"¿Y qué se supone que le diga?" Esta vez Yoongi actuó de la misma forma mecánica que lo haría un resorte y se sentó sobre la cama, aún abrazando la almohada. "Cuando pienso en ello, llegan tantas cosas a mi cabeza, Tae. Todo es tan confuso y ya no quiero arruinarlo más" Hoseok vio cómo Yoongi sacaba un papel arrugado debajo de la almohada. "Como no encuentro una manera de decirle todo lo que pienso, decidí escribirlo. Ya saben, eso se me da un poco mejor" Los rostros de sus amigos se iluminaron al oírlo, Yoongi alzó su mano para evitar que sigan haciéndose ilusiones. "Por favor, no hagan esas caras de cachorritos felices. Hacen que me sienta raro".

"Raro o no, te queremos ¿o no, Hobi?" El pelirrojo asintió. "Anda, debes darle eso"

"Debe estar molesto conmigo..." Razonó en bajo volumen. Hoseok lo escuchó a duras penas y le golpeó levemente.

"Quizá lo esté, pero no durará mucho. Jimin no es de los que guarda rencor. Una disculpa y palabras sinceras bastarán".

"Tienes razón" Acordó el mayor, sintiéndose más motivado que antes. "Bien, lo haré" Taehyung aplaudió. "Deséenme suerte".

"¡Tienes todo lo que necesitas!" Hoseok animó, dándole una palmadita cuando el mayor se puso de pie. "O todo lo que él quiere" Agregó, juguetón. Las orejas de Yoongi se tornaron rojas por la vergüenza.

"Ya cállate" Habló como pudo, caminando hacia la puerta. Los otros dos solo se rieron de ello y Yoongi salió haciendo una mueca. Definitivamente tenían una buena amistad.











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Yoongi sí había ido a buscar a Jimin tal y como se lo había dicho a sus amigos. Se había alistado y animado mentalmente, abriendo su mente ante cualquier panorama posible. A pesar de ello, cuando llegó a las puertas de la residencia Kappa y tocó un par de veces, nadie salió. Esperó un poco más y fue más paciente que en otras ocasiones, pero el resultado siguió siendo el mismo.

Una vez resignado a que nadie saliera, se fue de allí. Iba a tirar la carta y deshacerse de cualquier cosa que le recuerde su último fracaso, cuando una despampanante cabellera rosada lo sacó de contexto. Bien podría recordar ese encuentro para siempre, se dijo a sí mismo. Jimin venía cargando a Junghyuk en sus hombros y Jungkook lo tenía del otro lado. Tantas cosas pasaron por su cabeza entonces, era como tener frente a él una pregunta de múltiple opción y él, sinceramente, no había estudiado nada para ello. No se sentía listo aún.

No tuvo tiempo para retractarse o pensar en otra forma de actuar cuando la mirada de Jimin se posó sobre él. Fue como caer y levantarse en un parpadeo. Fue también como tener dentro de su cuerpo una carrera de caballos desatándose fiera y tentativamente cerca de su corazón. No importaba lo que fuese, sucedió.

Jimin no dejó de andar y sostuvo con más ímpetu a su mejor amigo, pegándolo hacia él. Yoongi seguía estático y no porque no supiera qué hacer sino porque tenía miedo. Mientras más se acercaba el trío de amigos, más nervioso se ponía el mayor. Era un sentimiento electrizante y completamente nuevo. Quizá debería estar aterrado, pero, en su lugar, se encontraba algo ilusionado.

Junghyuk fue el segundo en notar su presencia y sonrió débilmente al dirigirle la mirada. Yoongi corrió hacia él.

"¿Qué...?" Intentó preguntar al ver el aspecto de los tres. Jimin captó su atención al instante. Ligeros, pero no poco notorios hematomas hacían presencia en su bien cuidada piel.  Jungkook lo miró ceñudo, casi bufando, con un color negro bordeando su ojo izquierdo. "¿Qué es lo que ocurrió?"

Poéme » YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora