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Se desmoronó... hacía más de las seis que no tomaba un vuelo comercial.

--¿Por qué no tratas de localizar al piloto de la empresa -preguntó Lisbeth.

--No está. Tampoco el avión. Fue a recoger a los invitados especiales para la inauguración.

--Podemos tomar un taxi aéreo...

Corrieron al pequeño edificio de aviación privada que se hallaba a kilómetro y medio de ahí.

De guardia, había un piloto joven y mal vestido que podía llevarlos en una avioneta de siete plazas con cabina presurizada. Hizo cuentas.Si el jet tardaba tres horas y media,en ese artefacto les llevaría casi seis.Estarían arribando a la una de la mañana.La otra opción era calmarse, volver al departamento y tomar el vuelo comercial de las diez,al día siguiente. En su cabeza martilló un párrafo de la carta que lo hizo tomar decisión:

Creo que tú eres de los que se mueven con un pequeño estímulo; de los que no esperan advertencias mayores.Yo, en cambio, soy de las que siempre cree que las cosas mejorarán por sí solas...
Ahora es demasiado tarde...

--Nos vamos.
Mientras prepararon el aeroplano, procuro tranquilizarse.Había puesto manos a la obra.Era lo importante.No tenía más que hacer por el momento.

--Será un vuelo largo -,le dijo a su esposa.

--Podemos aprovechar para dormir -,contestó ella -Llegaremos en la madrugada y...- se detuvo -Tal vez tus pesadillas se acaben cuando veas a Alma.

Caminaron detrás de un piloto que no parecía piloto para subirse a un avión que no parecía avión. Al pisar la carlinga, Zahid vio su rostro reflejado en el cristal.Él defecto de su cara era más notorio con esa luz amarillenta.Alma suponía que él se lamentaba cada mañana por estar tuerto, pero los seres humanos se acostumbran a todo y las prótesis modernas pueden hacer maravillas. Su ojo de vidrio parecía casi tan real como el verdadero.
Se acomodaron en la reducida cabina.

--¿Terminaras de contarme -preguntó Zahid -,cómo saliste adelante con un embarazo no deseado a los dieciocho años?

--De acuerdo pero tú también me contaras con detalles sobre cómo perdiste ese ojo.Aunque un dia dijimos que no escarbariamos en nuestras heridas más profundas para evitar revivir recuerdos dolorosos, tú Rompiste el contando.

--Sí, Lisbeth. Lo que pasa es que necesito aprender más.Saber más. ¡He cometido tantos errores en mi vida!

--No digas eso,Zahid.Ahora eres un hombre existoso. En general, has tomado decisiones correctas en los momentos precisos... Ese es el secreto del éxito. Podrías decirlo en el discurso inaugural de tu empresa.

--Tomar decisiones correctas en los momentos precisos -repitió la frase que en efecto podía sintetizar una fórmula para triunfar -.Seria como señalar la punta de un montaña y decir: Amigos,para llegar a la cima. sólo lleguen ahí...

--Bien. Lo esencial no es el qué sino como.Por mi parte no hay problemas. Puedo compartir contigo todo lo que sé. Somos pareja para toda vida...

Guardaron silencio mientras el artefacto despegaba. La mente de él discernía, pena cierta pena, cómo las madres solteras suelen ser maltratadas desde l momento de su embarazo. "No hay nada más injusto", se dijo "la gente ignora lo madura, lo dulce, lo grande que puede ser una madre soltera".

--Te amo -comentó. Entonces ella apoyó su cabeza en el hombro de él.

--Yo también.
Ignoraban que el inicio de su vida conyugal estaba a punto de convertise en tierra de amargura.

--Sigue contando.

Volar sobre el pantanoWhere stories live. Discover now