Capítulo 25: Un día en la academia

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¡Ouaaaaaagh! - Di un largo bostezo apenas desperté. - Creo que hoy son las clases de fuego... Bueno, como sea... - Me levanté, bastante dormido aun, a hacer mis quehaceres matutinos antes de partir.

El día a día en la academia era simple sin mencionar los eventos recientes, donde los alumnos asisten normalmente a clases y el resto del tiempo lo dedican a lo que cada uno quiere.

Hace bastante tiempo que no iba a clases y era momento de ponerme al día.

- Vaya, estás de vuelta, Zeit. - Me preguntó el profesor cuando llegó al salón.
- Ah, tiempo sin verlo, maestro Ogon... Ayer regresamos de la expedición así que estoy listo para continuar. - Respondí despreocupado.
- Es bueno saberlo. Puedes acercarte al final de la clase para entregarte el contenido visto desde la última vez.
- Lo agradezco.

Mi relación con los maestros es bastante buena porque nunca he tenido problemas de quedarme atrás cuando falto mucho tiempo y siempre estoy haciéndole preguntas al maestro sobre las cosas que explica. Por ser un método diferente, hay varias cosas donde tengo dudas. Muchas veces son "preguntas tontas" para los demás, pero como mi rendimiento nunca se ve afectado, el maestro siempre responde con amabilidad.

Las clases del maestro Ogon son usualmente simples, donde nos muestra distintos hechizos elementales o distintas aplicaciones que la magia de fuego puede tener. Aunque la mayoría se puede encontrar en los libros, en muchas ocasiones el maestro entrega parte de su propio conocimiento adquirido por los años que lleva practicando magia y sus experiencias personales, así también como algunas investigaciones que ha realizado. 

De hecho, pese a que no es un tema consensuado entre los magos, parece ser que las emociones influyen directamente en la magia elemental y viceversa. También ocurre con otras afinidades, pero según sus propias palabras aun le falta investigación en esa área. Aparte del maestro Ogon, no hay otro que enseñe la relación entre estos aspectos ni mucho menos alguna manera de canalizar dichas emociones en la magia. 

Las emociones son procesos químicos dentro del cerebro y es bastante probable que la energía pueda influir en ellos, al menos a mi parecer. Si la energía puede afectar de esa forma, puede explicar varios de los comportamientos hasta ahora. Es algo que definitivamente investigaré con tiempo.

[Si supiera un poco más de biología o química tendría una mejor comprensión... Haaa~] Mi conocimiento era bastante superficial como siempre.

No siempre las clases eran consecutivas y lo normal era tener una o varias ventanas de tiempo libre, así que partí a la biblioteca para recoger un par de libros que había tenido que posponer hasta ahora. Subí al séptimo piso y cuando llegué allí, vi a Kaer que estaba junto a uno de los estantes.

La mayoría de las veces solo venimos juntos luego de entrenar, pero hay ocasiones donde ambos coincidimos entre clases.

- ¡Buenos días Kaer! ¿Qué tal estás hoy? - Pregunté alegre por encontrarla ahí.
- Ah, buenos días a ti también, Zeit. Aún algo cansada por todo - Respondió sosteniendo un par de libros.
- ¿De verdad? Deberías aprovechar de descansar ¿No crees? Relajarte un poco - Le dije algo confuso.
- Sip, pero venir a la biblioteca es lo que más me tranquiliza... - Puso una linda y serena expresión.
- Jaja entiendo - "Es adorable", pensé - ¿Que buscas? - Intentando mirar los libros que tenía en sus brazos.

- Quiero revisar los últimos libros que no había estudiado de invocaciones y monstruos. - Respondió algo avergonzada. - ¿Tu continuaras con lo de siempre?
- Jajaja si, es lo único que me puede ayudar a utilizar mejor mi habilidad... Haaa~ - Suspiré algo extenuado por todo lo que he tenido que invertir en esto.
- Hehe es cierto... Si encuentro algo que pueda servirte, te avisaré - Sonrió tan amablemente que no pude evitar quedarme mirándola varios segundos.
- G-gracias... Si tienes dudas, también puedes contar conmigo. - Respondí evitando contacto visual y avergonzado.
- Lo se, gracias. - Nuevamente con esa sonrisa.

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