¡Es un secuestro!

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¿Alguien sabe por qué los gemelos son Forge y Gred?, Acabo de ver una imagen acerca de eso.

Luego de mandar a los chicos a jugar a la planta alta. Lucius Malfoy se dejó caer de manera dramática en uno de sus caros sofás de cuero negro importado desde la zona comercial Muggle más cara de un tal lugar llamado New York en algo que se conocía como el distrito de brooklyn. Un brujo, o así se había hecho llamar, le había recomendado el caro; pero increíble mueble. Estaba entre chillar con la poca cordura, clase y decencia que le quedaba o simplemente fingir que no sabía nada.

—¿Me explicarás?—la voz de Sirius fue la primera en escucharse—, Vamos Bella, no haría que ellos regresarán si es tan malo-animo tomando su hombro sin nada de fuerza en realidad.

Porque nunca había visto a su prima tan vulnerable desde que eran pequeños. No cuando ella había descubierto el secreto de Remus Lupin impidiendo que este lastimara o asustara de muerte a Severus. Tampoco sabía exactamente porque, pero la cara de culpabilidad le hacía sentir un terrible nudo en el estómago. Fue como cuando Regulus casi le hace aceptar casarse con Lestrange, no era un mal tipo, mucho menos era feo, pero el problema estaba en que no estaba enamorada.

—¿Bella?—llamo con sumo cuidado Remus mientras la guiaba a sentarse—, tranquila. Detendré a cualquiera que quiera quitarte lo que es tuyo—le ofreció un poco de chocolate a la mujer de cabello incontrolable.

Los Black defendían un gran linaje de sangre pura muchísimo antes de que sus padres se casarán. Pero luego de que la familia Black y Malfoy descubrieron que las raíces que tanto adoraban provenían de un chico mestizo las cosas se cayeron en picada. Por eso, la familia compartía sangre de Criaturas Mágicas no eran tan raras en esa generación. Tal vez, por eso actuaban tan malvados cuando alguien intentaba destruir lo que habían formado.

—Ellos estaban solos—tomo el chocolate desenvolviendo la barra—, Charlie es él mayor junto a William, ellos preparaban la comida mientras Percy cuidaba de Ron—explico con calma, comiendo, como temiendo entrar en pánico en cualquier momento—. Los gemelos estaban arreglando la mesa, como si no importará no estar jugando.

Narcisa oculto la cara entre las manos, sus rodillas terminaron perfectamente dobladas contra su pecho. Mientras que Bellatrix intentaba respirar, el chocolate se cayó de sus manos temblorosas, era totalmente nuevo el vacío que empezaba a sentir en el pecho, como si esos niños fueran los suyos, como si no pudiera asimilar que a sus niños les haya pasado algo como eso.

—Bella—Remus tomo sus manos para calmarla, mientras que Lucius veía todo, Tom estaba preocupada Bella nunca dudaba al hablar—, respira. Cualquier cosa que haya pasado, lo resolveremos.

Ahogo un gemido cuando los ojos del hombre lobo brillaron en un tenue color azul, como un par de cristales. El Omega que era intentaba calmar a alguien que consideraba de su manada. Se sujeto al antebrazo, tartamudeo haciendo que todos los hombres se quedarán callados.

—Ella entro por la puerta—sentia un ataque de pánico llegarle, y ella nunca los había tenido en su vida—con un hombre. Los Charlie le dijo a los gemelos que vayan con los demás—su voz se volvía cada vez más profunda, como si aquello fuera tan difícil—nosotras los encontramos cuando George pataleaba y gritaba por ayuda.

Bella se quedó callada, como si lo único que pudiera hacer y que su cerebro no podía replicar fuera el mirar sus manos, observar como había matado con la varita en alto al maldito bastardo de mierda. ¿Por qué a esos niños?, Se veían dulces, calmados. Charlie había roto en llanto cuando los salvaron, nunca se espero que ha la familia que fueron a intimidar fuera peor que cualquiera que apoyará al Lord.

—Ella los prostituía—le murmuró Narcisa rompiendo la burbuja de tensión que se había formado a su alrededor—, él padre parece ignorarlo. Ya que no imagino que maldito hace algo así.

—¿Qué?—él lobo se levantó dispuesto a enseñarle a Albus Dumbledore cómo mantener a las personas a salvo—¡Maldito imbécil, mago idiota!

Thomas caminaba de un lado a otro, revolviendo su cabello con desesperación. Era claro que aquella mujer no valoraba lo suficiente la familia que se le había dado. Bella estaba lo suficientemente trastornada como para no temblar durante todo su relato, Narcisa no se veía mucho mejor que ella, era tan importante para ellas cuidar a esos niños, a ese bebé. A los menores.

—Esta bien—el silencio se instalo en el cuarto—, lo haremos—afirmo con la voz decidida y potente.

—¿Qué te pasa!—interrumpió Serpens tomando del cuello de la túnica al mago—¿Te has puesto a pensar que son hijos de una familia de la luz?—recrimino con una voz completamente hueca.

Thomas estaba inexpresivo, se dejó alzar, tomo sus manos con suavidad apartando las lo suficiente para poder arreglar su ropa con una firme convicción en el rostro. Aunque Serpens sabía que estaba dudando lo suficiente para tener esa mirada que le pedía comprensión.

—Lo sé, pero Harry...—ahogo su nudo tragando de madera gruesa y dificultosa—él no hubiera querido que los dejemos a su suerte.

Su lengua tocó su paladar suave, paso entre su encilla superior mientras intentaba no morder su labio inferior.

—Harry hubiera querido muchas cosas—aseguro jugando nervioso con su cabello—, no sé que quiere él Harry de ahora.

—Yo quiero que los ayuden—la voz del menor hizo eco en las paredes dándole más potencia de lo normal—, los salve y no porque quisiera que me deberían algo. Los cuide porque los ame, los amo y porque ustedes eran como esos niños.

Serpens respiro profundo mirando el cuerpo del menor que señalaba la puerta donde todos sus «invitados» se estaban quedando mientras hablaban.

—Yo te amo Tommy—admitio sincero—, amo a Serpens. Siempre procure hacer lo mejor, cuidarlos y darles amor—la boca se le seco al ver al menor que alguna vez fue aquel hombre tan guapo que le gustaba—. Porque estaban rotos, necesitaban piezas y ahora esos chicos necesitan todas las que Bella y Cissy puedan darles.

¿Qué opinan?, Recompensa por escribir tan poco y estar ocupado. Bueno, de ahora en adelante. Según mi plan, subiré un capítulo o dos cada domingo. Y uno entre semana si tengo tiempo libre del trabajo.

Colateral (En Revisión). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora