Cortalo y se volvera azul

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Solo me queda decir que era por el bien mayor. Me ha encantado lo que sucedido.

Logro acorralar lo contra el sillón de la casa, sus manos tocando por encima de la fastidiosa camisa mientras que sus labios tomaban los suyos en un beso posesivo e irresistible. Delineó con la lengua los labio rosados de su pareja para terminar succionando su labio inferior con ímpetu.

—Sirius—logro hablar luego de aquel beso hambriento, su cerebro no estaba funcionando—, llegaremos tarde para recoger a Harry.

Él hombre de cabello negro lustroso le ignoro haciendo que abriera las piernas y posará una en su regazo.

—En serio Sirius—suspiro con voz baja y la piel erizada por los besos en su cuello.

Las ágiles manos se hicieron camino entre la ropa, tocando sus pezones como si fueran lo más espectacular en su vida. Apretó aún con esa molesta camisa de botones puesta sobre el cuerpo del hombre que estaba intentando seducir. Sus labios tomaron posesivos la boca ajena, sus manos terminaron su recorrido en la cintura del menor de estatura, y sin pedir permiso alguno bajaron hasta la entrepierna del castaño.

—Sirio, en serio—le llamo por su apodo mientras intentaba sujetarse de sus hombros—nuestro hijo.

Sirius gruño contra su boca, un gruñido casi animal, no era hombre ágil para atender a cualquier demanda que llevase implícita un gramo de responsabilidad. Pero era lo suficientemente bueno para entender que sí no lo hacía callar no tendrían nada de sexo. Su mano apretó la semi erección en los pantalones del castaño haciendo que se olvidará por completo del mundo.

—Solo cállate Cornamenta—uso la voz más sexy de su repertorio para que su esposo y mejor amigo no replicará—, el cachorro estará en buenas manos. Lo cuidan mi tío Thomas y Severus.

Ante la sola mención de Severus Snape la sangre de James Potter se calentó de una manera celosa y posesiva, mordió el hombro del azabache sin importarle arruinar la ropa del hombre.

—No menciones a otro cuando intentas follarme—exclamo ofendido.

—Jammie—la voz le salió dulce como para el momento que estaban teniendo—te amo y te amare solamente a ti por el resto de mí vida.

Estaban por quitarse la ropa cuando el sonido inigualable de un «pof» les hizo separarse un poco, James observó a la elfina que había llegado totalmente avergonzado. La pobre criatura se cubrió el rostro con las manos.

—Per-Perdón—tartamudeo la pobre criatura sin mirarlos—, él joven amito los manda a buscar urgentemente, parece que los señores Snape, Black y Riddle se han desmayado.

Sirius respiro agitado y le hizo un movimiento de manos para que la pobre criatura pudiera irse. James no necesito más que eso para pararse y arreglarse un poco la ropa junta ha la notable erección en sus pantalones.

Sus labios apenas rozaron los suyos, en un mudo intento de provocarlo. Bajo con calma simulando besos y lamidas que nunca llegaron a tocarlo. Los nervios le llenaron el estómago, sus manos sujetaron sus hombros al sentir como su respiración se entrecortaba con esa boca peligrosamente cerca de su pene.
Sus manos rodearon su cintura, cuando regreso a mirar sus rostro los brazos se afianzaron dándole un poco de cercanía a las caderas rozando sus miembros de una manera muy placentera.

—Debemos irnos—murmuro sin aliento al tener esos labios rojos enfrente suyo.

—Debemos irnos—afirmo mordiendo su labio inferior y apartándose con cuidado.

Lo tomo de la mano con suavidad. Pero no aguanto lo suficiente cuando lo tomo de la cadera haciendo que su cuerpo quedará empotrado contra la pared más cercana ha él. Se sujeto posesivo. Con sus brazos rodeando las caderas y sus manos acariciando su espalda baja con algo de suavidad.
Pero ante todo pronóstico comenzó a reírse como si no hubiera un mañana.

—¿Qué pasa?—pregunta curioso.

