. no sabes cuando te extrañe...

-Fueron unos largos meses de espera- susurró y se dio la vuelta para abrazarle por completo.- Me dolio mucho el no tenerte a mi lado.

-Perdón...

-Kookie no hiciste nada malo no tienes porqu-..

-Si lo hice... -se separó un poco y le miró con los ojos llorosos.- Hace nueve años, cuando me fui sin haberte dicho.

-Eso ya no importa, lo importante es el presente y el hecho de que estés junto a mi es suficiente para volver a ser feliz- beso su frente con delicadeza y le mostró una eyesmile.- No importa lo que ocurrió en el pasado, lo que es importante ahora es el presente.

-Eres lo mejor que me pudo pasar Jimin..

-Y tu eres lo mejor que tengo en esta vida.

Jimin no espero otro segundo más para besar los suaves labios de su pequeño, pues había pasado tanto que parecía haber olvidado lo increíble que se sentía al probarlos. Luego de unos cuantos besos le dio uno corto y el menor le ofreció su ayuda, ahora ambos estaban preparando la cena, entre la cual hubo unos cuantos besos tiernos y sonrojos provocados por el pelinegro.

-¡Se ve delicioso!- expresó mirando todo lo que hicieron ya servido en sus respectivos platillos.- ¡Los vegetales quedaron al toque y la explosión de sabores es de otro mundo!

-Bueno gracias por el alago, no exageres Kookie- dijo tratando de ocultar una sonrisa traviesa y picando algunos trozos de carne.- ¿Cómo te sientes?

La pregunta le tomó por sorpresa pero al instante entendió a qué se refería, se llevó un trozo de carne junto con el arroz condimentado a la boca y gustoso sonrió al mayor.

-Mucho mejor aunque los recuerdos siguen siendo borrosos.

-De a poco irás recuperandolos, no te preocupes- acaricio su mano dándole calidez y continuó.- Estos días te quedarás en casa a descansar y seguir el tratamiento.

-Jimin- le llamó y el nombrado, hizo un sonido para que siguiera, sin mirarle.- ¿Qué hiciste en estos últimos meses?

Sus manos dejaron de moverse y se posicionaron a cada lado del plato, dejo de masticar y trato de disimular con una sonrisa la cual le salió como una mueca. Siguió comiendo aun sin mirarle.

-Encontré un trabajo y pues estuve visitandote en el hospital- habló sin mirarle.- Nada importante.

-¿En qué trabajas?- la curiosidad mato al gato, pensó.

-No es importante- se levantó y recogió los platillos sin mirarle.- Puedes ir a darte una ducha, subire enseguida.

-Pero..

Las palabras quedaron en el aire al verle desaparecer hacia la cocina y evitar por completo el tema. Resignado y confuso subió a darse una ducha tal como dijo el pelinegro. Por otro lado este se encontraba presionando sus manos y recargando todo su peso superior en estas contra la encimera de la cocina, la frustración llegó al instante en que el menor le preguntó aquello, pero lo que le molestaba no era lo que había hecho este sino el saber que ese momento llegaría, solo que no pensó que fuera tan rápido.

Revolvió su cabello con frustración y sin más, siguió lavando los platillos y demás. Miles de escenas se creaban en su cabeza al pensar en las distintas reacciones que podría tener el menor, y es que ¿como decirle que estaba trabajando en una de las compañías de gángsters de su hermano?

I Need U || JiKookOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz