💞 El nuevo amor de James 💞

860 45 2
                                    

Trina esperaba en una de las mesas de recepción. Estaba nerviosa. No paraba de volverse hacia delante y hacia atrás, como si temiera que alguien la estuviese espiando.
En ese momento, apareció Tori.
—Tía, ¿dónde te habías metido? ¿Sabes cuánto tiempo llevo aquí?
—Siento la tardanza, su majestad. Y si mis cálculos son correctos, lleva dos minutos esperándome —dijo con ironía mientras tomaba asiento.
—Ríete todo lo que quieras, pero tú nunca tendrás la oportunidad de hablar en persona con Kendall Knight y Logan Mitchell.
Tori la miró confusa.
—¿Quién?
—Ogg... —refunfuñó poniendo los ojos en blanco—. Son los de Big Time Rush.
—¡¿Qué?! ¿Has conocido a los de Big Time Rush?
—¡Sí! Aún no me creo que Kendall se haya acercado a mí, y solo a mí para preguntarme si había visto a un amigo suyo. Pero acabó en la piscina por no haberme hecho caso y dejar que le ayudase.
Su hermana parpadeó dos veces para volver en sí.
—¡¿Le has tirado a la piscina?!
—¡No! ¡Fue él que no paraba de andar hacia atrás mientras yo le insistía en que podría buscar a su amigo por él! ¡Ni que fuera a comérmelo!
—¡Ya! ¡Qué locura! —comentó en tono irónico antes de desatar su furia—: ¿Te das cuenta del lío en el que podríamos estar metidas?
—No, porque no es culpa mía que ahora Kendall esté hecho una sopa y aunque yo hubiese sido la responsable, me habría perdonado porque he salvado a su compañero de grupo de un payaso que no paraba de perseguirle. Verás, estaba dando un paseo por el parque y entonces-
—Trina, ahórrate tus cuentecitos —la interrumpió—. Me prometiste que no ibas a hacer ninguna locura.
—¡Pero si yo no he hecho nada y lo del parque es verdad! Logan Mitchell me pidió que lo escondiera bajo un banco del parque porque le perseguía un payaso —protestó—. Aunque también acabo perdiendo por no haberme aceptado como su guardaespaldas personal.
Su hermana arqueó una ceja.
—¿Un payaso? ¿En serio?
—Mira —dijo y se levantó de la mesa—, estaba súper emocionada por contarte lo que me había pasado, pero ya veo que esa envidia tuya que tienes hacia mí no hace más que fastidiarlo todo.
—¿Perdona? —dio un golpe en la mesa y se levantó—. Envidia deberías tener tú puesto que sin mí ninguna de las dos estaríamos aquí.
—Ya, claro. Seguro que mi talento inspirador no ha tenido nada que ver.
—¿Qué talento? ¿El de ir detrás de los famosos como un perrito faldero para que a ti también se te pegue algo de su popularidad?
Trina sabía que había perdido el duelo, aún así, continuó disputando para que no se notase su derrota.
—¿Cómo te atreves? ¡Eso no es verdad!
A veces, Tori no entendía cómo podía ser hermana de alguien tan "Trina", por decirlo así. En sus ojos se podía leer "Te voy a meter un bocado que te lo voy a sacar", aunque en realidad pensaba "¿En serio? ¿A estas alturas vas a intentar ocultarme algo que es propio de ti?".
Entonces, por arte de magia, su pregunta mental fue respondida por la reacción que tuvo Trina, al ver al compañero de Jo Taylor en New Town High, Jett Stetson, entrar en la piscina del Palm Woods.
—¡Madre mía! ¡¿Ese es Jett Stetson?! —chilló y corrió tras él—. ¡Espera, Jett! ¡Fírmame un autógrafo!
Agotada, Tori se dejó caer en la silla.
—¡No te metas en líos! —repitió, sabiendo que estaba gastando saliva en vano.
Se pasó la mano por encima de la cabeza, peinando su pelo hacia atrás.
—¡Eh, hola!
Solo le bastó una sonrisa para enmarcar a James nubes de color rosa reducir sus pasos a cámara súper lenta y darle al play a una balada de amor.
Entonces, se paró enfrente de ella.
—¿Tú debes ser la amiga de Katie, verdad? —preguntó señalándola con el dedo índice.
—Am, sí, sí, claro —balbuceó y se recogió un mechón de pelo en la oreja—, ¿por qué lo preguntas?
—Nada, pasaba por aquí... —respondió tomando asiento—. Te he visto, y bueno, ¿por qué no aprovechar para conocer a la chica que, según Katie, es tan increíble?
Soltó una risita y se echó el pelo hacia atrás. Era definitivo: la sonrisa de Boba se le había quedado cosida la cara.
—¿Sabes? Es curioso: Una vez tenía clase de combate escénico y me pusieron de pareja con la chica borde del instituto. No le hice nada, ni la toqué, pero el efecto del ojo morado resultó ser muy convincente. Me bajaron la nota y me castigaron limpiando el aula después de una guerra de comida.
—¡Vaya! ¡Qué borde por su parte!
—Mucho —admitió, creyendo que era un sarcasmo—. El caso es que mientras rasgaba los restos de macarrones con queso que había en la pared, ella vino y me saco de aquel repugnante aprieto.
James asintió con una mirada de asco.
—Pero ahora que la culpa ha sido mía, voy y me encuentro al mismo chico que al que le he tirado el batido de chocolate.
—Oye, solo fue un accidente. Ninguno de los dos mirábamos por dónde íbamos. De todas formas... —dijo. Entonces, deslizó la mano hasta aterrizar en la de Tori—. Supongo que a las personas buenas le pasan cosas buenas.
—Am, sí, claro... —tartamudeó, volviendo los ojos hacia James—. Por cierto, no me he presentado. Soy Tori Vega.
—James Diamond, de Big Time Rush.
A Tori se le pusieron los ojos como platos.
—¡¿Qué?
Justo cuando creía que su ejército tenía gran parte de su corazón conquistado, empezó a decaer cuando apartó la mano de la suya.
—¿Qué? ¿Qué pasa? ¿He dicho algo que no debía? —se asustó.
—¿Qué? No, no, ¡qué va! Es solo que... Es increíble que me haya encontrado con un famoso.
James la miró confuso.
—Claro, estamos en el Palm Woods, la cuna de los futuros famosos.
—Ya, pero no todos los días se conoce a un miembro de los Big Time Rush —rectificó sonriendo tímidamente.
—Pues estás de suerte —dijo levantándose de la silla—, porque no me importaría contarle a una fan todo sobre Big Time Rush mientras damos un paseo por el parque.
En la cara de Tori se podía notar indecisión. Normalmente, no se pensaba dos veces aceptar la invitación de un rompecorazones pero aquella vez pensaba que no debía...  Fue entonces cuando llegue saco su arma secreta: sus impecables dientes. Como esperaba, no falló.
—Encantada —respondió Tori y se levantó de la silla.
Se fueron por la entrada a la piscina, apamplado contemplando la cara del otro, creían que nada podía destruir aquel maravilloso momento... Si, claro, no contaron con Logan.
—¡Quita del medio! ¡Me persigue una bestia del circo! —gritó corriendo a toda pastilla y pasó por medio de ellos.
Atónitos por la inesperada aparición, se quedaron en el sitio.
—Creo que será mejor que nos apresuremos —aconsejó James.
—Sí, estoy de acuerdo —aceptó Tori.
Y empezaron a caminar de nuevo, ya avisados de que debían andar con cuidado si querían tener una cita en paz.

Big Time Victorious [THE CROSSOVER]✔Where stories live. Discover now