—Canuto—empujo su hombro con cuidado—mejor vamos por Harry, interrumpieron nuestro buen sexo porque los chicos se desmayaron—bromeo James empujando al Black.

Este solo gruño sin querer soltar a su esposo, busco la varita entre la ropa con cuidado para hacerlos aparecer en la casa. Tal vez podría retar a sus tíos por arruinar un poco su diversión.
Cuando llegaron, estaba Serpens arrodillado enfrente de un pequeño Draco Malfoy que apuntaba con su dedo indice al hombre con una voz autoritaria; que no lo parecía tanto por la edad, le daba una reprimenda.

—¡Qué estabas pensando!—grito sin en verdad estar haciendo una pregunta—¡A caso yo me desmayaba dejándote solo?—interrogo ahora sí posando sus manos en sus caderas.

Harry estaba sentado en el regazo de Tom disfrutando de la vista. Él Lord estaba encantado jugando con el cabello del chico, mientras Severus tomaba una poción reconstituyente para sus nervios. Era demasiado por un día, la escena ante sus ojos era cómica y aterradora por partes iguales.

—Perdón—Serpens Black hizo una semi reverencia en el piso—, perdón papá, no sé que paso—aseguro aterrado.

La voz de Draco aumento un par de decibeles y los invitados no podían salir del Shock.

—¡Eres tan irresponsable!—reclamo moviendo los brazos de manera errática, Harry intervendría luego de la regañina, sí, claro, nótese el sarcasmo.

—¿Y por qué Tommy no está siendo castigado?—expuso señalando al hombre que le mostraba la lengua divertido—¡Él es tan culpable como yo, él se desmayó primero junto a él pequeño Sev!—grito sin darse cuenta que lo hacía.

Harry salió corriendo del regazo de Thomas y lo jalo de la mano al igual que a Severus para llevarlos detrás del sillón.

—Cuando yo diga, quiero que se agachen—susurro al ver como las mejillas del menor se pusieron rojas, tan rojas como un par de tomates y los puños se cerraron con fuerza.

Las cabezas se movieron al mismo tiempo cautivados por esos labios rojos. Tuvieron que recordarse que apenas era un chiquillo, uno demasiado lindo.
Estaban aturdidos cuando la explosión mágica tuvo lugar, un par de objetos salieron volando por todos lados, las ventanas se rompieron y Harry ahogo un gemido cuando la voz gutural del hombre que alguna vez fue Draco Malfoy se escuchó por el cuarto.

—¡Te atreves a gritarme, a mí?—la magia lanzó a Serpens al otro lado del cuarto, el núcleo mágico con el poder Veela no estaba reconociendo a su hijo—¡Soy tu padre Serpens Malfoy Black!—siseo apretando su caja torácica sin querer—¡Me debes respeto chiquillo, cuida tus palabras!

Magia accidental, claro que era eso. Pero los recuerdos en el cuerpo de niño, el núcleo mágico inestable que buscaba desarrollarse por completo y la irremediable sensación de ser quien volviera ha tener un lugar en la vida adulta afectaban de diferente manera ha los dos menores.

—¡A bajo!—grito al ver como él rubio caoba caía sobre su trasero y se sujetaba la garganta como si estuviera quedándose sin aire—, ¡Draco, no, apenas es un niño!

El chillido del Potter advirtió que se podría arrepentir de lo que estaba haciendo. Y cuando fue capaz de calmarse un poco, solo un poco como para ponerse a llorar por a ver lastimado a su hijo se desmayó al igual que los dos padres que acusaban a los tres hombres que cuidaban a los chicos.

Jajaja :b me pase de verga interrumpiendo el sexo. Pero era necesario. Tuve que ver porno gay para hacer este capítulo. No soy muy bueno en el Hard, soy más Fluffy. También, mi Beta no pudo ayudarme (por eso veía porno Gay) porque escribe una sexy historia llamada «Shinigami» y sus personajes están más buenos que el pan aradalsan es la ha logrado que siga con esta historia sin distraerme, así que si pueden leerla un poco les amaría.

Colateral (En Revisión). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora