La vuelta al mundo en 80 dias

#20

Allí en el Adén estaba Fix, que había seguido a Fogg hasta la estación, comprendiendo que este tunante se iba de Bombay. Tomó la inmediata resolución de acompañarle hasta Calcuta, y más lejos si preciso fuese. Picaporte no vio a Fix que estaba en la sombra, pero Fix oyó la relación de las aventuras que Picaporte estaba haciendo brevemente a su amo.

-Espero que no te volverá a suceder - respondió simplemente Phileas Fogg tomando asiento en uno de los vagones del tren. El pobre mozo, desconcertado y descalzo siguió a su amo  sin pronunciar una palabra.

Fix iba a subir a otro vagón cuando lo detuvo una idea que modificó súbitamente su proyecto de partida.

-No; me quedo -dijo-. Un delito cometido en territorio indio. Ya tengo asegurado a mi hombre.

En aquel momento la locomotora dio un vigoroso silbido, y el tren desapareció en la oscuridad. El tren había salido a la hora reglamentaria. Picaporte ocupaba el mismo compartimiento que su amo. Un tercer viajero estaba en el rincón opuesto.

Era el brigadier general sir Francis Cromarty, uno de los compañeros de juego de mister Fogg durante la travesía de Suez a Bombay , que iba a reunirse con sus tropas acantonadas cerca de Benarés. Phileas Fogg no había ocultado a sir Francis Cromarty su proyecto de viaje alrededor del mundo ni las condiciones en que lo verificaba.

-Hace algunos años, mister Fogg, hubiera tenido aquí atraso que probablemente hubiera comprometido su itinerario.

-¿Por qué, sir Francis?

-Porque el ferrocarril terminaba al pie de estas montañas, que era necesario atravesar en palanquín o a caballo hasta la estación de Kandallah, situado en la vertiente opuesta.

-Esa tardanza no hubiera de modo alguno descompuesto el plan de mi programa -respondió mister Fogg-. No he dejado de prever la eventualidad de ciertos obstáculos.

-Sin embargo, mister Fogg -repuso el brigadier general-, estuvo a punto de cargar con muy mal negocio por la aventura de ese mozo.

-El gobierno inglés es muy severo, y con razón, por ese género de delitos -añadió sir Francis Cromarty-.  Atiende más que a todo que se respeten los usos religiosos de los indios, y si hubiesen cogido a vuestro criado...