Capítulo 7

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Naruto estaba en la puerta de la casa de Karin, eran las ocho de la tarde y Naruto acababa de volver del trabajo. Estaba tratando de ordenar un poco sus ideas. Había pasado ya casi un mes desde que se acostaran en una lluviosa noche. Naruto había intentado disculparse con la chica muchas veces, pero ella siempre le rehuía. Pensaba que ahora ella le odiaba.

Suspiró y llamo a la puerta. Se abrió en aproximadamente medio minuto.

- Naruto... - Susurró ella. - Te he dicho que no quiero hablar del tema... por favor. - No le odiaba, simplemente era demasiado vergonzoso.

- No... no vengo a hablar de eso. - Dijo Naruto mirando al suelo.

- ¿Entonces? - Preguntó Karin extrañada, Naruto llevaba un mes tratando de disculparse con ella.

- Es que... te echo de menos. - Declaró avergonzado.

Karin se sonrojó hasta el infinito. Por un momento se pensó lo que no era.

- ¡Serás guarro! - Gritó escandalizada.

- ¡No! No me refiero a eso... - Naruto estaba tan rojo como ella ahora. - Digo... que echo de menos pasar tiempo contigo.

- Ah... - Dijo Karin menos avergonzada y ligeramente decepcionada, pero solo un poco. - Ya tienes muchos amigos Naruto... no te pierdes gran cosa. - Dijo dándose la vuelta, para intentar volver a su casa.

- Si... pero no es lo mismo. - Dijo impidiendo que Karin cerrase la puerta. - Ellos no me entienden... ellos no saben estar a mi lado ayudándome a no pensar en nada mas. - Dijo Naruto ganándose la mirada de Karin.

La pelirroja cerró los ojos con pesadez. Aquellas palabras le fastidiaron y a la vez le gustaron. Le fastidiaron porque ahora le costaba estar cerca de Naruto. Le gustaron porque ella se sentía igual. Se resignó.

- ¿Te apetece pasar un rato? - Preguntó Karin haciéndose a un lado. Haciendo que Naruto sonriese por primera vez en un mes.

Mientras tanto, en uno de los diversos bares de Konoha se encontraba Tsunade Senju, que había salido de su jornada en el Hospital General de Konoha hacia menos de una hora. Y ya estaba borracha. Por la mañana daba clases avanzadas de ninjutsu medico en la Academia. Y por la tarde tenía una jornada más o menos extensa en el Hospital. No solía tener mucho tiempo libre, y este lo solía pasar bebida.

Shizune estaba con ella, tratando de controlarla un poco y vigilarla.

- Malditos viejos... debería matarlos... - Farfulló Tsunade sirviéndose otra copa.

- Si... lo sé... - Dijo Shizune agotada. Tsunade hablaba de aquellas cosas todas las noches, cada vez que bebía.

- Sasuke Uchiha... Rokudaime Hokage... menuda estupidez... - Tsunade estaba realmente afligida por todo esto.

- Tsunade-Sama... ya nada puede hacer... - Dijo triste Shizune.

- ¡¡Yo no deje de ser Hokage para esto!! - Gritó enfadada con Shizune, bueno no con ella. Pero lo pagó ella.

- Lo sé... - Shizune no podía soportar más esta situación, la estaba sobrepasando.

Cuando Sasuke y Sakura comenzaron a salir, la creciente depresión en Naruto era visible para todos. Tsunade quiso hacerle un regalo especial. Dejó de ser Hokage y le recomendó a Naruto Uzumaki al Señor Feudal. Ser Hokage aliviaría sus penas pensó Tsunade. Pero los consejeros le ganaron esta batalla. El Señor Feudal, apoyado por el Consejo, escogió a Sasuke Uchiha.

- ¿Sabes que le dije a Naruto el día antes de que el Señor Feudal tomase su decisión? - Shizune se paró a escuchar esas palabras de Tsunade. De esto no sabía nada.

La Familia UzumakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora