- ¿Sabes que puedes contarme lo que quieras cierto? Puedes confiar en mi -  Sonrió amigable - ¿Me puedo sentar? -

- Claro, cabello sedoso - Respondí con el apodo que a veces le daba. Él rio mientras ocupaba el lugar a mi izquierda.

- Entonces... ¿Qué pasa? - Preguntó apoyando los brazos sobre sus rodillas.

- Oh no... - Me negué - Te dije que podías sentarte, eso no incluía contarte lo que ocurre -

- Así que sí ocurre algo - Afirmó.

- ¿Qué? - Respondí de inmediato a la defensiva - No... -

El recuerdo de Jade vino a mi mente. - No - Volví a repetir.

No me pasaba nada. Ni con Jade, ni con Beck, ni con nadie.

- Muy bien... Porque a mí si - Titubeó.

Lo miré curiosa, y él me sonrió como si lamentara algo.

- ¿Ah sí? y... ¿Qué es? -

- Tú... - Dijo después de unos segundos de mirarme - Me gustas -

- Uhmm - Mis labios se abrieron ligeramente, por lo repentino que había sido, pero no fui capaz de decir nada.

¿A caso no iba a emocionarme?

Digo... Beck era perfecto y me estaba diciendo que le gusto. ¿Dónde estaba mi adolescente interna en estas ocasiones?

- Vaya... Creo que te dejé sin palabras - Se burló el chico. Intentando disimular que estaba nervioso.

Vamos... Tampoco era lo más inesperado del mundo.

No besas a alguien nada más por que sí.

Bueno, tal vez Jade si.... 

Pensar en ella justo cuando Beck acababa de confesar que le gusto, era el maldito colmo.

- ¿Tori? - Preguntó el pobre chico que, de seguro, ya se había vuelto loco de tanto esperar una respuesta - Oye mira si te incomoda... -

- No Beck, no es eso, yo sólo... No sé qué decirte -

- Bueno... No esperaba que me dijeras nada, sólo... - Alzó los hombros - Quería que lo supieras, como dato curioso - Sonreí.

- Vaya, qué dato tan... Halagador -

- ¿Te parece? - En su mirada vi un destello de ilusión.

- Bueno... Si - No sabía qué contestar, me sentía incómoda pues no sentía exactamente lo mismo por él y no quería hacerle creer que sí para que después resulte que me gusta Jad...

¡NO ME GUSTA JADE!

Ya habíamos discutido eso, cerebro estúpido.

Debo estar loca en verdad... ¿Qué persona normal tiene discusiones consigo mismo?

- Sólo quiero saber... ¿Por qué? - Pregunté tratando de enfocarme de nuevo. Beck rio con negación.

- ¿En verdad me estás preguntando por qué me gustas? -

- Bueno, ahora tú estás haciendo la pregunta estúpida... ¡Exactamente eso fue lo que pregunté, Oliver! - Respondí un poco exasperada. 

Solía pasarme cada que no sabía cómo reaccionar a las cosas.

- Oye, tranquila... ¿Algo en verdad te está molestando no es cierto? - 

Suspiré frustrada ante su pregunta.

La cita - JoriWhere stories live. Discover now