Un grupo de amigos le propone a Jungkook jugar con el corazón del dulce Taehyung sin pensar en las consecuencias. Todo va conforme al plan, hasta que aquel pelinegro comienza a sentir cosas por el chico de personalidad peculiar y sonrisa encantadora...
"No puedo perdonarte ahora, Jungkook" habló bajito.
"Es lo único que estoy esperando. Lo juro" murmuró triste.
"El problema es que yo estoy esperando otra cosa" soltó con ojos expresivos.
Jungkook dudó, pero tomó su rostro entre sus manos, admiró sus bonitos ojos y acarició sutilmente sus suaves mejillas.
"Perdóname" pidió.
Taehyung lo miró embelesado.
"No soporto verte sufrir" respondió ojos cristalizados.
"Te amo más de lo que puedes creer" finalizó.
Jungkook conectó sus miradas y sus lágrimas brotaron al escuchar la dulce voz de Taehyung, aquella que lo hacía calmarse con tan solo un susurro.
Tae se acercó hasta que sus narices se rozaron en un dulce mimo, y comenzó a ponerse nervioso cuando sus mejillas se tornaron de un hermoso carmín. Continuó y dejó cortos besos castos en el rostro contrario, deleitándose con la dulzura y suavidad de su cálida piel que tanto había extrañado.
Jungkook no podía expresar lo enamorado que estaba de aquel ser que lo cuidó desde el principio. Se enamoró de sus imperfecciones, actitudes, voz, esencia, humildad, inteligencia, de su sonrisa, o de sus ojos que brillaban más que la luna en una noche oscura. Estaba perdido en la suavidad de piel, gemidos, caricias y de todo lo que hizo por él para llegar hasta aquí. Incluso cambió por amor, y dejó todo su pasado atrás para seguir a aquella mariposa que tenía dificultad al volar.
Porque Taehyung era una preciosa mariposa que solo necesitaba un poco de impulso para poder volar y Jungkook lo fue para él, así como Taehyung fue el bastón que lo sostuvo cuando él creyó que caería. Lo sostuvo cuando sus piernas flaquearon, y, cuando por fin trató de ser libre, siempre se mantuvo firme sin importar lo desgastado que se sentía.
Taehyung se sentía bien a su lado y sintió su corazón volver a llenarse al tenerlo frente a él. Quería protegerlo, apoyarlo, amarlo hasta que se cansara de él, quería ser el único en su vida y hasta quería bajarle las estrellas para poder verlo feliz.
"Te necesito como no imaginas" susurró Jungkook, haciendo que todo el cuerpo de Taehyung se estremeciera.
"Yo tam..." los dulces labios del menor lo callaron en un tímido beso.
Comenzaron con movimientos lentos que agitaban los zoológicos de sus estómagos mientras mordían suavemente sus labios, ambos riendo poquito cuando se pasaron de intensidad.
Tae no podía sentirse mejor con aquella tranquilidad que solo Jungkook le brindaba.
"Taehyung, en serio eres lo mejor que me pudo pasar" el menor dijo por última vez.
El mayor lo tomó entre sus brazos mientras comenzaba a llorar, su pecho latiendo sin control le hacía podía jurar que su corazón le susurraba con desesperación que unieran sus almas de una buena vez porque estaban ansiosas de tenerse.
Le dolía ver a Jungkook sufrir por su culpa y le dolía la distancia que habían puesto desde el incidente que marcó su relación.
Comenzó a acariciar su sedoso cabello obscuro mientras que su otra mano descansaba en la espalda del menor, dando leves caricias para después depositar un pequeño beso en su frente.
Jungkook comenzó a sentirse mucho más cálido y mejor por tanto consuelo de parte del mayor.
Se recostaron en la cama aún abrazados y Jungkook se recostó en el pecho de su novio mientras éste le brindaba inocentes caricias en diferentes partes de su cabeza.
"Hagamos todo bien esta vez, ¿sí?" el rubio casi suplicó mientras besaba sus párpados.
"¡¿Me darás otra oportunidad?!" Jungkook gritó exaltado y rápidamente se levantó de su posición para quedar sentado en la cama.
"No puedo estar sin ti" susurró con un fuerte rubor en sus mejillas.
"Te amo" susurró tembloroso y lo tomó entre sus brazos.
Se extrañaron tanto y aunque no pasó mucho tiempo, ellos no podían estar enojados porque se atraían como imanes y si se separaban nada en sus vidas tenía sentido.
Taehyung apretó el cuerpo de Jungkook entre sus brazos y sintió las pequeñas lágrimas resbalar por sus coloradas mejillas.
"No me vuelvas a lastimar porque para mí eres lo más importante en mi mundo... y tú eres todo lo que lo conforma" besó su frente por última vez antes de caer dormido.
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