Epílogo

18.8K 1.2K 405
                                    



Naruto y Sasuke estaban en la futura mansión Uzumaki, todo el primer piso ya estaba terminado y estaba parcialmente amueblado. En realidad, solo tenía una cama y un armario en una de las habitaciones de abajo, la cocina, el baño y unos cuantos muebles en el comedor. Suficiente para poder vivir ya allí. Era de noche, ya que durante el día Naruto y Karin se iban a trabajar para no molestar a los trabajadores.

- Pues esta es mi parte favorita, no volveré a pasar calor en verano. - Dijo Naruto riendo.

Estaban en la parte trasera de la mansión, allí la casa daba a una especie de jardín trasero que tenía un pequeño lago del tamaño de una casa normal y corriente que estaba rodeado de flores y árboles.

La mansión Uzumaki era de madera oscura realmente trabajada, probablemente estaba saliendo muy caro, pero valía el esfuerzo.

- Me da miedo el día que empieces a llenar esta casa de mini-narutos. - Dijo Sasuke recordando cómo era la infancia del rubio. - Solo espero que los eduques mejor de lo que eras tú.

- ¡De eso nada! Les enseñaré a pintar con estilo las caras de los Hokages, la tuya la primera. - Contestó Naruto riendo.

Sasuke no pudo evitar reírse también por aquel comentario. Justo en ese momento aparecieron Karin y Sakura, la Uzumaki estaba enseñándole la habitación provisional que estaban usando ahora. En el futuro probablemente sería la habitación de su hijo, pero mientras el piso superior estuviese en construcción sería la de ellos.

- ¿Cenamos? - Preguntó Karin sonriendo.

- Me parece buena idea. - Contestó el siempre hambriento Naruto.

Todavía no tenían la instalación de gas terminada así que estaban sobreviviendo con comida instantánea. Aunque hoy habían encargado comida a un restaurante de la ciudad ya que el Maestro Hokage y su novia les estaba visitando.

Se sentaron en la mesa del comedor y estuvieron cenando tranquilamente, se lo pasaron muy bien. Karin ya estaba de cuatro meses así que su vientre comenzaba a estar ligeramente abultado, Naruto y ella ya estaban expectantes de que naciese ya, pero aún faltaba bastante.

Tras la cena se quedaron un rato charlando, las dos parejas se habían afianzado bastante desde que Naruto y Sasuke volviesen de su misión hacía ya casi dos meses. La tregua con Kumogakure ya llevaba firmada dos meses y Konoha empezaba a respirar tranquila.

Cuando Naruto y Sasuke hicieron las paces ambas parejas comenzaron a hacer cosas juntos de vez en cuando. Naruto y Karin siempre asistían a las reuniones de grupo que hacían casi cada semana, y los cuatro quedaban juntos de vez en cuando para cenar. Hoy era el primer día que lo hacían en casa de los Uzumaki. A Sakura y a Sasuke les gustaba tener por fin una pareja amiga ya que hacia las veladas algo más íntimas y personales.

En aquel momento Karin se quedó callada, mirando en todas direcciones.

- ¿Ocurre algo? - Preguntó Naruto extrañada.

- Siento a alguien más aquí dentro. - Dijo Karin extrañada mirando hacia los lados.

- Yo no siento nada... - Dijo Naruto tratando de concentrarse.

Aunque los cuatro sabían que las habilidades sensoriales de Karin eran de las mejores del mundo. Era totalmente posible que hubiese un Chakra que ellos no notasen y ella sí.

- Pero su presencia es minúscula... muy sutil. - Dijo Karin extrañando más a los chicos que ya se habían alertado.

Volvió a mirar en todas direcciones, después miró a los ojos a Sakura haciendo que Naruto y Sasuke también la mirasen. La Uzumaki bajó sus ojos hacia el vientre de la Haruno.

La Familia UzumakiUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum