La vuelta al mundo en 80 dias

#11

Mister Fogg ya estaba listo. Llevaba debajo del brazo el BradShaw's  continental railway steam transit and general guide , que debía suministrarle todas las indicaciones necesarias para el viaje. Tomó el saco de las manos de Picaporte, lo abrió, y deslizó en él un paquete de billetes de banco.

-¿No has olvidado nada?- preguntó.

-Nada, señor.

-Bueno; toma este saco.-mister Fogg entregó el saco a picaporte 

-Y cuidado-añadió-; hay dentro veinte mil libras .

El amo y el criado bajaron, entonces, y la puerta de la calle se cerro con doble vuelta.

Phileas Fogg y su criado montaron un cab, que se dirigió rapidamente a la estación de Charing-Cross.

A las ocho y veinte, el acb se detuvo ante la verja de la estación. Picaporte se apeó. Su amo lo siguió y pagó al cochero. En aquel momento, una pobre mendiga se acercó a mister Fogg y le pidió limosna. Mister Fogg sacó del bolsillo las veinte guineas que acaba de ganar en el juego, y dándosela a la mendiga, le dijo:

-Toma buena mujer, me alegro de haberte encontrado.

Picaporte tuvo como una sensación de humedad alrededor de sus pupilas. Su amo acababa de dar un paso dentro de su corazón.

Mister Fogg y él entraron en la gran sala de la estación. Allí, Phileas Fogg dio a Picaporte la orden de tomar dos billetes de primera para París, y después, al volverse, se encontró con sus cinco amigos del Reform-Club.

-Señores, me voy.

-No olvide que debe estar de vuelta ...-observó Andrew Stuart .

-Dentro de ochenta días-respondió mister Fogg-,el sábado 21 de diciembre de 1872 a las ocho cuarenta y cinco minutos de la noche. Hasta la vista, señores.

Phileas Fogg, al dejar Londres, no sospechaba, sin duda, el ruido grande que su partida iba a provocar. La noticia de la apuesta se extendió primero en el Reform-Club y produjo una verdadera emoción entre los miembros de aquel respetable círculo. Luego, del club la emoción paso a los periódicos por la vía de los reporteros, y de los periódicos al público de Londres y de todo el Reino Unido.