😭 ¡Qué dura es la vida! 😭

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Después del inesperado chapuzón y de unos minutos al sol, Kendall entró en el vestíbulo.
—Ejem, ejem —carraspeó Bitters al verlo empapado y le hizo señas para que retrocediera.
El chico bajó la mirada confuso. Aún no podía creer que estuviese mojado.
—¡Oh, venga ya! —reclamó y obedeció.
Una vez más, se escurrió la camisa, el pantalón, el pelo y se sacudió las manos.
—En fin, tendré que esperar más —dedujo.
Se apoyó en la esquina de la entrada del vestíbulo y dejó que los rayos del sol hiciesen su trabajo. En ese momento vio a James a través del cristal de la puerta. Estaba sentado en una mesa de por allí, al lado de las escaleras, sorbiendo, entristecido, un batido.
—¿James?
Sin pensarlo dos veces, entró. Pero enseguida recordó el aviso de Bitters y dio dos pasos atrás. Entonces, miro al frente. Ya que el gerente estaba distraído leyendo una revista, aprovechó para hacer una carrera hasta donde estaba su amigo.
—¡Eh! ¿Dónde te habías metido? Te estaba buscando —saludó sentándose en frente suya.
—He ido a comprarme un batido a ese quiosco que han puesto nuevo —respondió y dio unos sorbos.
—¿Pero eso no está lejísimos? —recordó escurriéndose la camisa.
—Ya, pero oye, el ejercicio quita mucho estrés —contestó y dio otros sorbos—. Y tú, ¿por qué estás mojado?
—Ah, una larga historia... —explicó incorporándose en la silla.
James se encogió de hombros y empezó a jugar con la pajita de la bebida.
—Oye, ¿estás bien, por lo de antes en el apartamento?
—Sí, es solo qué... —respondió con la voz átona y sollozó—: ¡La vida es muy dura!
—Tío, no es el fin del mundo porque no tengas novia.
—¡Claro! ¡Para ti es fácil decirlo! ¡Tú tienes a Jo! ¡Logan tiene a Camille!
—¿Y qué me dices de Carlos? —le interrumpió—. Él no sale con nadie y aun así no le ha caído un rayo encima.
—Créeme, ese está tan desesperado como yo —argumentó y dio otro sorbo.
—Pero James, ese no es motivo para-
—¡No es motivo para nada! —le cortó dando una palmada en la mesa y poniéndose en pie—. ¡Soy guapo! ¡Tengo voz! ¡Soy famoso! ¿Quién no iba a quererme?
—¿Has pensado alguna vez que no todo tiene una explicación?
Confuso y con los nervios menos alterados, volvió a su asiento.
—No te sigo.
Kendall suspiró.
—A lo que voy es que las cosas salen mejor cuando no se planean. Yo no planeé conocer a tres grandes amigos que les apasionase jugar al hockey tanto como a mí, ni tampoco me esperaba formar una banda con ellos y saltar a la fama.
—Um... —comentó arqueando una ceja—. ¿Me estás diciendo que todo lo bueno te pasa a ti?
—No —negó poniendo los ojos en blanco—. Lo que intento decir es que a veces es mejor olvidar, que las cosas fluyan por si solas. Si no tienes novia, no te comas el tarro, ya vendrá.
Entonces, se levantó.
—Además, no vale la pena tener miedo. Para ello, hay muchas cosas geniales que te hacen olvidar incluso eso, cómo echar una partida en la mesa de hockey.
Su sabio consejo y su indirecta le sacaron una sonrisa a su amigo.
—¿Sabes qué? Ya me encuentro mucho mejor —anunció levantándose de la mesa.
—Bien, ¿por qué no tiras el batido y te preparas para perder contra el rey del hockey sobre mesa? —le desafió con cara de chulito.
—Perder no está en mi vocabulario, y no he corrido dos manzanas para tirar este batido —se defendió y dio otro sorbo.
—Anda, vamos —le animó poniéndole la mano en la espalda.
Y se fueron por las escaleras.

Big Time Victorious [THE CROSSOVER]✔Where stories live. Discover now