Traidores.

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Estaba en casa planeando actualizar, y luego me acordé que se me olvidó lo que planeaba para este capítulo. Así que chalé :v

El titular del profeta que había sido escrito por Rita Skeeter era amarillista. Todo lo que esa maldita bruja chismosa escribía terminaba por ser una farsa adornada de una manera que le hacía ver cómo cierto.

Salvador del mundo mágico manipulado por una simple mortífaga.

Los que figuraban como entrevistados no eran Harry Potter o Narcisa Malfoy, acusada de traición. Eran Hermione Granger y Ronald Weasley.
La foto de la aristocrática bruja se movía errática, solo se veían los largos mechones de cabello moviéndose intentando escapar de los aurores que la habían capturado.

«Nosotros fuimos testigos de como él hu... Hmmm joven Malfoy le dió una poción mágica a Harry» cito el mejor amigo del señor Potter.

Draco arrugó el periódico al leer las tontas frases debajo del encabezado. ¡Por Merlín! Su madre era estricta y muy dulce en ocasiones, pero nunca le haría algo de ese tamaño de su familia.
Guardo el trozo de papel en el bolsillo de aquella túnica negra que su madre les había dado antes de que huyeran de la casa.
Se sentía humillado, más que humillado estaba perdiendo a su familia.

—Drake—lo tomo de la mano para que no se quedará atrás—deja ese maldito periódico, ya verás que Cissy estará bien.

—No puedo—murmuro apretando su mano con fuerza—es una horrible mentira sobre mi familia.

—Tranquilo—sonrió con calma hacia su primo.

El Callejón Knockturn era menos concurrido que el callejón Diagon, les era más fácil deslizarse entre las personas que caminaban entre más tiendas la mayoría entraba ha Borgin y Burkes, ya sea para comprar artefactos de magia oscura o simplemente por curiosidad ante lo nuevo que pudo haber conseguido el dueño. No les tomaron importancia, era normal ver a los encapuchados (más sí estos provenían de familias sangre pura ha las cuales no les convenía que las vieran por esos rumbos) porque siendo sinceros a veces hasta las familias de la «luz» rondaban por aquel oscuro callejón, la prueba fue ver un par de cabelleras rojas caminar entre risas.
Draco los observo atento aún con Harry jalando lo hasta la salida del callejón para ir al banco, sus risas, sus sonrisas y esa manera de terminar las frases de cada uno le hizo sonreír.

—¿Qué pasa Drake?—su voz salió suave y algo apresurada.


Se había detenido en el camino hacia la intersección con Gringotts, el callejón Diagon y el callejón Knockturn. La mirada del chico estaba puesta en un par de cabezas pelirrojas de risas estruendosas caminaban como si no les molestará la idea de que los vean ahí. Draco se sonrojo de manera notable intentando que Harry retomará el rumbo. Pero el azabache sólo sonrió travieso mientras que veía ha los dos chicos caminar entre las tiendas mirando los artículos de «magia oscura» a su alrededor.

—Los gemelos—no era una pregunta, estaba afirmando lo obvio—te gusta Fred y George Weasley. Los traidores a la sangre.

—Cállate Potter—gruño mostrándole el dedo de enmedio.

Un claro gesto Muggle que había aprendido con el paso del tiempo junto a Harry. Él chico solo pudo reír con ganas, mientras le sacaba la lengua ha al rubio. Los dos pelirrojos les prestaron atención al verlos pelear. Le dió una sonrisa dulce mientras le apretaba las mejillas con un claro gesto de burla en los labios.

—Te gustan los traidores—rió con ganas cuando el manotazo del de piel pálida le dió en las manos.

—Potter voy a hechizarte—amenazo jalandolo del antebrazo hacia la salida.

Los chicos los vieron perderse hacia Gringotts. Estaba riendo mientras miraba al de cabello platinado sonrojado, mejor dicho lo que alcanzaba ha ver gracias a la capucha que su madre le había transfigurado. Nunca habían hablado directamente de su pareja, no planeaba hacerlo ahora que había Sido tan obvio con sus sentimientos hacia esos tontos Weasley.

—Te gustan los gemelos, tendrás hijos pelirrojos—canturreo por lo bajo mientras entraban a la zona más concurrida del callejón Diagon.

Las brujas y magos se les quedaban mirando entre sorprendidos y algo aterrados. Pensando que eran magos oscuros. Draco se plantó enfrente de Harry dándole un golpe en la nariz con el puño cerrado.

—Ahora, te quedarás callado y no comentarás nada.

—Eso dolió—se retorció entre quejas intentando que su nariz no sangrara—no es mi culpa que Lucius Malfoy se esté revolcando en su propia mierda en estos momentos.

Un bufido enfadado se le escapó por los labios y termino caminando a paso rápido hacia la entrada de Gringotts. Era resguardada por algunos guardias y Goblins que lo saludaron al entrar. Estaba enojado, pero no sería un grosero con los trabajadores que nada tenían que ver con qué su primo sea un idiota cabeza de chorlito. Los duendes que se encontraban contando y pesando monedas apartaron un momento la vista de sus actividades para ver a los dos nuevos clientes.

Cuando logro llegar hasta el Goblin que lo atendería, le saludo con un corto y algo enojado «buenas tardes» al momento que le daba su varita.

—Dragoncito—le alcanzo tomándolo de la mano—no te enojes dragoncito, estaba bromeando.

—Hmmm—el goblin carraspeó de manera obvia obligando al chico a mirarlo—su varita señor.

Rebuscó entre su túnica para ofrecerla con un poco de renuencia. No estaba acostumbrado a separarse por mucho tiempo de ella.

—Bien, todo en orden—bajo de su lugar haciéndole un movimiento con la mano para que los chicos le siguieran—vamos, por aquí.

Draco no le dirigió la planta ni la mirada durante todo el camino hacia la oficina del director del banco. Se le notaba molesto e incómodo. Había dejado caer su máscara por unos breves segundos y su primo se había burlado de eso. Más ofendido no podría estar, podré iluso, no sabía lo que le esperaba apenas cruzara aquella puerta, oscuros secretos que lo atormentarian.

Muchos dirán que no actualizo porque no quiero. La neta, sí... Jajaja okey no, mi tío está hospitalizado y voy con el desde las ocho de la mañana hasta esta hora que llegó a casa. Jajaja lo siento, estoy que me muero.

Colateral (En Revisión). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora